𝐋𝐞𝐭𝐭𝐞𝐫𝐬 『ˢᵘⁿᵏⁱ』

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Acomodó sus cabellos en cuanto estuvo delante de la puerta azul pastel del pelirosa, está tenía su nombre en la misma con unas letras cursivas y doradas y un adorno de cristal brillante colgando.

— Sunoo..

— ¿Qué quieres?— pregunta con voz quebradiza del otro lado de la puerta.

Se mordió su labio inferior con impaciencia. Entendía que estaba deprimido por lo que pasó pero no dejaría que lo tratara como si nada cuando era él quien quería lo mejor para él.

— Hyung, abre la puerta.

— Q-quiero estar solo.

— Kim Sunoo-..

La puerta se abrió abruptamente, dejando ver a un desastroso chico con lágrimas corriendo furiosamente por toda su carita que estaba empapada junto a su nariz levemente rosada.

— N-Ni-ki, n-no creí que... Él solo..

Envolvió el cuerpo hipante del mayor para dejar que sus sollozos y lágrimas humedecieran su abrigo. Pasó el dorso de su mano por toda la cabeza y espalda del chico a la par que dejó que escondiera su rostro en su cuello y su nariz rozará dicha zona.

— Él no te merece, Sunnie.

— P-pero, creo que de igual forma... Y-yo jamás le voy a gustar.

— Hay mejores personas en el mundo.

— P-pero él es quien me gusta, Ni-ki.— limpió sus ojos con su puño.

"Él es quien me gusta."

— Debes darte una ducha, calmarte poco a poco y comer helado. Me quedaré contigo.— le asegura, pasando su mano por el hombro ajeno.

— No quiero helado, solo quiero llorar.

— Él no merece tus lágrimas.

— ¿Porque lo dices cómo si fuera fácil? Quizás eso es lo que crees por que no sabes lo que se siente enamorarse de verdad.

"Si... Y duele como no te lo imaginas.."

— Quizás tienes razón.— sonrió levemente— Pero la cosa es que a Ni-ki no le gusta ver a su sunshine llorar.— limpió sus lágrimas con su pulgar, manteniendo su mirada fija en él.

Sunoo se percató de ello y se quedó perplejo en cuanto sus ojos se encontraron con los contrarios. Un sonrojo inconsciente abarcó sus mejillas sin que se diera cuenta.

— Lo siento... Estoy siendo un completo estúpido contigo cuando no te lo mereces.— desvío su mirada, mordiendo su labio inferior cabizbajo.

Escucho una risita corta del otro, antes de que negara ante sus palabras.

— No, te entiendo. Estás dolido y en parte...— suspiró— Fue mi culpa por..— fue callado por los dedos del pelirosa, los cuales cubrían su boca.

— No lo fue.. S-solo-.. hiciste lo que te pedí.— alzó sus hombros con una sonrisa corta— Pero, Nini..

— ¿Si?

Sunoo tomó uno de sus brazos y lo posicionó encima de su hombro para apoyar su cabeza en el hombro del menor.

— ¿Porque has estado tan distante?

— ¿Distante? No, solo he estado algo ocupado últimamente.— se excusa.

El mayor quiso seguir haciéndole preguntas sin mucho sentido pero Ni-ki se encargó de cambiar el tema. Pasaron la tarde uno al lado del otro, mirando la TV mientras comían de un pote de helado juntos. Y Sunoo se sintió completo al tener a su amigo con él en ese momento.