11- Malos tiempos

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A la mañana siguiente, el español despertó con gran pesadez. La mañana transcurrió con normalidad, salvo por un detalle, hoy era sábado y el canadiense no trabajaba, lo que les dejaba un día entero solos. Para el canadiense era una oportunidad pero al español le parecía incómodo, no sabría de qué hablar.

Fueron a sentarse en el sofá, mirando la televisión que previamente encendió el español. El canadiense miraba al español absorto como siempre, hasta que se percató de una cosa que antes había pasado desapercibida. Su parche, ese parche que siempre llevaba con el como si fuera un tesoso que nunca se quitaba e impedía dejar ver al completo su rostro. Para el canadiense era un obstáculo de la belleza del español, pero él quería saber el punto de vista de aquel europeo acerca de eso. Queria saber más sobre él, y tuvo la horrorosa idea de preguntarle.

Can: oye España...- comenzó a hablar el norteamericano- ¿por qué llevas ese parche...? Siempre me lo he preguntado...

El español guardó silencio por unos momentos, era un silencio incómodo y tenso. Se giró lentamente hasta dar con la mirada del otro.

Esp: es...por... cosas que me pasaron...- se limitó a decir el español.

Can: ¿no confías en mi? Puedescontarmelo sin problema- le insistió el bicolor con una amable sonrisa.

Entonces, el español se vio cautivado por esa sonrrisa, dejándose llevar por el momento y abriéndose a alguien por primera vez en mucho tiempo.

Esp: bien... fue... hace mucho tiempo...- introdujo el español su narración.

Historia narrada por España.

Cuando yo era apenas un adolescente, antes del descubrimiento de América, empezaron a ponerse feas las cosas... Había inestabilidad, antes e incluso después de descubrir América. Estaba endeudado con Alemania e Italia... ¡Y además estaba en guerra con Francia y luchando por seguir teniendo mis colonias! Cada vez que me miraba al espejo tenía una grieta nueva, y otra, y otra, y otra... Y dolía, dolía demasiado,sentía como si me exrimieran. Aquellas grietas no solo estaban por mi cara, sino también por mi cuerpo. Siempre llevaba manga larga por eso y hasta usaba maquillaje para taparlas. Todo para no verme débil en aquella guerra. Pero... hubo un día en el que caí... Francia, quien antes era mi aliada y luego me traicionó, me encerró en un ligar oscuro, sin apenas ventilación y vete a saber dónde.

Fra: Se acabó Castilla,te has estado escapando de la guerra por mucho tiempo, y ahora te tengo, aquí, a mi merced, listo para morir...- lo dijo en un tono sádico y con una sonrisa de loca, se me pusieron los pelos de punta.- ¡Y es perfecto! ¡te tengo donde quería! Y ya no vas a emitir ni u puto sonido más...- hizo una pausa pensativa, la cual me hortorizó- o...- continuó aquella pausa mirándome, para luego reír.

Yo forcejeo en un nulo intento de escaparme, pero la muy hija de puta me había atado, y eso me provocaba demasiada ansiedad... y ella... lo sabía...

Fra: te torturaré hasta que mi ejército conquiste y destroze cada puta ciudad de tu territorio...- volvió a emitir aquella risa macabra.

En el claro del bosque ||countryhumans|| Canadá x EspañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora