One - Shots (Varios)

"Encontrar la felicidad" (Jori - Portiñón)

Tori y Dulce G!P

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POV Tori

No puedo creer que me trataran así.

Soy su hija.

¡Maldición!

Ella también es su hija, ¿Por qué no la aceptan?

Ella nunca les hizo nada, siempre trato de acatar sus órdenes por más absurdas que fueran, pero ellos nunca lo vieron así. Siempre dijeron que ella los retaba cuando me defendía. Amaba tenerla conmigo en casa, porque aunque nadie me crea, era la única que de verdad me entendía en esa casa, era la única que de verdad se preocupaba por mí como si fuera su propia hija.

¿Algo loco, no?

Pero es cierto.

Tal vez era que ella pasaba tanto tiempo cuidándonos a Trina y a mí, que era por eso que a lo mejor yo me sentía tan bien con ella en su presencia. Su rutina era ir a la escuela, regresar a casa, cuidarnos, alimentarnos, verificar que hiciéramos nuestras tareas y en la madrugada ella se desvelaba haciendo su tarea. Muchas veces yo me sentía mal, pero ella siempre tenía algo que decir para hacerme sentir bien. Varias veces dormía con ella, pues me gustaba estar a su lado mientras ella realizaba su tarea. También había veces que la ayudaba a estudiar, y eso me gustaba porque sentía como aquella conexión que siempre tuvimos aumentaba.

Extrañaba eso.

Extrañaba su compañía.

Extrañaba a mi hermana mayor.

Cuando un día regrese de la escuela, ella simplemente no estaba. Pensé que se había demorado en la escuela, así que lo deje pasar, pero entre más pasaban las horas, yo me comenzaba a asustar. No llego a la hora de la comida, ni a la de la cena y no llego a arroparme como solía hacerlo todas las noches. No llego al día siguiente, ni al siguiente y así fue por varios días hasta que se convirtió en un mes. Estaba bastante preocupada que me acerque a mis padres para preguntarles que es lo que había sucedido.

FlashBack

Cinco años atrás

-Mamá, Papá, ¿Dónde está Dulce? –pregunte preocupada.

Mis padres se miraron entre sí, para después voltear a verme.

-Escucha, Victoria –dijo papá –, tu hermana siempre fue bastante rebelde y jamás hizo caso a nuestras reglas, así que no vive más aquí, y no volverá más –dijo seriamente.

-Pero, pero... –no sabía que decir.

Mi hermana no estaba más.

Mi hermana no volvería más y yo me había quedado sola.

-Nada de peros –regaño mi padre. –Ella no quiso hacer caso y por eso tuve que echarla de aquí, y lo mismo va para ti y Trina, no quieren obedecer o estar aquí, pueden irse, la puerta está abierta –señalo.

Yo solo asentí y sin decir nada, volví a mi habitación.

Me recosté en mi cama, y en la oscuridad de mi habitación, llore hasta quedarme dormida.

Fin FlashBack

Aun duele recordar esas palabras.

Ella siempre hizo caso, pero por alguna razón mi padre siempre la rechazo. Mi madre jamás le dijo nada, porque en esa casa se hacía lo que él decía, siempre.

Limpio mis lágrimas con la manga de mi sudadera.

Ella debería haber estado en casa, recibirme con los brazos abiertos y consolarme como cuando me caía de los columpios o cuando Trina me jugaba una mala broma.