•Ojos húmedos• Edgar X Colette (En edición)

ep.2

Ya casi era hora de cerrar, Colette ya había estado trabajando desde hace un par de horas debido a que, a causa de una pesadilla desperto y preferiría irse a trabajar.
Edgar estaba recogiendo sus cosas, ella solo se limitó a esperar a que las horas la arrastraran para irse a su asquerosa y horrible casa.

       

       

          

         

          
Ya estando en casa es lo mismo de siempre.
Llegaba, se hiba su habitación, checaba una que otra cosa del libro de recortes y después, a dormir.
Estaba arta de su rutina, pero no tenía idea de como cambiarla.

Aunque está vez, cuando pensaba en recostarse, recordó las palabras del chico.

Se encontraba en la cocina, como no solía usar aquella parte de la casa la alacena estaba prácticamente vacía, a excepción de un par de sopas instantáneas, preparo una y se fue a sentar a la sala para ver la TV mientras terminaba la sopa, después de un rato de pasar canal tras canal encontro algo que era de su interés, aunque es solo un programa de cocina genérico.

Estaría bien saber cocinar alguna que otra cosa puesto que no pensaba alimentarse solo de sopas instantáneas, además, sería lindo algo a Edgar alguna vez en "agradecimiento"

      

       

      
   
Día siguiente

     
      

        

       

     
Estaba esperando que Edgar llegará,hasta que escucho a alguien entrar a la tienda y cuando volteo la cabeza resultó ser nada más y nada menos que spike.
Recordó la obsesión que llegó a tener con el hasta que esa obsesión le terminó llevando al título de loca que no se a podido quitar de encima por más que trate de ser "normal" y a veces se odiaba por eso.
Se levanto a atender lo que sea que quiera, cuando llegó a dónde el está le saluda como a todos los demás clientes que visitan la tienda.

—Hola spike,¿En qué puedo ayudarte?—pregunto, de forma normal—.

—Hola Colette, venía por un par de mascaras.

—Claro, en un momento te las traigo.

Se dirigió al almacén y empezaba a buscar las máscaras, justo cuando estaba escogiendo unas recordo que no le pregunto a spike de que le gustaría, así que fue de regreso.
Cuando entro otra vez a la tienda encontro a Edgar sentado en un banco cerca de la caja, seguramente habrá llegado cuando fue por las cosas.

—Spike, se me olvidó preguntarte algo.

—¿Que cosa?¿Vas a pedirme otra cosa extraña?—cuestiono  arrogante—. ¿Esta vez que es?

—Ugh, no es nada de eso quería saber de qué quieres las máscaras—responde, intentando ocultar su desagrado—.

—Mh, pues traeme las que sean.

—Bueno.

Regreso y traía lo que pidió, solo esperaba que no le haya hecho perder el tiempo.

—Aquí tienes, son 25 gemas.

—Bueno, aquí tienes.

Dicho esto último spike se marchó dejando la tienda de nuevo sin nadie a excepción de la chica y de Edgar, así que se sentó a esperar a que alguien llegara.

—Hola.

—Hola Colette, quería platicar de algo contigo.

—¿Ah sí?¿De que?—un poco dudosa—.