Delante de mí, en verdad está más a un lado que delante, se encuentra Alan, la persona con la que más he hablado estos meses durante horas sin ponerle cara.Nunca lo imaginé así, el hombre ante mí es alto y joven, no llegará a los 29 años, tiene el pelo castaño y unos ojos del mismo gris que tienen las nubes cuando hay tormenta.
-Buenos días- dijo con una voz grave.
Estoy en blanco.
Salí de mi ensimismamiento cuándo oí la voz de Caterina.
-Siéntante Rory- caminé unos pasos cuando Alan apartó una silla del escritorio que con un movimiento de ojos me ofreció.
Acepté, quién soy yo para negarme a ese hombre que además también es mi jefe, y me senté.
Él tomó asiento a mi lado.
Me centro en la mujer que tengo enfrente, tratando de olvidar a la persona que tengo a mi derecha.
Las correcciones ya no van a ser lo mismo.
Ya lo sé.
-Te preguntarás por qué te hemos llamado y pedido que vengas tan de repente.- empezó diciendo Caterina- durante una reunión con el grupo editorial se ha tomado una decisión sobre tu novela.
El corazón me va a mil, creo que quiero llorar en este momento.
-La sinopsis fue lanzada hace una semana y ha sido muy bien acogida, y como la fecha de publicación no ha sido revelada...- hizo una pausa y miró a Alan como si temiese cual sería su reacción, yo también le miré- han decidido adelantar la fecha, solo tenéis dos meses para terminar las correcciones.
>>Y la historia de Julieth también. Quieren sacarlo a la vez.
- Imposible, la única forma de que eso saliese adelante sería a base de noo dormir y estar todo el día pegados al ordenador- la voz de Alan hacía denotar su disconformidad con esa decisión, y mientras él decía eso yo sentía como la sangre se me iba del cuerpo.
A tomar vientos el sueño de nuestra yo de 13 años.
- No puedo hacer nada por mucho que no estés de acuerdo, la decisión no es mía, así que o lo termináis en dos meses o la historia no verá la luz.
Él la miró y después me miró a mí, suspiró.
- Bien, lo haremos.- no me di cuenta de que estaba manteniendo la respiración hasta que solté todo el aire que había en mis pulmones tras esas palabras.
-Pues sin más de que hablar os podéis ir.- dijo echándonos cortésmente.
Ambos salimos de la sala y delante de la puerta Alan se gira hacia mí y me sujeta por los hombros.
- No te voy a mentir, va a ser jodido y ya he pasado bastante tiempo hablando contigo como para saber que ahora mismo te estás comiendo la cabeza, pero no te preocupes. Vamos a hacerlo así, todos los días nos llamaremos a una hora en la que ambos podamos corregir, y una vez a la semana vendrás a mi despacho.
Asentí, aceptando sus órdenes.
- Tu eliges la hora y el día, lo que mejor se adapte a tus horarios.
- Va-vale- mucha información de sopetón para mi pequeño cerebro.- Yo tengo que irme, ya me he saltado una clase para venir.
- Bien entonces, ya hablaremos más tarde.
-Bien, adiós.
En la vida un hombre te había puesto tan nerviosa.
Me giré para irme y cuando entré al ascensor, para llegar al hall principal e irme, le vi antes de que se cerrasen las puertas, hablando por teléfono pero con la mirada aún puesta en mi.
Una vez abajo salí tratando de aparentar calma del edificio y caminé a paso lento hasta la universidad, asimilando que en dos meses debía terminar todo.
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Dos Meses Juntos
RomanceHasta ahora no se habían visto, pero tras una reunión de urgencia a dos meses de terminar la corrección del libro Rory por fin le pone cara a su editor. Y ahora no podrá dejar de pensar en Alan.