Capítulo 4

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En la mañana, yo estaba haciendo tarea con Kima, luego me puse a hacer el desayuno

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En la mañana, yo estaba haciendo tarea con Kima, luego me puse a hacer el desayuno.

—Mami? —escuché su voz, así que la voltee a ver.

—Qué pasa mi amor? —le pregunté.

—Mira que papi quiere que me vaya a vivir con él —hizo una mueca.

—Cómo? —estaba sorprendida, pero por dentro estaba que hervía del enojo.

—Si, papi me dijo que no te dijera nada y que va a arreglar unos papeles —ella levantó sus hombros.

—Gracias por decirme mi amor —la abracé y ella me acepto —tú quieres ir a vivir con él? —le pregunté cuando nos separamos del abrazo.

—No —su expresión es de miedo —hay una muchacha ahí que me pega —empezó a llorar.

—Ven —nos volvimos a abrazar —te prometo que nunca te vas a ir de mi lado —con cuidado empecé a peinar su cabello con mis dedos.

—Te amo mami —dijo entre sollozos.

—Y yo a ti mi amor —le di un beso en su cabecita.

Luego de eso, fuimos a desayunar, cuando terminamos limpiamos todo. Yo tenía que ir a dejar a Kima a la escuela a la 1 de la tarde, pero apenas eran las 10 de la mañana.

Para despejarnos un poco, nos metimos a la piscina y al salir yo hice el almuerzo mientras que Kima se fue a cambiar.

—Estoy lista mami —la voz de Kima se hizo presente en la cocina.

—Ten mi amor —le puse un plato con comida enfrente de ella —me iré a alistar mientras comes, si? —le dije, ella asintió y yo me fui a mi habitación.

Cuando terminé, bajé a la cocina, le ayudé a Kima con la mochila y nos fuimos a mi auto, al llegar a la escuela, yo me aseguré de que mi hija entró sana y salva.

Regresé a la casa, limpié todo lo que llamaba mi atención. Un rato después, me fui al patio, me acosté en el césped y empecé a leer.

Me estaba quedando dormida, cuando siento que algo se mueve a mi lado, al abrir los ojos vi que era una mariposa.

Siento que en estaba casa falta un ser vivo, luego recordé que ya se acerca el cumpleaños de Kima, y desde que empezó a hablar siempre me ha pedido un perrito. Así que ese regalo tendrá.

Pero me sentía rara, como que si alguien me estuviera observando, así que la mejor decisión que tomé, fue entrar de nuevo a la casa.

Y de la nada me puse a pensar en Juan, es muy atractivo, demasiado paciente con nosotras, y esos labios... no, no pienses en eso, pero... y si besa rico?.

—Ya Kimberly —dije para mi misma.

Fui a dejar el libro a mi habitación, y revisé la hora, faltaba veinticinco minutos para ir a traer a mi hija, salí de la casa, me subí a mi auto y me fui, al llegar me sorprendí al ver a Juan.

—Qué haces aquí? —le pregunté bajándome de mi auto.

—Quería volver a verlas, iba de paso, te esperere y ahorita estamos aquí —terminó de hablar.

—No será que estas obsesionado con nosotras —dije bromeando.

—Yo creo que si —dijo igual bromeando.

—Estas loco —soltamos una pequeña risa —sabes donde queda una tienda de mascotas? —le pregunté cambiando de tema.

—Hay uno cerca de donde trabajo, porque? —me miró confundido.

—Es que mañana es el cumple de Kima, y ella desde que empezó a hablar, me ha pedido un perrito, con unas especificaciones muy claras —levanté los hombros, mientras nos acercábamos al portón para esperar a que salga mi hija.

—Ah si? De qué raza le gusta a Kima? —me preguntó.

—Un Samoyedo, sabes si hay para adoptar en esa tienda —espero que diga que si, pensé.

—Creo que si, irás hoy? —le iba a preguntar pero justo abrieron el portón y varios niños salieron directo a sus padres.

Salían y salían niños, pero nosotros no mirábamos a Kima. Mi corazón empezó a latir rápido, eso significa que estoy preocupada.

—No miro a Kima —le dije a Juan mientras seguíamos buscando.

—Disculpe —Juan se acercó a una maestra —venimos a traer a Kima Loaiza —le dijo.

—Ella ya se fue, su padre la vino a traer —nos respondió la maestra.

Pero que mierda, sentía que la sangre me estaba hirviendo, di media vuelta y me acerqué a mi auto.

—A dónde vas? —Juan me agarró del brazo.

—Ese hijo de puta no tiene derecho de estar con Kima, sólo los días indicados por la ley —me solté de su agarre y empecé a buscar la llave de mi auto.

—Vamos en el mío —sin renegar hice lo que me dijo.

Íbamos en silencio, yo soltaba suspiros pesados, tratando de que al llegar yo no matara a ese cabrón. Llegamos, justo iban saliendo de la casa. Yo me bajé del auto y me les acerqué.

—Qué es lo que haces?! —me puse enfrente de ellos.

—Mami!!! —Kima me abrazó.

—Sólo la fui a traer por que extraño estar con ella —me dijo él.

—Hija, ve por tus cosas por favor —le dije a Kima pero sin despegar la vista de ese cabrón.

—Mami pero yo quiero estar con papi —esas palabras me retorcieron el corazón, pero me mantuve firme.

—No me estés desobedeciendo hija, ve ahora por favor —vi que Kima entró a la casa —a ti que mierda te pasa?! —cerré mis manos formando un puño.

—Con quién andas? Aaah... ya sacudiste la cama con ese idiota? —él se rió.

—Respóndeme maldita sea —no quería gritar.

—Haciendo las cosas bien, por que voy a volver a abrir el caso y Kima me va a preferir a mi, y no a ti maldita puta barata —me miró con asco.

—Eres un maldito hijo de la gran puta —le pegué una cachetada que me ardió la mano.

—Aunque sea yo no me ando abriendo de piernas a cualquier idiota que miro en la calle —él me pegó una cachetada más fuerte, que me tiró al piso.

—Hijo de... —me sentía sin fuerza.

—Estúpido!! —vi que Juan le pegó una puñetazo en la cara.

—Maldito!!! —ellos empezaron a pelear.

—Mami!!!! —Kima se me acercó.

(....)

Madre Soltera (JUKILOP) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora