Mailen
Todo ahora estaba mal, tenia el mundo encima, Andy estaba casado y ahora querían matarme, que mas me falta. Estaba muy cansada ya no quería seguir de esta forma tantas cosas malas a mi alrededor y ni si quiera sabía si mi hermano Billie estaba bien, tenía mucho, muchísimo que no hablaba con él.
Me sentía prisionera al no poder salir de la mansión.
—¿No me has extrañado?
—Ashley, claro que te e extrañado— dije y me gire a abrazar al guapo Purdy. Debí quedarme con el, tal vez ahorita ambos seríamos feliz y estaríamos lejos de aquí, de los problemas, del peligro... De Andy
—Que bien se siente abrazarte y saber que estas bien— dijo hundiéndo si cara en mi cuello
—Ya te enteras te— me separé de él
—Si, no me gusta nada que estés bajo ataque, quiero ayudar— me miró preocupado, en serio que si debí quedarme con él.
—El que tu ayudes involucra a Biersack y no quiero verlo, no quiero tener nada que ver con el nunca más
—Ya lo se y aun que me gustes y ahora tenga el camino libre, te diré que él la esta pasando muy mal. Deberías hablad con el
—Claro, imagino que la está pasando muy muy mal en su luna de miel con su esposa— solté con molestia
—No tuve ninguna luna de miel, amor— escuche su voz y si llegaba a tener corazón juro que en este momento se paralizó, deje de respirar, era él otra vez
Me gire sobre mis talones y ahí estaba, parado mirándome, tenia ganas de correr y tirarme en sus brazos, pero eso ya era imposible
—¿Que haces aquí?— pregunte y lo mire con desprecio
—Necesitaba saber que tu estabas bien y ver qué sigues viva
—Yo creo que mejor me voy— dijo Ashley P dándome una mirada un poco triste, aún no entendía como es que no tome la decisión de quedarme con el, de aceptarlo en mi vida a lo mejor todo sería más fácil —Mai cuídate, cualquier cosas llámame– dijo salió de la habitación, me daba pesar su mirada.
—Ya viste que si estoy bien, ahora vete
—No, aquí estaré y si es necesario montare guardia desde afuera de tu habitación, no me separaré de ti— dijo y con un par de zancadas quedo cerca de mi, su respiración chocaba con mi rostro aquel olor a menta y cigarrillo era delicioso
—¿Que hay de Rossy?
—Ella no es nadie
—Es tu esposa
—Dije que no es nadie, aquí la única señora de Biersack eres tu— dijo y me tomo por la cintura —Ella vendría siendo la otra
—Andy, yo soy la otra
—No, tu eres la oficial, eres mía, eres Mailen Carolyn Motionless de Biersack... Aun que deberías ser Armstrong, pero se que te quitaste ese apellido y ahora llevas el de Chris— dijo Andy rodando los ojos
_¿Estas celoso?— pregunte divertida
—No— dijo evitando mirarme
—Lo estas— me burle de el
—Bueno si, tu eres mía y el... Agggh— hizo su drama, puse mis manos en sus mejillas y lo obligue a mirarme
—Soy tuya y tu eres mio— dije y uní nuestros labios
