Colette
Sentía mi cuerpo entumecido, todo me dolía, me negaba a abrir los ojos.
Cuando quise moverme sólo un poco, un dolor horrible en el abdomen me llenó y no pude evitar soltar un quejido.—Los puntos se desgarraron, tuve que hacer la curación desde cero, la cicatriz será algo... llamativa —me dijo molesto. Ni siquiera yo estaba molesta y lo estaba él.
Apreté los ojos.
Sabía muy bien que en el segundo en el que los quisiera abrir y me quisiera levantar, el maldito viejo comenzaría a joder.
¿Por qué me dejé convencer de volver?
Ah, cierto, por sus palabras de que me costaría más... y el sexo, por supuesto. ¡Putas necesidades!—No molestes viejo, con el dolor me basta y me sobra —dije y lentamente me levanté.
Él se acercó para ayudarme, pero negué y lo hice sola.
—¿Seguirás molesta? —preguntó mientras exhalaba el humo de su cigarrillo—. Se supone que una persona con el sexo se pone alegre.
Me acerqué y le quité el cigarro para llevarlo a mis labios.
—Siempre estoy molesta Vizla, eso no es algo nuevo —comenté y me dirigí al baño.
Escuché sus pasos detrás de mi, pero no le dije nada, simplemente seguí mi camino y al llegar me vi en el espejo.
—Mierda —susurré al ver mi reflejo—. Ahora sé porque voy a morir soltera... —me dije horrorizada. Era como si hubiera envejecido cincuenta años.
Escuché que Duncan gruñía pero no le hice mucho caso. No me asustaba. Yo daba más miedo.
—Vamos —me desnudó y me ayudó a bañarme.
Lo hubiera golpeado pero realmente me estaba costando mucho el estar de pie.
Nadie decía nada, él sólo me ayudaba a lavar mi cuerpo, me daba una mirada rápida al rostro y notaba mis muecas de dolor; cuando llegó a mi cabello, lo miró fijamente un momento y después lo lavó.
—Gracias —dije cuando me sacó de la regadera. Me sentía inútil, pero no era momento de ello.
Él simplemente asintió y me envolvió con una gran toalla púrpura.
—Sabes que tenemos una charla pendiente, ¿cierto? —me miró serio.
Asentí lentamente, lo sabía pero no quería, me puse mi pijama y suspiré al ya no tener una excusa.
Sentí su mirada sobre mi, me senté en la orilla de la cama y lo observé, se veía cansado, me miraba fijamente como esperando a que yo dijera algo.
Obviamente no dije nada, no quería hablar, una parte de mi aún quería irse lejos de aquí, lejos de él y la otra parte... sabía que necesitaba descanso, mi cuerpo estaba realmente débil y no podía forzarlo más.
Mi estómago me salvó de esta mierda, comenzó a sonar con fuerza, Duncan suspiró, se levantó y me tomó en brazos para después salir de la habitación.
—Hablaremos después del desayuno —me dio una mirada rápida.
Cuando me dejó sentada, lo vi como se movía por la cocina, cada dos minutos me daba una mirada, creo que aún piensa que saldré corriendo en cualquier momento... si no estuviera herida, lo haría.
—Aquí tienes —dejó un plato frente a mi.
Se veía realmente delicioso.
—Gracias —murmuré y comencé a devorarlo sin vergüenza.
¿Por qué mierda quería hablar ahora? Él era el que se negaba a hacerlo y ahora me estaba jodiendo para hacerme hablar; era obvia la maldita razón por la que decidí irme, maldito viejo.
—Merde —dije casi para mi.
Sentí la mirada del viejo sobre mi, pero no le di importancia, no quería sentirme así, me negaba a hablar y él debería de respetarlo, maldito viejo.
Cuando menos me di cuenta, ya no tenia nada en mi plato, sabia que Duncan ya lo había visto, pero de nuevo quería ver si yo era la primera en hablar, algo que obviamente no haría.
—Nunca mencionaste tus drogas —dijo molesto.
Levanté los hombros.
Oh no, con ese tema nadie se mete...—Es mi vida, no es como que te deba explicaciones —respondí mirando para todos lados como si fuese ridiculo.
—¿Quieres que esto funcione? Entonces tendrás que contarme todo —exigió.
—No, estás súper equivocado... yo no voy a contarte eso —negué otra vez pero más molesta—. Primero tú eres quien no quiere hablar y ahora mágicamente quieres exigirme que te cuente de mi vida como si nada, no, a la mierda. Con que cara me lo pides.
—Lo estoy intentando, no entiendo porque ahora estás en esa parada de no querer nada.
—Porque me heriste —confesé.
—¿Y es tan difícil volver a intentarlo? Estábamos súper bien durante el sexo.
—¡El sexo no cambia nada!
—¡Eres tan jodidamente cerrada, Colette! —me gritó. Bajé la mirada y no le dije nada, seguía hablando... y hablando, y hablando. Pero no, era como hablarle a una pared.
—¡YA BASTA! —me levanté y enseguida me arrepentí. —No es no viejo, yo no te obligué a hablar sobre una mierda, así que ¡deja de intentar hacerlo conmigo! Yo fui la primera en querer hacerlo y tu fuiste el cerrado, así que a la mierda ya no quiero nada. —después de mi verborrea me fui a mi habitación.
Lo último que vi, fue la sorpresa en su rostro, pero ya no fui capaz de decir algo, ya que enseguida el arrepentimiento llego a mi, junto a la vergüenza.
—Maldita sea Colette —murmuré—. Siempre tienes que arruinarlo todo, ahora el se va a ir y te odiará —seguí murmurando, pero mi voz se rompió.
¿Que hacer cuando sigues siendo presa de tu pasado?
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Dream On 😈Duncan Vizla& Colette Dubois😈
FanfictionUn ex sicario que solo quiere olvidarse de su pasado, disfrutar de su jubilación y estar solo. ¿Que sucedería si conociera a una Francesa que es mas de lo que el ve?