Confusión...
Temor y pánico fueron las sensaciones que rodearon a Lan SiZhui. Fue tan abrumador que apenas pudo pensar en nada más.
Su cuerpo ardió y el corazón palpitó con tanta fuerza que temió morir debido a la sobre excitación.
Adoptó la forma de un ser incorpóreo, invisible e intangible. Al mismo tiempo, un espectador del mismísimo infierno.
Su capacitación como discípulo Lan le había preparado para cierta cantidad de horrores al enfrentar una caza nocturna, sin embargo, lo que estaba experimentando no era ni remotamente cercano a lo esperado.
Ya que no hubo manera de lidiar con aquello que no podía ver o reconocer. A su alrededor, bosques de árboles muertos y las tinieblas bloqueando la dirección del sol. La incertidumbre provocó vértigo y mareo. Su voz se restringió en su garganta, imposibilitando cualquier clamor.
Entonces reconoció, con gran pesar, que nadie acudiría en su auxilio.
Poco a poco fue golpeado por un desagradable hedor nauseabundo, y sobre su cabeza, en la copa de los árboles, entrañas humanas y pieles decoraron la naturaleza como un espectáculo artístico. Lan SiZhui tuvo que reconocer aquello como la imagen más horrida imaginada jamás.
Por sus tobillos se elevó un estanque de alquitrán, golpeando contra sus pantorrillas cuales olas violentas, pero no lograron desestabilizarle.
Hubo cuerpos a medio descomponer, y cadáveres de carne putrefacta emprendiendo una marcha lastimera. Antes de reconocer nada dentro del paisaje onírico, se escucharon los gritos y lamentos agónicos de las almas de los fallecidos.
Más a fondo, en lo que ahora parecía una cueva de piedra oscura, se presenció el alarido de los muertos, desgarrando carne, y quebrando huesos como astillas.
La voz de un joven hombre se alzó en un alarido desolador... Era el tipo de lamento de alguien a quien la vida se le iba de las manos.
El grito fue tan perturbador que los oídos de SiZhui se ensordecieron una cantidad de tiempo significativa. Cuando su capacidad auditiva regresó, percibió el vitoreo de alegría de otras personas ante la muerte de tal criatura lamentable. Para su sorpresa, el ruido se sofocó por el crujir de la madera y una pira ardiendo a pocos metros de él.
Previo a inspeccionar las formas sin vida en el montículo de cadáveres, fue arrojado fuera del sueño.
***
Lan SiZhui abrió los ojos, sintiéndose enfermo por tan tortuosa pesadilla.
Reconoció su cama, los techos familiares y la quietud pacífica de la noche.
Su corazón no pudo relajarse pese a que el peligro había sido producto de su imaginación y mente. Y fue incapaz de ignorar el golpeteo doloroso e intenso dentro de su caja torácica.
Extendió la mano sobre la frente y limpió la fina capa de sudor frío que le empapó. Esto provocó que el cabello se le pagará al rostro y sus túnicas de dormir se humedecieron al punto en que resultó poco grato permanecer en la cama.
Ansioso por limpiar la desagradable sensación, decidió abandonar la comodidad de las mantas. Sin embargo fue más complicado de lo esperado; incluso si desease cambiar sus túnicas sucias, era imposible. Lan Yuan giró sobre su almohada, y notó la ausencia de luz exterior. Si era pasada medianoche, se encontraría en un gran inconveniente, ya que el resto de discípulos retozaban en absoluta paz. Sería inoportuno hacer cualquier ruido, incluso salir del toque de queda podría ser penalizado.
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Alma encadenada a la sangre
General FictionPerturbadores sueños amenazan las noches de descanso de Lan Yuan. Las voces de los muertos guían su camino hacia el LuanZang. En sus andanzas, encuentra aquello que su padre perdió hace trece años. O- SiZhui experimenta terribles pesadillas y est...