Blank Space

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Duncan se encontraba sentado frente a la cama de Colette, tres días habían pasado desde el incidente del centro comercial y ella aún no despertaba.
El hombre se había hecho cargo de ella, la limpió, la curó y ha estado al pendiente de ella.

—Bien —murmuró al quitarle el suero.

Volvió a tomar asiento, mientras fumaba su cigarrillo, su mirada nunca salía de la chica dormida sobre la cama, nunca lo podría decir en voz alta pero aquella chica le preocupaba y sabia que era mutuo, ella ya lo había demostrado.

—Tu perra se quedó en un refugio, dejé dinero para su cuidado —expulsó el humo de sus pulmones—. Y seguiré mandando para asegurar que la cuiden bien —asintió mientras hablaba.

La observo con detenimiento, sus piernas tenían grandes moretones, al igual que su abdomen y brazos; su rostro, su precioso rostro estaba incluso peor, lo cuidó lo mas que pudo, pero tuvo que suturar y sabía que aquello le dejaría algunas cicatrices.

La observo con detenimiento, sus piernas tenían grandes moretones, al igual que su abdomen y brazos; su rostro, su precioso rostro estaba incluso peor, lo cuidó lo mas que pudo, pero tuvo que suturar y sabía que aquello le dejaría algunas cicatrices

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Pasó el tiempo, ella no le respondía ni siquiera se movía de su posición.
Media hora después Duncan se dio cuenta.

—No me molesta que me mires, extrañamente me da paz —habló. Ella le dio una sonrisa no muy abierta en respuesta.

—Y a mi me quita el dolor... —confesó—. No había estado tan golpeada desde, pues... —hizo una pausa dando una risa nasal—. Comencé a pelear desde muy pequeña. Una sola vez me dejaron como saco de boxeo, esta sería la segunda vez y siéndote sincera, pensaba que sería contigo.

Duncan sonrió.
De la única manera que sabía, sin ser muy expresivo.

—Jamás te golpearía.

—Si, eres muy caballero... jamás golpearías a una mujer.

—No, jamás te golpearía a ti, Colette —respondió muy sincero—. Han pasado muchas cosas durante tan poco tiempo y me recordó cuando estuve en la misma situación, quiero evitar que termines como yo... —continuó y bajó la mirada. Colette se dio cuenta que se trataba de su aspecto físico. Pero a ella le gustaba como lucia, le atraía demasiado.

—Mira, yo no terminaría tan sexy como tú... ni la mitad —dijo queriendo hacerlo reír. Duncan lo hizo, por primera vez—. ¿Sabes que es esto? Un espacio en blanco muy necesario para los dos...

—No quiero conocerte Colette, ya basta —comentó estando enojado en broma—. Eres tan pesada.

Colette se sentó sacando fuerzas donde no tenía para estar más cerca de él.
—Y haces bromas, tenemos un progreso.

—No he dicho que sea una broma, te encanta que pasemos momentos incómodos... pude notarlo la vez que me contaste de tu pasado. Eso fue incómodo.

—Pero con eso hice que el hombre más frío del mundo se ablandara y me agarrara cariño, nuevo récord —confesó—. Espero ser la única mujer con la que has sido blando, porque eres demasiado bueno como para que te hagan daño.

—No soy bueno, Colette —dijo y encendió otro cigarro. El humo rápidamente salió por sus fosas nasales—. Ni tú ni yo somos buenos, debes dejar de pensar en eso.

—A ver, cuéntame tu historia... Black Kaiser —respondió y le hizo una seña con la mano para que le entregara el cigarro. Lo hizo. E inmediatamente encendió otro. Colette se lo llevó a los labios y aspiró profundo cerrando los ojos, extrañaba esa sensación. Sus pulsaciones se redujeron, incluso su dolor físico.

Duncan lo pensó mucho.
Veinte minutos contando sin sentirse presionado por el comentario de la muchacha.
—Yo también quiero un nombre intimidante... Black Kaiser... impresionante —añadió haciendo un gesto con la boca.

Petite Puce, ¿te gusta ese? —preguntó. Colette lo apunto con un gesto en su boca de "¡como te atreves!". Le había dicho: "pequeña pulga" en un perfecto francés—. Como andas por ahí pica que pica, no te puedes quedar tranquila.

—Retráctate ahora mismo —ordenó ella. Él negó con la cabeza y tomó una botella de alcohol junto con un vaso después de apagar el cigarro, o lo que quedaba de este.
Lo llenó lentamente y dejó la botella al lado.

El hombre bebía su trago tranquilamente, mientras pensaba seriamente en contarle su pasado a Colette, a la ultima mujer con la que se había abierto tanto... Ni siquiera quería volver a pensar en eso.

—No tienes que contarme nada, ¿lo sabes no? —lo miró con una pequeña mueca y le pasó la colilla para que la apagara en el cenicero junto a él—. ¿Me gustaría saberlo? Obviamente —asintió mientras miraba la pared.

Duncan la miraba atentamente, la vio suspirar y negar mientras se frotaba el rostro con violencia, inmediatamente se arrepintió se hacerlo, ya que su mueca de dolor fue obvia.
—Olvídalo, olvida todo —murmuró lo último y se puso de pie.

Él quiso acercarse y ayudarla, pero ella negó dirigiéndose hacia el baño.

No quería parecer una niña pequeña y mimada con el arrebato que acababa de tener; pero claramente él no confiaba en ella para compartir algo tan... personal. Le dolía más por el simple hecho de que ella lo había metido en su vida, le había contado casi todo y sobretodo lo había metido en su casa privada que desde el momento en que la había comprado se había prometido no meter a nadie y había seguido esa regla al pie de la letra.
Hasta ahora.

Pero luego se volvía a sentir estúpida por pensar así ya que las tres ultimas veces que la habían atacado él la había cuidado y la había salvado. Si hubiera sido otro, la hubiera entregado.

—Maldita idiota —murmuró mientras se miraba en el espejo.

Duncan miraba la puerta del baño perdido en sus pensamientos desde que Colette desapareció por ahí, se había quedado en la misma posición, pensando en si debía o no abrirse ante ella, no quería que la historia se repitiera y a pesar de saber que Colette podía cuidarse... ese maldito sentimiento seguía ahí, quería ayudarla, pero también se debatía en no querer involucrarse más.
Sabía muy bien que los dos eran una amenaza y si se enfrentaban los dos salían dañados. Debía saber bien que pasos dar.
Pero si seguían juntos los dos se debilitarían.

Ambos se encontraban contra la espada y la pared.

Dream On 😈Duncan Vizla& Colette Dubois😈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora