Todo lo que a Tengen hace feliz le pertenece, es natural entonces que tarde o temprano ese extraño barman con sabor a granadina también sea suyo.
AU moderno. Tengen alfa x Gyutaro omega y Douma alfa x Gyutaro
Pizca de Rengiyuu.
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—¿Esperas que crea que no hiciste nada? Giyuu renunció justo después de hablar contigo anoche ¿Qué mierda le dijiste?
—¿Giyuu? Yo sólo conocía a Depresión– se siente bien, realmente bien.
Ojo por ojo, favorito por favorito, o algo así. Si Douma le quita a su cliente especial entonces él le quita a su empleado especial.
Al fin poder ser quien sonríe en el encuentro le complace tanto que casi no le importa lo que el rucio pueda hacerle para vengarse.
Sabe que el prolongado silencio se debe a que Douma está buscando dónde atacar.
—¿Tu perro ya aprendió a leer? Seguramente ya se dio cuenta de que él mismo te condenó a quedarte a mi lado, puede que en ese tiempo te vuelvas igual de servicial que Giyuu.
—No lo creo, mi perro sabe hacer muy buenos trucos. Su celo es la gloria.
Agradece que Tengen no esté presente para escucharlo, seguramente le costaría la vida entera siendo molestado con eso y una demostración para que hable con provecho.
Douma tiene esa cara de fastidio e incredulidad que pocas veces le ha visto, de no ser porque incluso lleva puesta una sudadera de Uzui seguramente se aferraría a la idea de que le debe estar mintiendo.
—Voy a tener que mostrarles lo que ocurre cuando intentan quitarme algo.
El olor picante de la canela le aturdió, una nueva expresión apareció en el rostro del alfa, una que le borró la sonrisa y le hizo erizarse bajo la sudadera gigante.
—¿De qué mierda hablas?
No respondió, miró al calendario y supo la única razón por la que Gyutaro se dignaría a subir a su oficina luego de no anotarse al turno extra.
Sabe que Shabana trabaja toda la semana y apenas se toma un descanso a fin de mes para ocuparse del pequeño lastre al que le gusta culpar de su separación.
—Saluda a la dulce Ume de mi parte.
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Soportó a Douma cuando le avisó que tomaría su día de descanso, logró arrancarse a la sanguijuela de Uzui que se indignó por no ser invitado a la reunión familiar y volvió a hacer el largo recorrido en motocicleta.