Capítulo Siete

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Sorry por no subir ayer pero estaba para el arrastre. Os traigo la segunda parte del pasado de Loki y Fandral.

La historia de como Loki descubre su verdadera forma y  traiciona a su familia es diferente a las de las pelis. Espero que lo disfrutéis.


Loki dormía plácidamente entre sus sábanas verdes de seda y la cabeza enterrada entre las almohadas. Su madre entró con cuidado para ir a despertarlo pero se paró en seco y observó, alarmada, a su hijo. Estaba Azul. Corrió para volver a realizar el hechizo que le hicieron cuando lo adoptaron para que su nívea piel volviera.

¿Por qué había cambiado? Tendría que buscar en lo más profundo de la biblioteca los textos relacionados con los jotün. Acarició la espalda del joven suavemente para despertarlo. Notó el frío debajo de su ropa. ¿Desde cuándo la piel de su hijo era tan fría?

-Loki, cielo, buenos días.- dijo con voz dulce.

El joven se removió y sacó su cabeza de debajo de las almohadas.- Buenos días madre.- dijo con voz ronca pero una suave sonrisa en sus labios. Se estiró cual gato y se incorporó para sentarse.

-¿Cómo estás hoy?- le preguntó dulcemente.

-Estoy mejor madre.

-¿Me quieres contar?- le acarició el rostro y le coloco un mechón detrás de la oreja.

Suspiró.- No me siento cómodo, madre. Con los amigos de Thor... se ríen de mí por no luchar como ellos... a veces siento que soy muy diferente...

A Frigga se le encogió el corazón ante aquellas palabras.- Loki, eres maravilloso y un hechicero muy bueno, creo que con el tiempo serás mejor que yo y todo.- le sonrió.- Pero creo que ellos no lo saben porque no se lo enseñas...

-Creo que no tienen interés.- le interrumpió.

Las puertas se abrieron de golpe, mostrando a un sonriente Thor que caminó hasta la cama dando grandes pasos.- ¡Levanta hermano! ¡Nos vamos de aventuras!

Loki lo miró estupefacto para después ponerse serio.- Primero no entres así en mi cuarto NUNCA MÁS- levantó un dedo para enfatizar sus palabras-Segundo: Explícate porque a lo mejor no me quiero ir contigo de aventuras.

-Ayer estuvimos hablando.- Thor con su eterna sonrisa, parecía un niño pequeño.- ¿Te acuerdas la expedición a las cascadas del norte que hice el año pasado? ¿Y qué no pudiste venir porque no tenías la edad suficiente?- Loki asintió atando cabos.- ¡Pues este año te toca! Es como un ritual que hemos empezado entre nosotros. Tenemos que llegar hasta allí cuando el Sol esté en lo más alto y bañarnos en sus aguas heladas- parecía muy orgulloso.

Frigga miró a su hijo menor, esperando a que reaccionara. Loki frunció el ceño.- Hermano, ¿en qué momento pensaste que me quisiera unir a tus estúpidos rituales?

Sintió la mano de su madre cogiendo la suya.- ¿Qué acabamos de hablar?- preguntó dulcemente.

-¡Vamos Loki!- rogó Thor.

Loki levantó una mano al ver que su hermano iba a volver hablar, para acallarlo.- Está bien... iré. Ahora sal.- le ordenó. Miró a su madre.- Madre tengo que cambiarme y prepararme...

Su madre se levantó y le dio un beso en la frente y se llevó a Thor con ella.

Y allí se encontraban en mitad del bosque de camino a las montañas. Loki llevaba su pelo peinado hacia atrás para que no le molestara y ropa de combate para poder moverse con comodidad. Le sorprendió ver que era más ágil que Volstagg, quien era solo fuerza.

-¿Qué pasa Volstagg? ¿Aún te pesa el desayuno?- bromeó Loki, devolviéndole todo tipo de humillación que podía haber recibido. Escuchó como Fandral le reía la gracia y le dedicó una mirada cómplice por unos segundos.

En busca de la felidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora