◌ °﹒22 ˖ˑ ⚘ ࿓

292 34 0
                                    

Ambos agradecieron mentalmente que el padre del menor interviniera para que estuvieran un momento a solas. Se miraron con sonrisas divertidas y en eso Ni-ki fue adentro para dejar las flores –intentando ignorar las miradas cargadas de cotilleo de las dos mujeres– y volver por Sunoo.

Entraron en silencio a su habitación, Sunoo se quedó mirando con interés el cambio que había tenido en unos meses porque cambió el color de las paredes a uno gris claro, tenía decoraciones más modernas y los pósters que antes habían de sus grupos favoritos habían desaparecido por completo junto a ese de Spiderman.

— Waa~ Literalmente cambiaste de estilo en ¿Un año?— pregunta con cierta confusión.

Tenía meses sin entrar a ese cuarto en el que de pequeños jugaban por horas y dejaban un desastre cuando Sunoo se tenía que ir.

— Algo así.— murmuró en tono bajo— Volvamos a abajo para..— sugirió un poco nervioso sin motivo aparente pero fue la risa corta del mayor la que evitó continuar para mirarlo con una ceja alzada.

— Espera~ Quiero hablar contigo.— dijo con voz baja.

Cerraron la puerta para sentarse en la cama uno delante del otro, buscó la mirada ajena pero le pareció divertido el ver que el –ahora– pelirrojo lo estaba evitando. Así que para no perder la costumbre, se agachó apenas para tenerlo más de cerca, por lo que Sunoo lo miró con un tierno sonrojo para luego empujarlo apenas por la cercanía.

— ¿Que tal tu día? Me hubiera gustado estar allí pero llegué tarde de Londres con los chicos.

Había estado de vacaciones desde hace unas pocas semanas y los de su curso en general, organizaron un viaje a dicha ciudad para pasar unos días y no hubiera ido a no ser que hasta su madre y Ni-ki lo obligaron con la condición de que les trajera un recuerdo.

— Te entiendo, y me fue bien.— asiente, apoyando su peso en las palmas de sus manos— ¿Y como te fue, hyung?

— Bien, el clima es casi parecido al de aquí y..— sabía cómo se ponía el mayor cuando lo interrumpía y fue por ello que lo hizo en ese momento.

— ¿Y mi regalo?

Aunque también fue por conveniencia, quizás.

Vio que el pelirrojo maldijo por lo bajo para luego rodar los ojos con un puchero, abultando sus labios rosáceos. Esos que ansiaba con volver a besar al menos una última vez para tener impregnado el recuerdo de uno de los mejores momentos de su adolescencia.

— Ah, estás cómo mi mamá.

— Pero más le vale no haberme comprado también labiales.— bromeó— Aunque tampoco es necesario. Me basta con saber que te fue bien.

El más bajo asintió, mordiendo su labio inferior para buscar algo rápido, volviendo a la habitación después de unos pocos minutos con una carta en manos.

Se quedó tieso como concreto al ver la carta, su corazón se paralizó y comenzó a palpitar de golpe por que a pesar de que fue un año sin ser el mismo con Sunoo, los sentimientos por desgracia seguían intactos y por más que fuera, el mayor se había estado esforzando cuando creyó que era mejor idea seguir siendo solo amigos pero sería mentir si dijera que todo seguía siendo igual que antes.

Ahora fuistes tú quien se puso en mi lugar

Parpadeó para dejar de pensar después de unos minutos, se acomodó mejor en el colchón para tomar la carta que le estaba siendo extendida desde hace unos minutos pero ahora es que lo recuerda.

— No te traje labiales, pero sí esto también..— le mostró un pequeño peluche acolchado de patito, el cual aceptó con una sonrisa porque Sunoo desde momentos incontables, lo comparaba con dicho animalito— Y la carta pero-.. Quizás no es mucho pero a la próxima..— había comenzado a tartamudear con nervios al sentir su mirada.

Despeinó sus cabellos rojos para dejar un pequeño beso en su frente, dejando el peluche de lado para abrir la carta que tenía consigo una bonita estampilla, por lo que el otro abrió los ojos de golpe y con un fuerte sonrojo.

— ¡No!— aclaró su garganta al percatarse de que lo asustó por su repentina reacción— D-digo-.. No es necesario que la leas ahora.

— Pero quiero ver.

— Entonces te dejo y..— tomó su muñeca entre risas al ver lo determinado que estaba al irse por culpa de su pena.

— Ya~ Ni que fuera algo malo.

— Quizás..

— Que positivo eres, hyung.— le dijo, sacando en papel que estaba adentro para comenzar a leer.

Sunoo se apoyó del respaldar de la cama, cruzando sus piernas en posición de loto con el peluche entre sus manos, evadiendo sus pensamientos por un momento.

"Queridísimo Nini..

Ha pasado creeeo que un año o algo así, apenas lo recuerdo bien y está vez no pienso escribir demasiado porque... Sabes que me cuesta expresarme en veces.

Todo esté tiempo me ha servido para aclarar poco a poco mis pensamientos y sentimientos con respecto a... Ya sabes.

Seguiré esperando por tu respuesta, sea cual sea.

Solo quiero que sepas que la aceptaré y no quiero que sientas que quizás te esté presionando con esta carta por que quiero que tomes la decisión que tomes, sea la que veas mejor para tí porque me importa más tú felicidad y no quiero interferir en ella.

Pero mis sentimientos por ti no han cambiado, deseo lo mejor para ti y quiero seguir viéndote sonreír siempre.

Gracias por permitirme seguir siendo tu amigo y haber ido conmigo a ver esa película o de lo contrario, hubiera pasado sin duda alguna vergüenza en esa bendita sala como hace unos años.
(⁠ ⁠T⁠_⁠T⁠)⁠\⁠(⁠^⁠-⁠^⁠ ⁠)

Te quiero mucho, Ni-ki ♡"

Para el momento en que terminó, guardó la carta en el cajón de la mesita de noche para volver su atención al mayor, quien se mantuvo en silencio todo ese momento con la mirada gacha, seguramente pensando en todo nuevamente.

— Quizás olvide poner otras cosas p-pero eso ya es..— hizo un ademán, restándole importancia para soltar una carcajada baja y cargada de nervios.

— ¿Y que era?

— Olvídalo.— abrazó sus piernas, ligeramente cohibido.

Tomó su mano con delicadeza, mirando su rostro ligeramente sonrojado para ver cómo dejaba escapar un suspiro bajo.

— También quiero que me lo digas.

— Todavía me gustas. H-he intentando hacer mi mayor esfuerzo durante este tiempo pero.. P-pero..— se mordió su labio inferior al sentir sus ojos picar— Y-yo también quiero saber qué dices. Apenas hemos convivido y es los fines de semana o en las tardes a veces. S-se que cometí muchos errores pero quiero que seas feliz y..— suspiró con pesadez para mirarlo a los ojos después de un largo rato.

— Hemos sido amigos desde hace años, me gustaste desde hace tiempo atrás y.. No sé si sería adecuado o bueno seguir intentando olvidarme de lo que siento pero.. Me gustas y tampoco quiero volver a pasar por lo de hace casi dos años.

— ¿Entonces aún lo sigues pensando?— el menor se quedó en silencio, negando con una mirada determinada que le dió a entender su respuesta— Oh, ya lo decidiste.

Pero otra vez no obtuvo respuesta positiva y eso le fue más que claro.. Había perdido y Ni-ki era incapaz de decírselo por miedo a perder su amistad al menos y sería mentir si se atreviera a pensar que esto era menos doloroso que su primera y última relación con alguien, porque está vez se trataba de la persona que en verdad le gustaba y siempre le gustó. Solo que era demasiado tarde quizás.



𝐋𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫𝐬 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora