Capítulo 4

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Claramente no pude dormir en toda la noche.

El beso inexistente y producto de mi imaginación no paraba de repetirse dentro de mi cabeza, en bucle.

No entiendo cómo puedo estar así por un hombre.

Admite que con solo escuchar su voz y bromear juntos ya te había empezado a gustar.

No, eso no era así.

No va a pasar nada si lo admites.

No hay nada que admitir.

Debes hacerlo.

Odio a mi consciencia en este momento.

Soy tu único entretenimiento hasta que Lily te llame.

Y como si la hubiese invocado mi teléfono sonó y el nombre de Lily apareció iluminando la pantalla de mi móvil, avisándome de la videollamada.

Acepté y ahí estaba ella, una pelirroja de ojos azules despampanantes y a la que conocía de toda la vida, Lily, pero su cara no estaba tan sonriente como de normal, estaba decaída.

-Lily, ¿qué ocurre, te ha pasado algo?

-La he cagado y no te lo vas a creer, y te vas a reír por pensar que es una broma.

-Te prometo que no lo voy a hacer. Además, ¿cuándo me he reído de un tema que para ti es serio?

-Nunca, pero esto es gordo...- suspiró como si estuviese agarrando valentía- me he tirado a mi profesor.

Y ese fue el momento en el que escupí el café con leche que estaba desayunando.

-¿Cuál y cuando?

-Fue anoche después de clases en su despacho, no sé cómo pasó pero de repente Noah me besaba y yo a él y nos desnudamos y...

-No me hacen falta los detalles se cómo funciona el sexo.

-¿Y quieres saber lo peor?- por su cara sabía que se estaba muriendo de vergüenza- Te estoy contando esto desde su baño.

Me doy con la palma de la mano en la frente mientras niego con la cabeza.

-¿Qué hago Rory?¿Cómo salgo de esta?

De repente oigo unos golpes provenientes de mi móvil y por la cara de Lily se que él está llamando a la puerta del baño.

-¿Lily pequeña, estás ahí?- dice una voz ronca de recién levantado.

-¡Ya voy!- dice levantándose y tirando de la cadena para después volver a girar su cara hacia la pantalla y decirme- Hablamos luego.

Y colgó.


No me has dado tiempo a decírtelo pero ¿te acuerdas de mí editor con el que soñé UNA VEZ por su voz?
Pues ayer le vi en persona.
Es muy mono.

Cuando comprobé que el mensaje le había llegado dejé el móvil en la mesa y terminé mi café con leche, ahora frío.

Pasé toda la mañana adelantando trabajos de la universidad con una playlist aleatoria sonando en mis cascos. 

A medio día, mientras Karma de Taylor Swift se reproducía y yo contestaba los pocos mails que había recibido, mis dos compañeras de piso Tiana y Shasha llegaron.

Cargaban bolsas que por el sonido que hacían sabía que dentro habían botellas de cristal, probablemente alcohol para alguna de sus fiestas.

Hace mucho que no montan una, ya verás como te piden que te vayas.

Nunca escuchaste que dónde lo enfocas se expande, ¡pues deja de enfocarlo en eso!

-Necesitamos que te vayas esta noche.

Y ahí está, gracias por invocarlo conciencia.

Tiana y Shasha no solían estar mucho en el piso, es más la mayor parte del tiempo estaban en el apartamento que sus parejas compartían, y nuestra relación podríamos decir que es... Tensa.

-No puedo, tengo cosas importantes que hacer. Tengo derecho a estar aquí.

-¿Esa cosa importante es tu librito? Puedes hacerlo en cualquier otro sitio.- dice Tiana.

-A las ocho tienes que estar fuera, somos dos contra uno tienes las de perder y lo sabes.- apoya Shasha a la chica que está a su lado.

Estaba cabreada pero en ese sentido tenían razón, eran dos contra uno y si le digo algo a la casera sobre estas movidas sé que entre ellas se van a tapar, por lo que lo tengo todo contra mí.

La cosa es, ¿Quién empieza una fiesta a las ocho de la tarde?

No lo sé, ¿un intento de estiradas como son ellas?

- Bien, vosotras ganáis, pero que nadie entre a mi habitación.- dije mientras recogía mis cosas y me dirigía a la única parte del piso en la que tenía algo de intimidad.

Y mientras lo hacía, el sonido que hace la aplicación de email me sorprende, avisándome de que tenía un nuevo correo.

Una vez sentada delante de mi pequeño escritorio volvió a encender el portátil, el mail era de Alan.

De: alanspencer@edicion.com
Para: rororory@gmail.com
Asunto: Horarios

Buenas tardes Rory,(sé que odias los formalismos pero estoy escribiendo esto mientras estoy en una reunión y si alguien lo ve puede caerme una bronca)

El otro día te comenté sobre la posibilidad de que vinieses a corregir un día a la semana a mi oficina,para hacer las cosas más fáciles. Si estás de acuerdo con esto aquí tienes una serie de los posibles horarios a orden con mi tiempo libre.

En cuanto puedas dame una respuesta con el día y hora que te venga bien.

Que tengas buena tarde,
Alan.

P.S: hoy no voy a poder conectarme para ayudarte, pero me he encargado de dejarte algunas notas que pueden ayudarte.

No tardé en contestarle.

De: rororory@gmail.com
Para: alanspencer@edicion.com
Asunto: re:Horarios

Hola Alan, (lo siento, es lo más formal que puedo ser contigo después de tanto tiempo hablando)

Si te parece bien, tendrás que aguantarme los viernes por la tarde, a partir de las cinco hasta que tu me quieras echar.

Que no se te haga eterno el día,
Rory

P.S: Lloraré por tu ausencia.

Pasé la tarde corrigiendo algunas escenas teniendo en cuenta el punto de vista de Alan hasta que dieron las siete de la tarde, la hora en la que hice la mochila para pasar la noche fuera de casa.

Dos Meses Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora