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Cuando llegó a su casa todo perdido pero un poco aliviado a la vez por lo que había conversado con el japonés, Seulgi vio a su niño llegar algo fuera de sí y como la buena madre que era, se acercó hasta él, le dijo que se diera un baño y bajara a comer y luego hablaban de lo que lo tenía así.

Ella escuchó atenta lo que su hijo le decía, asentía y estuvo allí para aconsejarlo al verlo tan perdido.

— Sunnie, está bien. Lo que dijo fue honesto y directo. Estoy de acuerdo con él pero entiendo tu punto... Ahora dime, ¿Porque crees que te dijo eso? ¿Acaso Sunghoon desconfía de tí?

Sus ojos se abrieron abruptamente ante eso y negó con una ligera mueca distorsionada. No estaba muy seguro de ello, luego hablaría con el mayor sobre eso.

— No, Hoon y yo siempre que lleguemos a tener algún desacuerdo, quedamos en que lo íbamos a resolver si o si. Y creo que no desconfía de mí.

— Está bien, pero de igual forma debes hablar con él porque se nota a primera vista que parece ser un chico inseguro. Pero.. ¿Ni-ki alguna vez a mostrado signos de un trato un poco más especial contigo?— le pregunta de forma indirecta a ver si su hijo capta pero todos los hombres son iguales y se hacen los ciegos.

— No que lo recuerde.— articuló— Siempre fue amable conmigo y-..

— ¿Te regalo un álbum que es un poco caro? ¿Te compra tu helado aún cuando ya no son tan cercanos según tú? ¿Es un poco más sarcástico y frío con sus amigos mientras que contigo es como un pequeño gatito?

El pelirosa intento unir los cabos por un momento, recordando el como Ni-ki le gritó ese día a Jungwon antes de percatarse de su presencia, no lo insulto ni nada por el estilo cuando él tuvo la culpa de arruinar su maqueta aquel día, de niño lloró a mares pensando en que se había enojado con él por dejar que cayera de su bicicleta, recordaba las palabras bonitas y el como lo veía con una mirada coqueta meses atrás, le prestaba sus colores cuando siempre le decía que algo que odiaba a parte de la comida fría era prestar sus preciados colores, lo ayudó a escribir la carta de Hoon mientras lo miraba directamente a los ojos y vio el como sus ojos se cristalizaron esa tarde en la que sonreía y lo abrazaba al verlo tan feliz porque le gustaba Sunghoon...

No podía, no.

No.

No.

No.

Noooooo.

¡Nooooooooo!

No.

Simplemente no.

Ni-ki no podía estar enamorado de él. Él solo lo veía como un amigo y es cosa de amigos casi dar su vida por el otro sin pedir nada a cambio... No..

Su corazón se oprimió una vez comenzó a recordar toda su vida al lado de Ni-ki, las idioteces que hicieron y esa vez en la que se sacaron sus dientes de leche y los guardaron en una cajita de fósforos cada uno.

Ni-ki al parecer le ha estado evitando decir muchas cosas. Por lo que se sintió mal al nunca hacerse percatado.

Pero ya era tarde, Ni-ki estaba intentando dejar sus sentimientos por él de lado y él estaba saliendo con Sunghoon.

𝐋𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫𝐬 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora