Epilogo

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Nadie se hubiera imaginado algo así, todo parecía que era una historia a tener un final feliz pero eso no sucedió.

Narra Nurbanu 

Con el tiempo aprendí a convivir con Selim y sus amantes, aunque ciertamente no volví a pasar sus aposentos por otra cosa que no fuera una charla o darle un consejo, para que viera a nuestros hermosos niños y a su preciosa princesita. Mi vida dio un giro enorme desde aquella mañana en que lo encontré con Dislah, los nueve meses restantes me encargue de cuidar, contar y tener el mejor embarazo de los tres que estuve, una vez que mi amado Mehmet quien llevaba ese nombre en honor a su tío, quien fue asesinado junto a su familia, recuerdo aun muy bien el momento en que Canfeda me lo contó, estaba embarazada de seis meses ya y me derrumbe en sus brazos al escuchar que mi amiga y su familia habían muerto culpa de un incendio provocado, fue un gran momento de tristeza para todos pero con el tiempo la alegría volvió a Manisa, el nacimiento de Mehmet seguramente ayudo mucho. 

Los años siguiente a esos me dedique a cuidar y educar a mis hermosos niños y niña quien ahora eran grandes Shezades y Sultana que sabían hacerse respetar desde la amabilidad, a la vez me encargue de ayudar al pueblo con la creación de escuelas y mezquitas ademas de mandar alimentos en los momentos de sequía. En el harem también era una mujer muy respetada a pesar de que ya no pasara noches con Selim, eso también se debía a que este igual me llamaba allí y a pesar de que me negaba ir en un principio, termine cediendo y eso nos llevo a formar una hermosa amistad que nos permitió mantener las apariencia ante los demás, así nadie nunca supo que en realidad dejamos de estar junto de una manera romántica, si pasaría la noche en los aposentos del príncipe y después sultán Selim pero allí solo estaría por comidas deliciosas y charlas sobre el imperio.

Cuando llego la hora de mudarnos a la capital porque el sultan Suileman estaba muy enfermo de soledad, viaje junto a Selim con quien me case por un pedido de el, ya que el seguía una lucha por conquistar mi amor, juro que intente perdonarlo pero cada vez que cerraba mis ojos cerca de él venían a mi cabeza la cantidad de mujeres que pasaron por sus brazos. Una vez instalados en el palacio, tuve mucho libre ya que Mihrimah era la encargada del harem y no pensaba dejarlo hasta que su hermano asumiera, por lo cual tuve mucho tiempo para perfeccionar mi escritura y lectura ademas de ir a conocer el pueblo o ayudar a Dilay con la confeccion de algunos trajes de mi hermosa niña, ella era una autentica copia de su abuela Hurrem.

La muerte de Selim en batalla, logro que el palacio de Topaki se pusiera patas para arriba y una gran tristeza, el día de su entierro sentí como se terminaba de llevar todo el amor que quedaba en mi corazón, se suponía que el sultanato de Selim duraría muchos años mas, y no caería en las manos de un niño de 17 años como lo era Kaan, apenas si se había marchado a su provincia cuando tuvo que hacerse cargo de todo. Las luchas contra Dislah fueron constante porque ella a toda costa quería poner a su hijo en el trono, afortunadamente no logro gracias a mis alianzas. Kaan siguió el ejemplo de su padre y decidió que sus hermanos y hermanastro seguirían sus vidas como Visir o Gran visir mientras que yo pase de ser la simple encargada del harem a ser una fuerte y generosa Valide sultán. 

-Madre sultana disculpe que la moleste pero el príncipe Murad desea verla-dice después de hacer reverencia-  

-Que estas haciendo que lo haces esperar -respondo dejando mi pergamino- 

-Ya voy sultana- 

Las puertas se abren y puedo ver a mi hermoso Murad entrar arreglando su traje, niego pensando en lo que estaría haciendo detrás de mis puertas. 

-Mi hermosa madre- dice acercándose- 

-Mi valiente hijo -beso su mano para después abrazarlo- 

-He venido a la capital únicamente para traer buenas noticias- sonríe- 

-¿Y Cuales son esas noticias? -digo emocionada- 

-Mi favorita la señorita Catalina esta embarazada -me mira emocionado- 

-Gracias allah, mi primer nieto -digo con lagrimas en los ojos- donde esta ella quiero abrazarla- 

-Se ha quedado en Manisa, los síntomas la tienen ha mal traer- 

-Oh lamento escuchar eso, espero que la estés tratando con mucho amor y paciencia -lo miro levantando una ceja- 

-Por supuesto por quien me tratas madre- 

La charla se prolongo toda la tarde, después tuvo que ir a ver a su hermano por cuestiones del imperio y yo aproveche mis momentos de soledad para agradecerle a Allah por mi vida y aunque jamas pude volver a enamorarme porque mi corazón tuvo un único dueño que era Selim, si que tuve una vida muy feliz junto a mis hijos quien me hicieron entender que uno tiene que hacer lo las cosas que a uno lo hacen felices y sobre todo siempre serse fiel a uno mismo. 

Verlos casarse y tener hijos con las personas que se enamoraron, me hizo la persona mas feliz del mundo, lo sentí como una victoria propia ya que todo lo que les enseñe se puso en practica aunque Kaan mantuvo las costumbres del imperio, Murad y Mehmet decidieron que tendrían solo una mujer junto a ellos mientras que Esmehan se caso con un embajador francés quien lucho día tras días porque se aceptara su amor. Ahora me encargaba de esperar que llegaran mis nietos aunque Murad ya estuviera en camino a darme el primero.







fin 




La verdad es que estoy muy feliz con esta historia, espero que la hayan disfrutado tanto como yo, quiero agradecerle por cada voto, comentarios y lectura son lo que mas ganas me dan de seguir escribiendo historias. Besos y abrazos, nos vemos pronto

Una Historia de Amor DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora