Vosìng (12)

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Neteyam, su madre, su padre y ella se encontraban patrullando en Ikran. Después de la pelea su padre les había dado un día de descanso antes de retomar las actividades de la semana.

Aunque Jake no sabía sobre las habilidades de Eyi, era consciente del buen instinto que tenía su hija, sumando el hecho de que su conexión con su Ikran Yua era perfecto para llegar rápidamente a cualquier lugar de ser necesario.

—Demonio Canino, Demonio Canino, aquí Ojo de Águila, cambio.— Escuchó en su audífono la voz de su hermano.

Eyi no podía dejar de pensar que esos nombre no eran adecuados.

—Adelante Ojo de Águila.

—Aquí hay gente sospechosa, parecen Avatares, pero están camuflados y portan armas. Son seis, cambio.

—¿Tu posición? Cambio.

—En la vieja choza.— Eyi suspiro inmediatamente y volteó a ver a Neteyam.

No debían acercarse a la vieja choza, y ellos lo sabían, las personas del cielo podían llegar sin problemas ya que el área no era patrullada.

—¿Tú y quién?— El enojo ya era notorio en la voz de su padre.

—Pues yo, Spider, Kiri... y Tuk.

Eyi golpeó suavemente su frente antes de mirar nuevamente a Neteyam cuestionandole con la mirada si sabía que irían allí.

—Hijo, escuchame con mucha atención, aparentense ahora, en completo silencio, larguense de ahí, corran ¿Copiado?

—Sí señor, eso haremos.

—¡Papá, conozco un atajó!— Anunció Neteyam desviandose de la ruta de patrulla inicial.

Estaba preocupada, Lo'ak y Spider podían cuidarse, pero Kiri no era tan violenta y Tuk demasiado pequeña. Rezaba a Eywa que el atajo funcionara, estaban algo lejos y estaban cerca del...

Su corazón se aceleró, escucho los gritos de Tuk, su trenza dolió, la frustración, la desesperación y el miedo, todas esas emociones llegaron en un segundo. Era Kiri, estaba en peligro.

—¡Los atraparon!— Anunció al resto, el terror se implantó en el rostro de su madre y la confusión en el de su padre.

—¿Cómo lo sabes?— Cuestiono su hermano.

—¡Solo lo sé! Tenemos que apresurarnos.— Sin pedir más explicaciones aumentaron la velocidad.

Pero estaban cerca del eclipse, sería complicado ver, y el clima pronto se pondría en su contra.

Dejaron a los Ikran relativamente lejos de la zona para no alertar a los atacantes. El sentimiento seguía dentro de ella, Lo'ak, Tuk y Kiri. Podía sentir lo que ellos, estaba aterrada, y su padre lo noto.

—No. Ambos se quedarán con los Ikran, volveremos en seguida.

—Pero papá.— Dijeron ambos hermanos considerando más que injusto la orden de su padre.

—Soy un guerrero como tú, debería pelear.

—Neteyam.— Advirtió su madre.

—¿No escuchaste o que?

—Sí señor.

—Yo estoy bien, puedo pelear. Sabes que nunca me verán en la selva.

—Tú estas aterrada, no te dejaré ir allí a que arriesgues la vida de tus hermanos. Y fin de la discusión.— Sentenció su padres sin permitirle argumentar más.

Eyi soltó un gruñido y se acercó a su Ikran. Era injusto, claro que estaba aterrada, pero no había nadie que se camuflada mejor que ella, y eran sus hermanos los que estaban en riesgo.

AVATAR: El camino de Eyi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora