Capítulo 19

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1 de septiembre de 1991
Expreso de Hogwarts

Dios mio, esto es mucho peor de lo que pensé, no solo la ofendí, le hice pensar que no quiero ser su amigo, que es un problema. Veo tanta tristeza en sus ojos, que no puedo no sentirme mal por lo que dije, debo explicarle, ser un traidor de la sangre es mucho más que hablar con nacidos de muggles o mestizos.

-¡Claro que no! Tú no eres una sangresucia Hermione

-Si lo soy...

-No, los sangresucia son conformistas y no comprenden su lugar aquí, tampoco buscan la manera de encajar, ni quieren desarrollar su potencial, ellos solo quieren un trato especial y que todos les tengan lastima, no ambicionan a nada, dime ¿tú te identificas así?

-No, pero eso no cambia mi origen...

-Hermione, pon mucha atención en lo que te voy a decir- se que me esta escuchando atentamente, pero siento que sino me ve, en realidad no lo va a comprender- Mirame, siento que no me escuchas sino y quiero que te quede muy claro-  cuando se voltea y puedo verla entiendo por qué había retirado la mirada, tiene los ojos llorosos, se ve que está haciendo uso de todas sus fuerzas para no llorar, eso solo me hace sentir más mal- Tu no eres una Sangresucia y ni mi familia, ni yo vamos a convertirnos en Traidores a la Sangre por hablar contigo o ser amigos, tu eres una nacida de muggles, una bruja que entiende la importancia de la magia y de las tradiciones de la comunidad mágica, una bruja que no busca un trato especial por haber crecido fuera de su comunidad, sino poder entrar en ella lo más pronto y de la manera más natural posible y eso es lo que te hace tan diferente a los Sangresucia, eso es lo impide que yo me vuelva un Traidor a la Sangre, querer crecer y adaptarte a la sociedad a la que perteneces es la clabe para no ser un repudiado, todos tenemos magia, pero tambien todos estamos obligados a saber usarla y potencializarla, por eso existen esas distinciones sociales- pese a que se que me esta viendo y esta poniendo atención, estamos de lado a lado del compartimiento, así que me recorro hacia la puerta para ahora si, quedar frente a ella- Soy un niño y no puedo explicarte de manera correcta todo esto de las diferencias, por que para mi han sido muy claras desde siempre y es muy probable que sea un terrible guia atraves del mundo magico, pero dare mi mejor esfuerzo para serte util y que no te sientas mal nunca más, no conmigo al menos y como primera accion util, debes conocer a mi padrino, estoy seguro de que el si te va a poder explicar esto de la mejor manera y te va a ayudar mucho mejor a que te desenvuelvas en el mundo magico- Hermione se sienta más derecha y parpadea varias veces queriendo deshacrse de las lagrimas que se contienen en sus ojos, pero aun así una de sus lágrimas consigue escapar y rueda por toda su mejilla- Ahora entiendo por que mi mamá insiste en que los caballeros siempre cargan pañuelos, para esto, toma el mio

Esta es la primera vez que le ofrezco mi pañuelo a alguien más, gracias a mi mamá por siempre insistir en que lo lleve conmigo. El  pañuelo es blanco y con verde tiene mis iniciales bordadas en una esquina, Hermione es muy cuidadosa cuando lo usa, solo da pequeños toques por donde paso la lagrima, sin movimientos bruscos, muy delicada.

-¿Por qué dices eso? 

-Bueno, pude ser muy caballeroso y ofrecerte mi pañuelo, ¿no?

-Jajajajaja no me referia a eso

-Aaaaa, entonces ¿a que te referias?

-¿Por que crees que tu padrino me explicara mejor esto de las etiquetas sociales, el mundo mágico y como desenvolverme dentro de el?  

-Cuando lo conozcas, lo sabrás, ahora solo preparate, por que ya casi llegamos, mira

En cuanto le digo eso, los dos nos movemos del costado de la puerta, rumbo a la ventana, para contemplar cómo la niebla se disipa y el increíble castillo de Hogwarts aparece.

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