Cap 49: Lo inesperado

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El olor de Jiang Cheng es cada vez más delicioso. A su nota dulce y amaderada, por la combinación de la madera y la canela, se une un toque ligeramente cítrico, como la mandarina, que tiene su nariz envuelta en un júbilo inexplicable. Es el aroma de su hijo, de su cachorro, formándose sanamente dentro del vientre de Jiang Cheng y provocando con él una serie de cambios que sus ojos pueden notar con facilidad. Mientras lo penetra sentado de espalda, sosteniéndolo en un abrazo, Lan Huan acaricia la leve curva que empieza a formarse en el abdomen de Jiang Cheng en donde antes había puro músculo duro y goza del roce constante de su pecho contra la espalda de su esposo.

Empuja con más fuerza de la usual mientras su boca lame y besa la marca de la nuca. Jiang Cheng grita sin fuerzas, estremecido por la intensidad de su orgasmo. De esa forma, Lan Huan disfruta de cómo el suyo se acerca mientras las paredes de su esposo se aprietan alrededor de él y está incluso más húmedo que nunca.

Se pregunta, lejanamente, si su hijo puede sentir la fuerza bruta de sus dos núcleos apretándose por el cultivo dual. Si puede empezar a escuchar la voz de su marido deslizándose entre jadeos y murmullos. Si puede sentir el calor de Jiang Cheng como él lo siente, escuchar sus latidos desaforados como él lo escucha y saber que su padre está feliz porque viene, viene.

Ojalá sí... ojalá sepa lo mucho que es amado.

Su orgasmo llega y él tiembla sosteniendo el cuerpo de Jiang Cheng contra su pecho, sudado y caliente. Muerde la marca y puede sentir la sobreestimulación en el cuerpo del omega y el esfuerzo que hace su miembro para intentar responder con otra eyaculación.

—Lan Huan...

La voz rasposa de Jiang Cheng llega a él con la caricia en su cabello despeinado. Su esposo mueve una mano errante para intentar atraerlo y Lan Huan, pérdido en su euforia, busca los labios de Jiang Cheng para encontrarse en medio en un beso. Es desordenado, abierto e incómodo en la posición, pero Lan Huan se pierde allí hasta que su esposo se mueve para dejarlo salir de su interior y cambiar. Se sienta en su regazo ahora de frente y cuando Jiang Cheng envuelve su cuello y hombros con los brazos, Lan Huan atrae el cuerpo de su esposo para quedarse juntos y besarse apropiadamente.

Este es otro de los cambios. Jiang Cheng maleable y sensible deseando el contacto físico. Respondiendo a sus toques con algo más que el placer carnal, sintiendo como ese abrazo dice más de lo que es capaz de decir en palabras. Lan Huan ama la sensación de que lo aman tanto como él lo está amando.

Arrastra los dedos en el cabello suelto de su marido mientras acaricia su espalda dura. Al escuchar la respiración de Jiang Cheng contra su oreja, se complace al sentirlo buscar su aroma y atraerlo en grandes respiraciones. Su alfa está feliz, está pleno. Su omega está relajado en sus brazos. No hay nada que quiera hacer ahora más que extender este momento.

—Cariño —susurra contra su cuello, acariciando aún la espalda—. ¿Estás bien?

—Sí... sí.

Jiang Cheng se aparta solo lo suficiente para volver a buscar su boca y besarlo. Lan Huan le sigue, contento, exhausto, pero pronto una sonrisa de pura felicidad se dibuja mientras su esposo insiste una y otra vez en pequeños besos juguetones.

—¿Qué?

—Nada... solo estoy muy feliz de que quieras besarme tanto.

—Hmm...

Su esposo, cohibido, baja la mirada a otro lado. Lan Huan solo lo aprieta más para alcanzar así su mandíbula y dejarle pequeños besos.

—Deberíamos informar...

—Sí, a-Ling querrá saber.

—Déjame encargarme de eso —Lan Huan susurra contra su boca, llamando su atención—. Haremos como lo hablamos, Wangji y Jin Rulan primero, luego a mi shufu y Gusu Lan.

(No) Nos amamos (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora