(No) Nos amamos (MDZS)

Cap 36: La pelea

Moling Su llega una mañana templada a Muelle de loto. Su embarcación es pequeña, aunque alza con orgullo el emblema de su secta, en tonos blancos y lilas, sobre la cabeza de sus discípulos. Su Zhiyuan está al frente de la embarcación, con la dignidad de un joven líder que mira con sorpresa los lotos que ya están saliendo de las aguas entre sus hojas verdes y el lago fresco. La embarcación avanza hasta atracar en el muelle. Jiang Cheng los recibe junto a su esposo.

Su Tianyu acompaña al líder de secta con los ojos de un viejo tigre desconfiado. Jiang Cheng se sorprende cuando ve a la pequeña princesa de Moling Su correr por sus pasillos sin importar el grito de atención de su tío mayor. La niña le sonríe, se queda quieta en un sitio, pero se balancea como si hiciera todo acopio de voluntad para no correr.

—Lo lamento, Jiang-zhongzhu —se disculpa Su Zhiyuan, como si hubiera alguna clase de molestia para él en la pequeña niña—. No está acostumbrada a viajar y pensamos...

—No hay problema mientras no corra en los muelles. Su-guniang, ¿no correrá en los muelles sin supervisión?

La niña ríe y luego, como si recordara sus modales, se endereza y hace una ligera reverencia.

—Si, Jiang-zhongzhu.

Debe estar haciendo mucho sol. Siente que sus mejillas se sienten más caliente que minutos antes y luego escucha la risita de su esposo a su lado y le mira de reojo, frunciendo su ceño. Los ojos marrones de Lan Huan brillan con una ridícula sonrisa.

—Parece que Su-guniang no teme al terrible Sandu Shengshou.

—Porque aún no ha tenido el placer de verme enojado.

—¿Así te la imaginaste? —Su esposo le habla despacio mientras caminan dando espacio a los discípulos a llevar las pertenencias de Moling Su a sus habitaciones. Jiang Cheng ve a Jin Ling en compañía de los jóvenes Lan mientras observa con brazos cruzados a la niña que ha ido a saludarlo—. ¿A nuestra hija?

Jiang Cheng, en un momento de debilidad, le contó a Lan Huan el sueño que tuvo el día que empezó a sangrar. Los ojos de Lan Huan brillaron emocionados ante la imagen y empezó a preguntar una y otra vez por detalles. Cómo eran sus ojos, cómo compararía la sonrisa, si recordaba un aroma o la forma en que sonreía. Cuál diente le faltaba y qué tipo de carácter intentaba pintar. Jiang Cheng no tenía muchos detalles que contar, pero Lan Huan los absorbió a todos.

Mientras ve a la niña ser cargada por Shizui y las caras contentas de Su-guniang al estar en lo alto, vuelve a revivir esa sensación de pérdida. El celo no ha llegado, y espera que no llegue justo ahora porque no podrá atender a la visita. Y tampoco sería correcto que se encerrara a follar con su esposo durante una semana, por mucho que fuera lo esperado por su naturaleza.

Jin Ling se acerca para presentar sus respetos como se espera de un líder de secta. Su Zhiyuan se sorprende ante el saludo, pero rápidamente se recompone para devolverlo. La diferencia de altura es evidente y cada vez es más patente que su sobrino superará la altura de su padre.

—Jin-zhongzhu, no esperé encontrarlo aquí.

—Su-zhongzhu, suelo visitar a mi jiujiu en esta temporada. No me involucraré en sus negocios.

—¡Debería disculparse! —Su Tianyu se alza en toda su altura, aún con el bastón en su mano derecha. Jiang Cheng no se mueve, observa con una ceja enarcada a Jingyi repentinamente inmovilizado y luego nota que ha sido una expresión de su esposo lo suficiente para detenerle—. ¡No contestó a ninguna de las comunicaciones de zhongzhu!

—Este se disculpa por no haber atendido el llamado de Moling Su, pero fue necesario. Su-zhongzhu debe saber el peso de mantener a una secta después de que la persona que amabas traicionó todos los principios que tanto se esforzó en enseñar.