(No) Nos amamos (MDZS)

Cap 25: El conflicto

Un mes después de lo ocurrido en la torre Koi, Lan Huan regresa a Gusu Lan para los preparativos de año nuevo. En carruaje, tal como salió de su hogar, vuelve para tomar su lugar en el banquete y pasar el tiempo con su familia. Fueron de los arreglos que acordaron con antelación a la boda, algo que ambos tuvieron decidido y que ninguno intentó cambiar. Aunque su alfa no se complació cuando notó que el carruaje se alejaba de Yunmeng Jiang y Jiang Cheng se quedaba en su hogar, rodeado de su gente, para también preparar el banquete de su secta.

Por fortuna, lo dejó marcado con su mordida y su aroma antes de partir, además de la promesa de que Jiang Cheng usará la cinta de su secta visiblemente mientras él lleva consigo la campanilla de Yumeng Jiang.

No obstante, regresar a casa es menos agradable de lo que pensó. Después de la cadena de días con crisis y días malos que tuvo en Yunmeng Jiang y donde Jiang Cheng se mostró presente como un constante vigilante, el volver a un lugar conocido y familiar como su casa debería haberlo hecho sentir un poco mejor. Subir las escaleras de su secta se sintió así en un inicio, todo se muestra diferente cuando empiezan las reuniones.

La primera noche, la cena la tiene directamente con su shufu y Wangji, acompañado con su esposo. Comen en silencio como están acostumbrados y Lan Huan se siente relajado después del largo viaje y de volver a saborear el sazón familiar de sus comidas. Su shufu le indica que tiene ya todo para que se prepare el banquete como siempre se ha acordado. Lan Huan lo hará como parte de sus actividades de su secta y él está perfectamente familiarizado con la actividad, pues es algo que ha estado encabezando incluso antes de que cumpliera su mayoría de edad. Terminaría con eso pronto. Entonces pregunta si hay otros temas pendientes con respecto a la secta, responder misivas o revisar los acuerdos en consideración de que estaría casi dos semanas en Gusu Lan. Podría retomar también esas actividades, y responder cartas junto a establecer nuevos términos en las negociaciones son tareas que podría retomar por completo y atender desde Yunmeng Jiang cuando regresara. Está seguro de que su esposo no tendría problema en establecer un lugar para sus reuniones en Muelle de Loto.

—No tienes que preocuparte por eso, XiChen —dice shufu, bebiendo perfectamente su té—. Nos seguiremos ocupando de esos menesteres, no hay asuntos que se deban reforzar en ese aspecto. Tu única preocupación ahora será fortalecer tu matrimonio con Jiang Wanyin y procurar herederos.

—¿Mi única preocupación? —Lan Huan no puede evitar repetir, como si quisiera que alguien le dijera que ha escuchado mal—. Si mal no recuerdo, shufu, yo no me casé con Yunmeng Jiang ni he dejado el liderazgo. ¿Por qué mi única preocupación sería esta?

—No he dicho que no ejerzas tu liderazgo, te he hecho llegar los asuntos en donde he requerido tu opinión y tus decisiones se han implementado.

—En asuntos sólo concernientes a los internos de la secta, ¿qué de todo lo que tiene que ver con la política y los negocios, los cuales originalmente los ejercí yo antes de la reclusión?

—Es demasiado pronto —Su shufu dice como un ultimátum.

—Es mi responsabilidad.

—No estás preparado para retomarla por completo.

—¿No lo estoy? ¿Pero sí lo estuve para desposarme?

Hay silencio. Lan Huan no necesita ver a su hermano y su esposo para notar que ambos están en profundo silencio. Sus ojos están fijos sobre su shufu, quien lo mira con esa misma serenidad orgullosa y algo de malestar en sus ojos. Algo como decepción. Lan Huan empuja el dolor que siente al reconocerla para mantener su punto.

—En lo que a mi respecta, si estoy preparado para asumir el compromiso con mi lao gong, lo estoy para asumir los compromisos por mi secta y mis responsabilidades en todos los sentidos, shufu.