Partido de quidditch
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-- Ya es tarde, ve a tu dormitorio – Dije que iba a acatar todo lo que me dijera, así que me paré no sin antes regalarle un beso más y despedirme con una gran sonrisa.
Rodaba por mi cama totalmente sonrojada, no podía creer que sentimientos amorosos estaban creciendo en mí solo que no estaba segura de ellos, yo solo era una adolescente de 16 años y él un señor bastante mayor para mí, seguramente solo está jugando conmigo, soy muy inocente y fácil de persuadir, él podría aprovecharse de ello, ya no sabía si pensar bien o mal ¿Cómo pasé de estar feliz a estar totalmente triste? ¿Por qué soy tan estúpida? Es obvio que no me tomaba en serio y yo solo estaba cayendo a sus encantos, a sus manos, a sus palabras y a todo de él, yo solo era una niña que debía madurar y no pensar o siquiera tener de idea que podría haber algo entre él y yo. Ya no quería pensar más en ello, saldría llorando con tantos pensamientos abrumadores, así que rápidamente intenté dormir y después de un rato hubo resultado.
-- *_* Levántate – Sonaba una voz lejana que repetía constantemente lo mismo – Me tienes que ayudar, ya levántate – Abrí mis ojos somnolientos encontrándome con una agitada y apurada Cho – Ayúdame por favor – Recalcó
-- ¿Ayudar en qué? – Me paré y puse una mano en mi boca para tapar mi pequeño bostezo, mientras esperaba una respuesta me dirigí al baño para lavarme la cara con Cho detrás de mí – ¿Y bien?
-- El partido, ayúdame a elegir lo que me voy a poner – Oh, cierto – Necesito verme linda para Ginny
-- Bien, espera me arreglo y ya te ayudo...
No había sido nada difícil escoger un vestido blanco con puntos rosas, además de unas botas de este mismo primer color, tal vez traer tan solo unos 15 minutos arreglándome; sin embargo, Cho ya llevaba una hora eligiendo que ropa se iba a poner, aunque opinara sobre alguna siempre le encontraba un error inexistente, solo me quedaba en el piso recostada en una parte de la cama viéndola desde arriba
-- Además no sé por qué te quejas -- ¿Y yo cuando me quejé? -- Conozco esa mirada tuya -- Ah, por eso -- Tú deberías de ponerte algo más tapado -- O sea, si era un vestido que iba a más de 5cm arriba de la rodilla y que aparte era de tirantes ¿Y eso qué? -- No lo digo porque te veas mal, al contrario, te ves hermosa; lo digo porque estoy segura que va a llover y vas a tener mucho frío
-- Cho, no va a llover, está haciendo un lindo día -- La verdad no estaba muy lindo, se veían algunas nubes oscuras y se escuchaban truenos -- Bueno, me puedo llevar un buzo -- agarré uno negro del cajón y me lo puse
-- Te va a dar mucho frío, pero haz lo que quieras -- Se volteó y miró de nuevo las opciones que tenía para ponerse
-- Solo elige uno, ya casi va a empezar -- Faltaban más o menos 10 min para que empezara -- Piensa en Ginny, alguien que llega tarde a un partido de quidditch, ¡Qué horror! -- Sí, estaba exagerando, pero tenía que intentarlo y de hecho salió muy bien
-- Tienes razón, seguro me odiara -- Se lo tomó muy en serio
-- Mira, esta camisa de manga larga me gusta además de que el color negro te favorece, te puedes poner la falda con las medias que dan calor por debajo y sería perfecto y al final, esta bufanda azul, con el color de nuestra casa -- En su cara se notaba que le había gustado la elección, se fue a cambiar lo más rápido que pudo y luego salió para mostrarme el resultado
-- Te ves muy linda Cho, sé que Ginny lo notará -- Me paré al frente y la obligué a dar una vuelta, nos reímos y después de terminar con algunos detalles, salimos
-- ¿Crees qué le guste el regalo? -- Se notaba muy nerviosa -- ¿Y sí no le gusta?
-- Mira Cho, ese regalo es hermoso y tú lo eres también; ten más confianza en ti -- La agarré de los hombros y la acerqué a mí en forma de abrazo, sentía que necesitaba uno -- Ahora, cuando terminé el partido, debes de ir con ella lo más segura que puedas y dárselo -- Hablé con autoridad, ella sonrió y asintió alegre
Ya hace rato habíamos llegado el partido empezó con normalidad, había gritos por aquí y por allá, yo solo me quedaba quieta mirando, Cho por su parte no dejaba de mirar a Ginny, lo más sorprendente es que cuando esta le devolvía la mirada no se apartaba, creo que sí sirvieron las palabras.
Cho tenía razón, iba a llover, pero no cualquier clase de lluvia parecía que se iba a caer el cielo, tenía mucho frío y no me atrevía a darle la razón a mi compañera al lado
-- Estoy bien -- Dije, aunque casi no pude pronunciar las palabras porque sentía congelada toda mi boca
-- Lo que estás es bien pendeja -- Afirmó con una risa, pequeña tonta, no pensaba aceptar mi error; antes de que le contestara indignada oí más ruido de lo normal, cuando devolví mi mirada a la cancha casi me da algo, Harry, Harry estaba cayendo mi corazón se aceleró mucho y di gracias a Dumbledore que lo parara antes de que cayese -- Cho, tengo que ir -- Me dirigí hacía la susodicha y ella solo asintió -- Recuerda darle el regalo a Ginny, nos vemos más tarde
-- Espera, mira -- Visualice cómo se quitaba su bufanda y me la ponía -- Debiste de hacerme caso, ahora ve -- ¿Qué haría sin ella? Le agradecí y me fui
Llegué lo más rápido que pude a la enfermería, me tocó rogarle a la señora Pomfrey que me dejara estar al lado de él, no iba a tocarlo ni hacer algo que lo pusiera en riesgo afirmé y ella con duda aceptó. Solo estaba yo, el partido aún no terminaba así que tendría que esperar mucho rato para tener noticias de Cho. Vi a Harry y tenía pequeñas cortadas en su rostro, estaba pálido y no se veía nada bien; me quité mi buso y aunque estuviese mojado con un hechizo lo sequé por completo, lo puse como si lo estuviese arropando, todavía hacía bastante frío y la pequeña sábana que tenía no me causaba confianza. Después de un rato empezaron a llegar sus amigos, Ron y Hermione fueron los primeros, detrás de ellos venían los gemelos y por último algunos compañeros de clase
-- ¿Aún no despierta? -- Preguntó Ron -- Ay por Merlín, está muy pálido
-- Ron, es obvio que se ve mal, fueron 40 metros de altura -- Opiné
-- Siempre me he visto mal -- Todos nos pusimos felices a la voz débil de Harry
-- Es bueno que ya hayas despertado -- Lo miré con ternura -- Solo quería asegurarme que estuviera bien, ya me voy Harry -- Organicé un poco su pelo y agité mi mano en forma de despedida a todos los presentes, ellos igual lo hicieron. Ya estaba saliendo e iba por el pasillo
-- Espera -- Oí la voz de Fred y con mucha lástima me giré -- ¿Quieres estar un rato conmigo? -- Me sentía mal por él, sin embargo, le había prometido a mi profesor que no me vería más con él
-- Fred, no puedo -- Su sonrisa bajó un poco -- Tengo que ir a mi castigo
-- Lo podemos dejar para otro día -- Esta vez agarró mi mano y la besó -- Cuando tú quieras linda
-- Yo te aviso Fred -- No quería decirle no por completo, me sentía muy mal -- Hasta luego
-- No, espera -- Por Merlín, ¿Por qué era tan insistente? -- Estás muy mojada -- Sí, había secado el buzo, pero me había olvidado de mí completamente; Fred se quitó el de él y me lo puso, no pude reaccionar a tiempo para evitarlo -- te sentirás más cálida así
-- Gracias Fred...
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Perdón la hora, tenía unas cosas pendientes. Mañana corrijo el capítulo, perdón si hay algo mal escrito. También he estado corrigiendo los capítulos anteriores, bonita noche 🤍✨
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Secret
Fanfiction(+18) Una Revenclaw hormonal de 16 años enamorada de su profesor de DCAO. · Leer bajo su propia responsabilidad. · Solo es ficción. · Hay contenido LGBT. 🏳️🌈 · Trío amoroso.