IV. Cacería nocturna

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Dioses! ¿Quién demonios hizo esto?" chilló Lan JingYi.

Su voz fue tan ruidosa y estridente que la bandada de cuervos sobre los árboles alzaron vuelo asustados.

Una lluvia de plumas negras cayeron sobre sus cabezas y el cadáver frente a ellos. SiZhui apenas registro al ave de exotico pelaje negro que se posó sobre su hombro antes de retomar el vuelo.

"JingYi, lenguaje" advirtió el joven discípulo Lan.

"¡¿Ah?! ¡Solo miralo!, ¡¿Acaso no sientes arcadas?!" apuntó sin pudor en dirección al cuerpo desnudo. Lan SiZhui no se perturbó, y notó al resto de los jóvenes discípulos dentro del comité cubrirse la nariz debido al hedor del cuerpo en descomposición.

"Por favor, ten respeto por esta persona"

Lan JingYi se mostró dispuesto a añadir más, pero guardó silencio cuando el cultivador que monitoreaba su cacería se hizo presente preguntando si estaba todo en orden.

Los chicos mintieron, tratando de mantener la cara frente a la misión. Cuando el hombre desapareció entre los arbustos para hacerse de pistas, se permitieron teorizar.

Frente a ellos, una perturbadora escena del crimen. Aún era debatible discernir si se trató de un yao o un espíritu vicioso. Asumieron que podría tratarse de una maldición, aunque aún necesitaban recabar todas las pistas posibles antes de llegar a una conclusión.

De acuerdo a las características físicas se entendió que los restos humanos pertenecieron a una mujer. Un discípulo de la secta OuYang liberó una de sus túnicas y la posó sobre las partes íntimas de la joven a fin de proporcionar algo de pudor a su cuerpo. El cuerpo en severo estado de descomposición se destacó por la ausencia de la cabeza. No parecía decapitada por una cuchilla, fue más como si la misma hubiésemos sido arrancada desde la unión del cuello. De igual manera, manos y piernas yacieron colgando sobre los árboles, convirtiéndole en una vara humana. Los senos le fueron arrancados y el hecho más perturbador, tan inquietante como podía parecer, fue que su piel había volteada, exponiendo tejidos y nervios.

Fue un crimen atroz, y sumamente violento. La muerte de la mujer debió ser terrible. No fue de extrañar que los pobladores llamaran en su auxilio con tanta urgencia.

Lan SiZhui, dio un vistazo a la bandada de aves sobrevolando en las cercanías. Los animales trazaron círculos en el área, lo que resulto curioso. Sin turbación dijo "Hay restos del cuerpo por allá, probablemente la cabeza"

Nadie dudó de sus palabras, pues era sabido que los cuervos carroñeros sobrevolaban espacios donde encontrar carne pútrida para devorar.

Un par de discípulos de OuYang y Lan corrieron en esa dirección. Mientras tanto, el resto de chicos dieron una mirada al cadáver en búsqueda de indicios.

Cuando la túnica fue levantada, los chicos se cubrieron la nariz, SiZhui colocó la manga de su uniforme como acto reflejo, sin embargo apenas registró el hedor de la podredumbre.

Lan JingJi le había preguntado alguna vez, si había atrofiado su sentido del olfato cuando niño, pero SiZhui, cuyas memorias eran difusas, no pudo recodar un episodio semejante. Había recurrido a los sanadores comentando su caso, pero no supieron dar un respuesta a su situación.

Escuchó el débil sollozo de una mujer. Los lamentos calaron en lo profundo de su alma y se sensibilizó. La joven era mayor a ellos dos o tres años, y parecía una campesina.

Después de que la dama le reconoció, Lan SiZhui dio una pequeña reverencia más no se atrevió a hablarle directamente. Levantó la túnica con cuidado y pronunció una disculpa en voz alta, a espera que el espíritu escuchara sus palabras.

Alma encadenada a la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora