Todo lo que a Tengen hace feliz le pertenece, es natural entonces que tarde o temprano ese extraño barman con sabor a granadina también sea suyo.
AU moderno. Tengen alfa x Gyutaro omega y Douma alfa x Gyutaro
Pizca de Rengiyuu.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No puedes salir a dar rondas así, corazón, vas a tener que quedarte en la barra hasta que sanes.
Los dedos de Douma, sorpresivamente, recorren con delicadeza su rostro magullado.
Definitivamente ese puto día de mierda no podía empeorar así que al menos debe agradecer a Kokushibo por la paliza que le dio en lugar de otro tipo de advertencia.
—¿No pagaste los intereses? Escuché que habías tenido buenas propinas, creí que con una semana en las rondas lograrías juntar al menos eso.
—Lo había juntado pero en algún momento lo perdí y hoy era día de paga.
—Ch, ch. Que mala suerte cariño.
Apartó el rostro al escucharlo, aunque suena preocupado y lleno de dulzura tiene la sensación de que Douma está gozando de más el ser quien le cure y maquille.
«Te sigue gustando verme sufrir, sucio bastardo.»
—Quizá en la barra logres juntarlo de nuevo... O quizás~
Dedos traviesos caminaron por su uniforme apretado, el tono cantarín acompañó a los arcoíris brillando con lascivia.
—Termina ya, no estoy de humor.
Sonó rasposo y violento. Douma le sonrió.
El maquillaje fue terminado con un beso en la comisura de los labios. Gyutaro prefirió marcharse, rendido por el día que ya duró demasiado y que casi termina de disolverlo en bilis.
Por más que lo ha intentado no ha podido dejar de pensar en el estúpido maestro de arte que tanto lo jode y que ahora resulta "estar enamorado".
Su mente gira y gira en torno a todas esas idioteces que lo hacen apretar los puños hasta que sus uñas lo cortan. Sus palmas están llenas de costras de media luna, en compensación por los rasguños que ha dejado de hacerse porque a Ume no le gustan.
"Mi enamoramiento... Mi enamoramiento... Enamoramiento."
La voz de Tengen se ha repetido tantas veces en su cabeza que ya incluso la palabra dejó de hacerle sentido.
«Alfa de mierda ¿Te crees gracioso?»
En realidad, ya nada hace sentido en su mente. Su cuerpo se mueve autómata en el trabajo, prepara las bebidas y atiende con el mejor esfuerzo de sonrisa pero su atención está en sus alrededores, cuidándose del momento en que el pintorcillo se atreva a acercarse.
Estará listo para la huida.
Pero odia tener que cuidarse y pensar en huir.
Además, ya no es sana la cadena de pensamientos que está siguiendo. Su odio hacia el alfa albino pasa al odio hacia Douma, de eso pasa a su odio general hacia la gente hermosa, después a su auto-odio y luego a su detestable naturaleza omega... Y el bucle vuelve a iniciar.