Capítulo once

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¡Hola! Aquí os dejo una nueva entrega. La cosa se va a complicar un poco...


Loki había hecho un arreglo mágico a su casa para poder albergar a los vengadores y, en el bosque cercano, oculto entre los árboles, se colocó un campamento provisional.

-Entonces quieres un ataque sorpresa- comentó Sam. Se encontraban reunidos en el jardín de atrás, junto con los vengadores que tenían experiencia militar más Frandal. Quien estaba destinado a ser el capitán de la Guardia Real de Asgard.

-Sí, verás habrá dos ataques sorpresa. Primero verá una ilusión de mí sobre Hulk.

-¿Cómo vas a conseguir que Hulk se esté quieto?- Le cuestionó Steve.

-Eso ya lo veré con Banner... sino tendré que buscarme a alguien fuerte que aguante un buen golpe.- miró al capitán.- Bien yo hablaré por vuestro amigo verde y lo provocaré. Seguramente no venga él a por mí, mandará a cualquiera de sus hijos.

-Entonces atacamos.- Comentó Rhodes.

-Sí y no. Os tendré oculto con mi magia y después os mostraré solo a la mitad. Ellos creerán que ya he sacado todas mis cartas.

-¿Y tú dónde estarás?- le recriminó Bucky.- ¿Escondido?- preguntó molesto.

-No, en cuanto descubran que Hulk no soy yo, apareceré y me uniré.

-Esto lo haremos para intentar debilitar un poco sus fuerzas antes de descubrir a los siguientes.

-¿Y Thor?- cuestionó Fandral.

-Le he preparado una entrada triunfal a mi hermano, de esas que le gustan a él.- le guiñó el ojo.- En cuanto sepa que Thor tiene su nuevo martillo, me dejaré rastrear por Thanos. Según mis cálculos, Thor llegará en mitad de la batalla, con fuerzas renovadas.

-¿Qué pasa con tu barrera mágica? La que rodea la casa ¿puedes expandirla?

-Mejor aún, me ayudaré de Wanda para crear una nueva barrera. A diferencia de Strange, nosotros podemos hacer nuestra magia independiente de nosotros.- Miró a su alrededor- La distribución de los guerrero os lo dejo a vosotros.

-Bien, todos los que podamos volar os estaremos dando apoyo aéreo.- Comentó Sam.

-Quiero a Ojo de halcón puesto en un lugar bien alto.- Añadió Steve.- Con un arsenal de flechas.

-¿Por qué no estoy yo en esta reunión?- la voz dura de Valkiria les sacó de su conversación.

Loki la miró.- Tienes razón.- el moreno inclinó la cabeza levemente en modo de respeto.- Pido disculpas por mi insolencia. Chicos, algunos ya la habéis conocido pero ella es Brunnhilde, la última valkiria. Ella vale por mil guerreros asgardianos.- le guiñó el ojo.

-No te parto esa cara de principito porque al final me diste la venganza que me prometiste.- le dijo.

-¿Espera qué?- preguntó Fandral.

-¡Oh! ¿Era un secreto?- ella sonrió con malicia.- Verás, que Thor llegase a Sakaar no fue una coincidencia.

Fandral lo miró sorprendido y dibujó una sonrisa sincera.- Así que al final no nos dejaste a nuestra suerte.

El moreno no contestó. Miró a la guerrera.- Él se encarga de la parte aérea.- Señaló a Falcon.

-¿Vuelas?- preguntó curioso.

-No, tengo un Pegaso.- y se encogió de hombros.

Tony se acercó a ellos.- Bonita reunión pero hay algo de extrema urgencia.- comentó el castaño.

En busca de la felidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora