Duncan
(Agárrense porque esto se vendrá fuerte)Mi petite puce está muy callada desde que la encontré en el bosque. Sé que deberá pensar que la había abandonado, le he dicho la verdad. Además ya vio a su perra... pero sigue callada.
Deberé cambiar eso.—Vamos a dormir, Colette —la mire mientras ella jugaba con su perra.
Me observó un momento, si debo adivinar, está preguntándose si en verdad me quedaré con ella y la respuesta es obvia. Tiene un problema con el abandono y las cosas que a veces hago no ayudan.
—De acuerdo —se levantó.
Yo fui a abrir la cochera ya que ahí era donde dormía la perra. La dejé y después subí hasta la habitación de Colette.
—¿Puce? —pregunté buscándola con la mirada.
—Baño —respondió sin más.
Me encaminé hasta el baño y la vi alistándose para tomar un baño.
—¿Me vas a bañar ahora? —levantó una ceja.
La miré curioso y sonreí de lado negando con la cabeza.—No juegues con fuego, te espero en la habitación. —la mire y salí. A los segundos ella me alcanzó. Al darme vuelta me di cuenta que estaba desnuda y llena de cicatrices que a simple vista no se veían. Algo dentro de mi me hizo mirarla con otros ojos, el odio que sentía por lo tonta que era había desaparecido. Su mirada de arrepentimiento y su cabello alborotado me tenían a sus pies. De su boca no salió ni siquiera un "lo siento" debido a su orgullo que no se lo permitía.
Me quite la ropa delante de ella y la cargué hasta la ducha. La metí debajo del chorro de agua y miré como pasaba por todo su cuerpo, incluso ella ayudó a que mi cuerpo reaccionara al tocar el suyo sin dejar de mirarme fijamente. Acariciaba sus pechos y apretaba sus pezones mordiendo su labio.
Mis manos apretaron sus glúteos y la pegaron más a mi intimidad. Ella apretó sus piernas a mis caderas y se acercó a mi rostro; atrapó mis labios con los suyos y movió su lengua con insistencia delatando así, lo mucho que me había necesitado. Y lo mucho que me odiaba, por supuesto. "El sexo con odio se siente mejor" me dijo una vez.Sus manos subieron a mi cabeza y me quitó el parche, mordió su labio al verme completamente vulnerable ante ella. Tiró mi cabello hacia atrás y su boca fue a parar a mi cuello, gruñí por lo bien que se sentía. Estaba dominándome. A su vez, movió sus caderas lentamente contra mi miembro que se encontraba erecto entre nuestros cuerpos. Sentía sus calientes y mojados pliegues empaparme.
La pegué a la pared con un poco de brusquedad y separando su cuerpo del mío, tomé mi miembro y jugando un poco con su entrada mientras la miraba fijamente... lo metí sin que lo esperara. Sus ojos se pusieron blancos hasta que la metí completa.
La tomé de nuevo con mis manos y agarrando sus glúteos casi metiendo mis uñas la moví con rapidez haciendo que nuestros cuerpos sonaran.
Colette gemía pidiéndome más. Mi cabello se pegaba en mi frente y apreté los labios hipnotizado por el placer.
Ella apretaba mi pecho con todas sus fuerzas.Suspiré y la bajé de mis caderas, la di vuelta al igual que a una muñeca de trapo. Puse sus manos en la pared, arqueé su espalda y se la metí nuevamente. Una de mis manos agarró su vientre y la otra su cuello haciendo que me mirara a los ojos, pero no podía, sus ojos en blanco me calentaban como nunca.
Le di duro una y otra vez enseñándole a respetarme.
A qué no podría odiarme si la hacía sentir tan bien. Solo yo era su dueño.Le escupí en la boca y la besé.
Ella no dejaba de sonreírme.
—Me encantas, maldito viejo —me dijo en voz baja y entrecortado. Le di una nalgada fuerte haciendo que resonara en todo el baño. Le di otra... y otra... y otra... hasta que su piel se irritó. Su cuerpo temblaba, no quería que acabara todavía así que me detuve y la cargué de nuevo hasta la habitación. Yo no me encontraba tan mojado por la ducha, puesto que pocas veces me acerqué al chorro. En cambio Colette dejaba todo mojado a su paso.Llegamos a la habitación oscura, nada alumbraba más que la luna desde la ventana atravesando las delgadas cortinas. Colette me mordía mientras yo caminaba, jadeaba por lo bien que se sentía su lengua en mi piel.
La senté sobre la mesa que allí se encontraba y volví a cogerla como le gustaba.Sus pechos se golpeaban contra el mío al igual que su intimidad contra la mía. Sus manos firmes en mi cuello y yo en sus caderas.
Miré sus pechos, le escupí a uno y lo metí en mi boca donde succioné e hice lo que quise con su pezon. Colette seguía gimiendo a todo pulmón. Estaba tan duro.
Hice lo mismo con su otro pecho pero esta vez me lo metí en la boca lo más que pude; Colette estaba empujando mi cabeza para que no me alejara. Ella ahogó mis gemidos con su pezon. Que delicia.De repente dejó de sujetarme, bajó una mano hasta el cajón de la mesa, lo abrió como pudo; el compartimento se encontraba a su derecha. Y sacó un objeto de cuero con una cadena. Me detuve y la miré interrogante.
Ella acercó su boca a mi oído y jadeante me susurró: "vamos a ponernos un poco salvajes".
Se separó de mi y con una agilidad impresionante me puso el objeto en el cuello. Se trataba de una correa, al igual que a un perro me tenia.
Tiró la cadena acercándome a su rostro y me dijo:
—Cómeme.Sabía a que se refería.
Salí de ella, acomodé sus glúteos al borde de la mesa, puse sus piernas en mis hombros y hundí mi boca ahí. Con mi lengua separé sus pliegues y besé su sexo de lleno, Colette jaló de la cadena temblando, empujándome más adentro mientras gemía. Acaricié su clitoris con la punta de mi lengua lentamente, besándolo. Más fluidos salían.
Colette movía sus caderas contra mi boca.
Esto me ganaba por haberla dejado tanto tiempo sola. Me estaba castigando. Pero no sabía que esto para mi no era un castigo.Me tragué todos sus fluidos haciendo que más temblara. Me levanté y me volví a meter en ella.
Su mano jaló más de la cadena acercando mi rostro al suyo; me besó con desesperación y me susurró: "acaba conmigo".
Apreté los labios e hice más intensos y rápidos mis movimientos. Apreté las manos en la mesa haciendo que esta se moviera por la fuerza que estaba ejerciendo. Colette no soltaba la correa.Hasta que acabó.
Soltó un gemido profundo.
La seguí cogiendo hasta que sentí que acabaría, saqué mi miembro y eyaculé en su abdomen. Mi respiración era un lío.
Observé cómo ella se entregaba a la mesa y soltaba la cadena, su palma tenía la marca de la misma y al rojo vivo. Me quité la correa, mi cuello igual estaba rojo e irritado.
La cargué en mi nuevamente, la limpié de mi orgasmo y la metí en la cama. Ella se giró a mi, puso una de sus piernas encima de mis caderas y uno de sus brazos sobre mi pecho con su mano acariciando mi cuello.
Mi mano acariciaba su espalda.—No me vuelvas a dejar —ordenó.
Se creó un silencio, sonreí un poco mirándola desde arriba. —Te amo, Vizla —añadió con el mismo tono.
ESTÁS LEYENDO
Dream On 😈Duncan Vizla& Colette Dubois😈
FanficUn ex sicario que solo quiere olvidarse de su pasado, disfrutar de su jubilación y estar solo. ¿Que sucedería si conociera a una Francesa que es mas de lo que el ve?