Daddy| My Little Submissive

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"Beso de amor"
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Después de lo que pasó T/n y yo nos volvimos más unidos, pero siempre eh marcado un límite con ella.

Estábamos "viendo una película" Aunque en realidad estaba sentada en mis piernas mientras nos besábamos sin control alguno.

No sé en qué momento llegamos a esto, pasamos de estar viendo "Miraculous, las aventuras de Ladybug" a comernos la boca hasta quedas sin aire.

Mis manos se posaron en su cintura y ella tembló un poco pero me lo permitió, acarició mi cuello y me separé del beso estirando su labio inferior entre mis dientes.

Ella jadeó y respiró agitada mirándome a los ojos.

Miró el bulto en mis pantalones y sentí cómo se mojó.

La recosté en la cama con delicadeza y quedé arriba de ella besando su cuello de forma suave y calmada.

Sería suave esta vez, pues ah estado corriendo en casa conmigo haciendo peleas de almohada.

Dejé varias marcas en su cuello, ella es sólo mía, y me encargaría de que todos lo supieran.

Sus manos bajaron de forma tímida a mi abdomen.

Las tomé y repentinamente las bajé hasta hacerla llegar a mi pene haciéndola sonrojar.

──Puedes tocar todo lo que quieras ──Susurré en su oido con voz ronca mientras ella respiraba agitada y yo dejaba besos en su cuello──. Esto es todo tuyo.

Ella acarició mi pene con tímides haciéndome sentir sus magníficas manos, lo juro, sólo me tocó por encima de la tela y ya estoy tan duro como una roca.

Sin poder más, bajé mi pantalón y la puse boca abajo de forma ruda haciéndola jadear.

Comencé a bajar su pantalón con estampado de uvas, dejándome ver sus bragitas rojas, comencé a cariciar su trasero a lo cual ella gemía.

Hice sus beagas a un lado sin quitarla y con mi dedo pulgar acaricié su entrada para ver lo mojada que estaba; y vaya que se mojó, su coño estaba sumamente húmedo.

Ella jadeó al sentir mi dedo y yo sonreí.

Sin esperar más, no teníamos ninguna tela cubriendo nuestros cuerpos, entre en ella de una sola estocada haciéndola gemir fuertemente, juro que hasta los vecinos la escucharon.

Acomodé su braga pues aún no la había quitado y halé su cabello hacia atrás haciéndola gemir.

──Joder, ¿por qué demonios me excitas tanto? ──Susurré en su oido.

Le dí una nalgada y ella gritó fuertemente a lo cual sonreí.

Adoraba tenerla así, tan débil por mi polla, tan agitada, tan excitada, tan sumisa, tan disponible para mí; tan mía.

Comencé con mis embestidas, las cuales eran rudas, no tenía compasión por ella.

Pero a ella eso no le importaba, es más, le excitaba que fuera rudo con ella.

Lo metí todo dentro de ella y me quede quieto unos segundos para dejarla disfrutar todo adentro.

Mientras ella gemía yo quité mi mano d esu cabello y comencé a quitar su blusa de botones dejándola en sujetador.

Lo quité y lo lanzé a alguna para de la habitación para después acercarme a su oido.

──No sabes lo mucho que me encanta sentirlo en tu estómago ──Susurré con voz grave.