Hace 500 años
Castillo Armstrong, TransilvaniaLa familia mas poderosa después del conde, eran los Armstrong, ellos tenían mucho poder y demasiada gente daría su vida para protegerlos.
En una noche de tormenta, se escuchaban fuertes golpes en la puerta, Margareth Armstrong corrió a abrir.
—¿Que ocurre?— pregunto al ver a su esposo empapado y con un semblante sombrio.
—La corte ha determinado que somos traidores y quiere matarnos— dijo con tristeza, detras de el venia su hijo Billie Joe Armstrong.
—Tienes que llevártela— dijo aquel joven —Ella tiene que sobrevivir y tú también
—No, no los dejare solos. Puedo mandar a Carolyn lejos— dijo aquella mujer con lágrimas en los ojos
—No, tienes que irte mujer— él hombre tomo a su mujer de los brazos —Quieren matarnos a causa de una profecía
—¿Que clase de profecía?
—Carolyn sera la causa de la muerte de la corte Vampírica— contesto Billie —El viejo brujo dice que gracias a eso quieren eliminarnos, nos consideran una amenza para ellos y mas que nada a mi hermana
—No, no puede ser— dijo la mujer temblando por el miedo
—Hay algo más— la mujer miro a su esposo y noto como su semblante se ensombrecia mas —Nuestra Carolyn, de todas formas morira
—¿Como? ¿Porque?
—Madre, Carolyn a conocido al Conde, él esta profundamente enamorado de ella— contesto el joven —Van a matarla por eso, pero tú madre tienes que sobrevivir.— el joven trago saliva —Ella volvera a ti, pero sera diferente y tu tendras que hacer todo en tus manos para que así sea
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—Madre, ¿Que ocurre?— la joven estaba asustada, no entendía porque habían tenido que salir tan repentinamente del castillo. No pudo despedirse de su padre o de su hermano
—Tenemos que irnos, cariño. Vienen por nosotros— Margareth sabía que a pesar de tratar de estar lejos del castillo la vida de su hija llevaba el tiempo contado.
Lograron llegar al pueblo. Encontraron la casa que Billie le había dicho a su madre y solo costaba esperar que todo sucediera.
—Sabes que te amo con mi vida hija— dijo aquella mujer
—¿Que pasa realmente? ¿Porque parece que te despides de mi?— justo cuando la muchacha terminaba de preguntar seis hombres entraron de golpe a la casa.
Fue inutil pelear o resistirse. Margareth fingió estar muerta, así debía ser. No sabe cuanto tiempo paso pero escucho entrar de nuevo a alguien. Era el Conde
Tenian razón, él había venido por su hija, pero habia llegado tarde. Ella estaba muerta.
400 años después
Castillo Hellsing, Transilvania.—Tienes que cuidarla— Margareth tomó a su hija en brazos y se la entrego a aquel hombre del que se habia enamorado —Prometeme que haras que ella tenga una vida feliz
—No entiendo, ¿Porque haces esto?— pregunto el hombre con lagrimas en los ojos —Es tu hija, no puedes abandonar la
—Comprende que intentaran matarme y matarla, no puedo protegerla. Tienes que cuidarla y postergar lo mas que puedas la verdad. Ella debe tener una vida normal.
—No puedo hacerlo
—Claro que puedes, hazla feliz, yo se que la criaras lo mejor posible— la mujer puso su mano en el rostro del hombre —Eres un buen padre, y yo se que la protegerás con tu vida y que sabras guiarla bien y prepararla para su destino. Ella tiene que acabar con la corte que me matara. Pero tienes que postergar ese momento lo mas que puedas
—Te juro que hare lo que sea necesario para que así sea— contesto el hombre