Capítulo 38: "New year's day"

655 17 0
                                    

38 | "New year's day"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

38 | "New year's day"

Asia.

—Estás increíble, rizos...

Me acerco hasta su altura acomodándome el vestido plateado de brillos que cae sobre mi cuerpo y deja ver mucha piel de este. Es un vestido de esos que Cristel ha diseñado y aunque enseñe gran parte de mi cuerpo me siento cómoda usándolo. Creo que nunca antes me había imaginado llevando un vestido de este tipo. Ni siquiera sé qué hago haciéndolo, pero lo estoy llevando y me siento increíblemente sexy esta noche.

—¿Te gusta?

—Joder, me encanta—toma un respiro mientras me detalla—Me has dejado sin palabras nada más salir por la puerta.

Rai está a medio vestir aún, se está abotonado la camisa pero la ha dejado simplemente para mirarme a mí. Puedo ver que no aparta la vista de mi deslumbrante vestido y que tiene la boca medio abierta aún sin creérselo. Yo me acerco para terminar de abrocharle la camisa y puedo notar que se tensa un poco bajo mi roce. Siento cómo su pecho sube y baja y su mirada me detalla. Le siento. Siento que no deja de mirarme intensamente y eso hace que me ponga un poco nerviosa. Levanto la mirada cuando termino de acomodarle la camisa y afirmo que tenía razón, porque me estaba mirando tan intenso que incluso tengo que pestañear varias veces. La tensión es increíblemente fuerte. Así que desciendo nuevamente la vista y me quedo mirando su pecho mientras jugueteo con los botones de su camisa. En ese mismo instante noto como su mano se posa en mi barbilla y me obliga a mirarle directamente a sus ojos.

—Nunca dejes de mirarme.

Y es casi como si fuera una súplica. Sus ojos me lo piden y sus labios me dan la orden. No puedo evitar que un par de mariposas revoloteen en mi interior cuando lo dice, su voz es capaz de erizarme la piel al instante.

—Nunca.

Entonces sus dedos que estaban apoyados en mi barbilla ahora rozan mi mejilla tan solo una vez, pero lo hacen lentamente y eso hace que mis neuronas colapsen ante el roce.

—Tenemos que irnos—dice pero sé que prefiere quedarse aquí antes que tener que salir ahí afuera.

Yo asiento con mi cabeza para darle la razón, pero ninguno de los dos es capaz de moverse, estamos el uno pegado con el otro y con nuestras miradas clavadas. Pero cuando tocan a nuestra puerta inesperadamente hace que perdamos el contacto y nos separemos para poder abrir la puerta. Es Cristel. Quien viene a ver cómo queda su vestido para además de hacerme unas fotos para subirlas a redes para poder fardar de su diseño.

—¡No me lo creo, estás preciosa!—se tapa la boca muy sorprendida al verme y seguido de esto emocionada me da un abrazo.

—Gracias por el vestido, es maravilloso, Cristel.

—Es todo un gusto que los lleves tú, creo que mis creaciones te quedan estupendamente. Estás...

—Está preciosa—responde Rai acercándose terminando la frase de Cristel y listo para irnos.

Hasta la última canción #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora