La estudiante de segundo año de preparatoria alteraba hormonalmente a todo joven de la academia que la viera pasar.
Y había alguien en especial que por más que lo intentará no podía dejar de ver la perfecta figura femenina que a pesar de su edad su cuerpo denotaba el desarrollo de sus atributos.
Tomioka Giyu profesor incorporado a inicios de la gestión tras la jubilación de Urokodaki-san. La mala fama le presedia por ser odiado en cuanto a las exigencias de su materia.
Había pasado desapercibido hasta que conoció a cierta pelimorada causante de varias noches de insomnio y de fantasías que creía extintas desde su etapa adolescente.
Si tendría que describirla en una sola palabra esa sería "Atrevida" el porqué es fácil de notarlo pues...
Atrevida era la forma en la que vestía: la falda corta por encima de las rodillas dejando al descubierto sus muslos que a la vista del azabache que regenteaba el ingreso de los estudiantes se veían tersos y suaves pasando por sus curvas muy bien definidas, caderas amplias terminadas en una cintura pequeña, su vista ascendió desde los pies hasta el escote pronunciado de la blusa escolar, esto no era impedimento para ver el brasier erotico que cubrían sus pechos, cada día eran de un color distinto.
-Kocho, no puedes entrar de esa manera.
-Sensei no se cansa de ver como me visto.
-Si no te arreglas en este momento no ingresaras a clases.
-Por eso todos lo odian.
-A mi nadie me odia.
Las peleas entre maestro y alumna eran el pan de cada día en la academia, pero eso solo es una fracción del atrevimiento de la joven mariposa
Atrevida es la forma en la que provoca al joven maestro:
En los momentos de receso a la hora del almuerzo la mariposa cruza delicada y elegantemente las piernas haciendo que la falda se le suba. El maestro se queda viendo que las bragas de la joven dan a juego con el sosten que tiene.
En la clase de deportes ella se quita el sosten dejando que sus pezones se marquen en la camiseta blanca. Todo muchacho con las hormonas alborotadas se pone a babear por semejante panorama.
-Tomioka-sensei.
-¿Si?
-Le sangra la nariz.
Y esto no era lo peor, lo peor era que después del entrenamiento de vóleibol ella se cambiaba a propósito en el gimnasio quedando aparentemente "sola" cuando en realidad sabía que el muchacho de ojos azules la miraba.
Atrevida y provocativa era la forma en la que se desvestia lentamente, una a una las prendas iban cayendo al suelo descubriendo su cuerpo perlado en sudor por el tedioso entrenamiento.
Para el era una tortura no hacer nada más que ver como se quitaba la ropa, estaba en su límite quería tumbarla en el suelo y desprender lo último que cubría su desnudes, tomarla por completo y hacerla suya una y otra ves.
Un día arto y molesto por la forma lasciva en que los hombres la miraban decidió tomar el riesgo de aceptar que estaba perdidamente celoso y enamorado de ella.
Quieria ser el único que conozca ese lado atrevido y que ningún otro hombre tenga el derecho de poseerla, de tenerla en su cama.
-Kocho tenemos que hablar.
-Ahora no.
-Es una orden.
A regañadientes la joven se levantó de la banca en donde estaba y camino junto al maestro a su oficina. Llegando el profesor se apresuró a cerrar la puerta con llave.
-Tomioka-sensei si es por el maquillaje ya...
-Estoy arto Kocho.
Las palabras salieron con molestia arrinconadola contra la pared esto dejo desconcertada a kocho que no lograba decir palabra alguna.
-¿Qué?
-Estoy arto de que te miren, que te sonrían, que se acerqué a ti, que miren tu cuerpo y...
La lista iba a seguí de no ser por que fue silenciado con un beso que poco a poco subía la intensidad provocando que despierten sus más bajos instintos cayendo en la lujuria y tentación.
-no podemos hacer esto aquí.
Con la respiración agitada tuvieron que separarse. Pues sería mal visto en la institución si alguien los descubriera ocacionado el despido del profesor.
-Tienes razón ¿porqué no continuamos en tu casa?
-Tampoco podemos, mi hermana vive conmigo.
-No queda otro lugar, entonces...
-Vamos a un hotel.
-iba a decir en mi casa, pero tu idea suena mejor.
Continuaron por rato más dandose besos y caricias hasta el toque de timbre. Pues ambos estaban ansiosos por que terminen las clases de ese día y terminar lo que empezaron.
Llego la hora de salida y junto a ella la reunión de los amantes en secreto tuvo lugar en un cuarto de hotel a las afueras de la ciudad por toda una noche.
Habían asegurado que solo estén ellos dos, mintiendo que pasarían la noche en casa de un amigo.
Al fin podría tenerla solo para el, cumplír las fantasías que no lo dejaban dormir imaginandola desnuda debajo de el, en todas las posiciones.
Podía hacer con ella lo que el quisiera durante esa larga noche de placer mutuo.
Ella también podía hacer lo que desceara con él. Pues desde un principio en su mente estaba presente lo que sus amigas le aconsejaron.
"Por que no intentas ser mas Atrevida ya veras que dará resultados y él no tendrá más alternativa que sentir celos por ti"
El concejo que le dieron si obtuvo resultados en estos momento tenía al hombre que quería justo encima de ella haciéndole el amor.
Atrevida era la forma en la que lo hacían estando dos horas seguidas sin descanso.
Atrevida y arriesgada sería su relación de maestro y alumna.
Fin
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¿Que tal? Berlín reportandose después de un viaje a un cerro sin Internet.
Si alguien quiere hacer una colaboración para el siguiente oneshots escribanlo en los comentarios.
Y recuerden chicas no confíen en cualquier baboso porque hablar bonito todos lo hacen, pero uno que sabe respetarte, no hay muchos de esos.
Sin más Chao.
Con cariño: Berlín
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~One shots - Giyuushino~
Fanfic-Serie de oneshots dedicados a fechas especiales y distintas temáticas. -Las historias no están relacionadas entre sí. ⚠️Los personajes de esta historia le pertenecen a Koyoharu Gotōge. ⚠️Las imágenes en la historia le pertenecen a sus respectivos a...