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🔸Relata Aitana:
Adaptarse a estar embarazada no era algo tan fácil como parece, últimamente el humor me cambiaba en segundos y sabía lo frustrante que era para los que a diario tenían que convivir conmigo pues de la nada me sentía irritada he incomprendida. Esos antojos raros también, las náuseas y de más era algo a lo que aún no me podía acostumbrar. Ya pasaban de las once cuando papá me trajo a casa después de pasar todo el día en casa de ellos, para mí sorpresa Isaza estaba en cama con el computador en su regazo y me sentí contenta de verlo aquí.
— ¿Cómo te fue con tus padres?___ me preguntó levantando la mirada hacia mí y estirando su brazo pidiendo que me acostara a su lado.
— Me fue muy bien, estuve de llorona, pero como dijo la doctora Stoessel es algo normal a lo que debo acostumbrarme___ le dije y él beso mi frente con calidez, así que me recargue en su pecho mirando el trabajo en su computador___ ¿Y tú qué haces?.
— Ahm solo estoy transfiriendo a alguien al hospital___Me dijo sin quitar la mirada de la pantalla y usando solo una mano ya que la otra estaba abrazándome.
— ¿Gente nueva?___ le pregunté curiosa y él apretó los labios sin mucha emoción. Pero mis ojos se abrieron grandes cuando ví la fotografía, se trataba de Villa___ ¿Es enserio?___ le pregunté sorprendida.
— Si, ¡tranquila!___Me dijo moviendo la pantalla lejos de mi vista.
— ¿Aún no te agrada Villa?___ Le pregunté con una pequeña sonrisa, sin quitarle la mirada.
— ¿Tiene que agradame?___Me preguntó sin emoción alguna nuevamente.
— No es un mal chico, realmente es muy agradable cuando lo conoces___Dije en su defensa, y él me regreso una mirada de disgusto___¿que?___ le pregunté asustada al ver su cambio de expresión.
— A ti te gustaba por eso lo dices___ exclamó poniendo los ojos en blanco.
— ¿Y estas celoso?___Le pregunte levantandole una ceja, en verdad se veía bastante adorable en su modo celos.
— Claro que no___Me dijo poniéndose de lado en la cama.
— Mi vida, sabes que te amo, vamos a tener un hijo, no tienes que sentir celos de Villa, ni de ningún otro hombre___Le dije algo burlona.
— No siento celos___ señaló___ solo me estrésa que vuelva otra vez___Dijo, y yo abrí grande los ojos.
— ¡Así que era verdad!___Le dije poniendo las manos en las caderas.
— ¿Qué?___Me preguntó con la mirada confundida.
— Villa siempre nos dijo que tú lo odiabas, y lo trataba mal, mientras tanto Simón y yo le hacíamos ver qué eso era su imaginación, pero ahora veo que no estaba tan equivocado ___ señale para sacarle la verdad___ pero en lugar de decir eso volvió su mirada nuevamente al computador ___ ¿puedo saber por qué lo odias tanto?___Le pregunte muy curiosa.
— No lo odio, solo no es un doctor muy poco maduro___Dijo tajante.
— Pero él paso la prueba para ir a Italia, entonces eso no es___Le dije sin creerle ni una palabra.
— Claro que sí, pero a ti no te tocó esa época, era desordenado, rebel, se saltaba protocolos, solo iba a noviar al trabajo. Tuve muchas quejas por él y fue sancionado en diferentes ocasiones ___ comentó y lo mire con los ojos entrecerrados.
— No es cierto, él ya estaba casado en ese tiempo___Le dije y el me miró con ingenuidad.
— Claro que es verdad, si no preguntale al Dr. Vargas ellos siempre andaban juntos, eran cómplices, solo que el doctor Vargas maduro en poco tiempo___Me dijo, y yo me quedé meditando, quizás era verdad, pero me encantaba ver a Isaza celoso.
— Y bueno, ¿porque se regresa?___Le pregunte nuevamente curiosa.
— Él te va a cubrir en tu incapacidad___Dijo y yo abrí grande los ojos.
— Pero para eso falta mucho Isaza, ¿porque vendría tan pronto?___Le pregunte asustada.
— Aitana no puedes estar arriesgandote al estrés, y desvelos de él trabajo___Me dijo serio.
— Pe, pero____Le dije en shock, no me imaginaba lejos del instituto.
— Pero nada, solo tendrás esta última semana, y se acabó, hasta después de aliviarte tal vez puedes regresar.
— ¿Que significa eso de tal vez?____Le pregunté asustada, y él me miró de manera obvio, sentía como si mi mundo se viniera encima. Yo sabía lo que implicaba un embarazo pero no esperaba que me mandará a descansar tan pronto. Llegamos al instituto al día siguiente, y mi cabeza no dejaba de pensar que esa sería mi última semana ahí después de cinco años de mi vida allí.
— ¿Estas bien?, te noto algo rara____Me pregunto Tini, y yo negué___debe ser por el embarazo____Me dijo, y yo rompí en llanto___¿que pasa pequeña?___Me pregunto ella corriendo a abrazarme.
— Soy tan egoísta___Le dije con la voz cortada y sintiendome la peor mujer del mundo.
— No, no lo eres___Añadió ella mientras acariciaba mi rostro.
— Si lo soy, Isaza me va a adelantar la incapacidad, que serán ocho meses, más los 40 días, y me doy cuenta que tal vez no quiere que regrese otra vez____Le dije secando mis ojos, y ella me volvió a abrazar____el instituto es mi vida____Añadí llorosa.
— Tranquila, lo sé, yo lo sé pero Isaza lo hace por el bien de su hijo, verás que cuando nasca no querrás alejarte ni un momento de Él___ Comentó.
— ¿Y tú?, ¿no acaso tienes niñera?, nada les pasa solo son unas horas ____Argumente sentida.
— Bueno resulta que yo no tengo opcion, si el padre de mis hijos no nos hubiera abandonado te juro que tú, y yo no estuviéramos aquí platicando____ Me dijo con una enorme sonrisa, pero honestamente yo no la entendía, yo amaba a mi bebé, y a Isaza pero vivir sin trabajar seria una pesadilla, nadie entendía realmente lo que sentía, y a Arthur no le importaban mis sentimientos, no se ponía en mis zapatos, me sentía tan molesta, tan enojada, tan frustrada con Él, tenía ganas de tomar mis cosas y volver a ser independiente como antes. Me dolía en lo más profundo de mi corazón estos cambios.