Juego Erotico

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Ya saben de que trata este oneshot por el título.

disfruten la lectura

Entre risas, insinuaciones y tocamientos nos bebemos casi toda la botella de champán mientras estamos en la bonita y enorme terraza de la suite. Tokyo está a mis pies y me encanta mirar a mi alrededor. Acabamos de regresar de la fiesta de graduación de Kanao, un poco embriagados, Diablos mis padres si que saben como dar una fiesta.

Me encuentro algo achispada. No estoy acostumbrada a beber mucho, pero esta vez me deje llevar. Giyu habla con alguien por el teléfono y lo observo. Vestido con un pantalon negro y una camisa blanca me vuelve loca. Es fuerte y atlético. Un hombre de ojos azules y cabellera larga, si lo ves, no puedes evitar mirarlo. Al verlo recuerdo aquel tatuaje ceñido sobre su espalda, un gran dragón azul con ojos de fuego, que solo yo tengo el privilegio de tocar.

Recorro con lascivia su cuerpo. Me detengo en la parte superior de su camisa y me doy cuenta que algunos botones esta desabotonados, dandome una vista de sus pectores.Me excita. Me incita. Me provoca. Instantes después, deja el teléfono y se dirige hacia a mi. Me mira y sonríe. Calor. Tengo mucho calor. Sirve unas últimas copas y deja la botella vacía boca abajo. Se acerca a mí, me entrega mi copa y murmura besándome la frente:

-Pasemos al dormitorio.
Los nervios de nuevo se apoderan de mí y siento que mi sexo se contrae. Voy a ponerme los tacones pero él dice que no, así que le hago caso.

Cuando entramos en uno de los preciosos y espaciosos dormitorios, clavo mis ojos en la enorme cama. Una king size. Giyu se mueve por la habitación y, de repente, una sensual música nos envuelve. Se sienta y apoya una mano en la cama. Con la otra sujeta la copa y le da un trago.

-¿Estás preparada para jugar, Shinobu?

Mis partes bajas se contraen por la anticipación y siento cómo me humedezco. Viéndolo así, tan sexy, tan varonil... Estoy dispuesta para todo lo que él quiera y consigo responder:

-Sí.

Lo veo asentir. Se levanta. Abre un cajón. Saca dos pañuelos de seda negros. Eso me sorprende y me asusta al mismo tiempo. Pero, incapaz de moverme, me quedo parada a la espera de que se acerque a mí. Lo hace. Pasa su lengua con provocación por mi boca y me aprieta el trasero con su mano.

-Tienes un culito precioso. Estoy deseando poseerlo.

Asustada, doy un paso atrás.
¡Nunca he practicado sexo anal!
Giyu entiende mi callada respuesta. Da un paso hacia mí. Me agarra de nuevo del trasero y mientras vuelve a apretarme contra él murmura, excitándome:

-Tranquila, Shinobu. Hoy no penetraré tu bonito trasero. Me excita saber que seré el primero, pero quiero hacerte disfrutar y, cuando lo hagamos, será poco a poco y estimulándote para que sientas placer, no dolor. Confía en mí.

Trago el nudo de emociones que tengo atascadas en mi garganta con la intención de decir algo.

-Hoy jugaremos con los sentidos -prosigue- ¿te parece?

Esboza una cautivadora sonrisa. Los ojos le brillan y me mira desde su altura.

-Tranquila, Shinobu.

-Te taparé los ojos con este pañuelo. ¡Tócalo!

Lo obedezco sin rechistar y siento la suavidad de la tela. Seda.

-Lo que vas a sentir cuando te tenga desnuda en la cama es la misma suavidad que has sentido al tocar el pañuelo.

Escuchar eso me activa de nuevo. Asiento.

~One shots - Giyuushino~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora