SIETE.

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El intenso beso terminó tan pronto como había iniciado. Jeonghan se separó con tranquilidad e hizo que el chico se levantara.
Jisoo lo miró confundido en busca de una respuesta, pero supo que nada iba bien cuando Jeonghan se dirigió a la puerta una vez más.

—¿Qué sucede?—Jisoo preguntó asustado.

—No tengo ganas de acostarme con nadie hoy, y de cualquier manera, tú no sabes hacer nada para prenderme. Ni siquiera darme un beso—expresó con indiferencia, y limpiando sus labios salió de la habitación sin dar oportunidad al chico de decir algo más.

Jisoo permaneció inmóvil en su sitio tratando de asimilar lo que acababa de pasar, cayendo en cuenta poco después de que, el hecho de que aquel cliente se hubiera ido no representaba buenas noticias.
Salió a toda prisa de la habitación en busca del hombre para intentar hacerlo volver a la habitación, no obstante, cuando abrió la puerta se encontró a sí mismo completamente solo en el pasillo.

Suspiró con resignación aunque también asustado, pues si Joe se llegaba a enterar de lo sucedido, probablemente sería reprendido o algo incluso peor como perder su empleo. Quizá ese trabajo no le agradaba en absoluto, pero definitivamente no se podía dar el lujo de ser despedido en su primer día sin haber conseguido siquiera algún pago.
Pero siendo realista consigo mismo, eso era lo que probablemente sucedería; era casi seguro que el cliente iría a quedarse con Joe y, siendo alguien tan importante, probablemente Joe le creería y le quitaría su empleo sin importar que había llamado la atención de manera positiva esa noche.

Sin ningún rastro de esperanza se dirigió de vuelta a los vestidores para conseguir su ropa de vuelta, pues si iba a ser despedido y echado del lugar, al menos quería irse con dignidad usando ropa que no mostrara más de lo correcto para él.

—¿Qué diablos estás haciendo aquí, novato? Se supone que estabas con Jeonghan. Y por cierto, me parece que tienes que aprender que no te debes robar a los clientes de los demás. Yo estaba atendiendo a Jeonghan antes—Jihwan reclamó con clara molestia empujando ligeramente al preocupado chico.

—Lo siento, yo no sabía que-

—No me interesa lo que tengas que decir, idiota. Solo voy a dejarte en claro que Jeonghan es mío. He servido a ese tipo por un año entero y no voy a dejar que un imbécil sin experiencia como tú venga a quitarme lo que es mío. Así que no te quiero cerca de Jeonghan en los siguientes días. Puede ser que impresionaste a más de uno allá afuera y en realidad no puedo entender por qué, pero yo me voy a encargar de hacer de tu estancia aquí un infierno para que te vayas, así que yo iría con cuidado si fuera tú—amenazó elevando la voz, sabiendo que nadie podría oírlo debido a la fuerte música, y dicho aquello, empujó a Jisoo de nuevo, esta vez lo suficientemente fuerte como para hacerlo caer y posteriormente abandonó el lugar con una sonrisa.

Una vez más, Jisoo permaneció en su sitio por un momento tratando de pensar si realmente valía la pena estar en ese lugar y soportar todo lo que conllevaba, incluida su extraña enemistad con Jihwan. A él jamás le había gustado meterse en problemas y ahora parecía ser que tenía demasiados en menos de un día. No sabía si sería capaz de soportarlo.

Sin poder evitarlo, un par de lágrimas rodaron por sus mejillas y lo único que jisoo pudo hacer fue abrazar sus rodillas y esconder su cabeza entre ellos antes de deshacerse en llanto. No le importaba el maquillaje o si alguien más entraba y lo veía, pues luego de pensarlo, decidió que al día siguiente no volvería. Quizá sería duro vivir como siempre unos días, pero definitivamente encontraría otro empleo.

Finalmente, luego de desahogarse entre lágrimas, se puso de pie y colocó sus prendas de vuelta, retiró el maquillaje corrido y, sin esperar aprobación, abandonó el lugar por la puerta trasera aprovechando que sus compañeros estaban atendiendo a los necesitados clientes.

DOUBLE LIFE 🖤 YoonHongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora