~One shots - Giyuushino~

Ella me persigue

Desperté en una habitación que no es la mía, mi cabeza dolia, cuando intente moverme algo me detuvo más bien alguien.

Destape las sábanas que cubrían mi cuerpo y efectivamente era alguien. Ese alguien era una mujer de cabellera castaña que dormía abrazada a mi... un momento pase la noche con esta chica.

Esto no pudo haber pasado ¿En que momento ella y yo? No, no... primero cálmate seguro hay una explicación lógica a todo esto. A mi mente venían los recuerdos de la noche anterior.

Estábamos celebrando el fin de los exámenes semestrales Uzui, Rengoku y yo.

Obviamente no tenía intenciones de enbriagarme, pero un trago llevó a otro hasta acabar una botella entera. Uzui me presentó a alguien y luego... ¿y luego?¿qué paso?

Debo salir de aquí fue lo primero que pensé, me libere del agarre que ejercía la mujer, levante mi ropa que afortunadamente no estaba muy lejos, recogí todo lo mío y me vestí lo más rápido que puede.

Ya listo salí de la habitación sin mirar hacia atrás, me di cuenta que es el mismo bar de ayer. Camine hacia el estacionamiento un tanto nervioso necesitaba respuestas ya, busque las llaves del coche en mi chaqueta y conduje hacia mi departamento.

Al llegar tome una ducha fría, salí con una toalla envuelta en la cintura secando mi cabello. Agarre mi teléfono marcando el número de Tengen, tardo en contestar, pero al fin pude oír su voz.

-Hola ¿ya desperto el bello durminte?

-Es muy temprano para joder con tus estupideces.

-Ay que delicada.

Estaba colmando mi paciente.

-Escucha necesito saber que fue lo que paso ayer.

-Ah te refieres a eso, lo que paso fue que el tigre salio a cazar.

-Sigues con tus idioteces.

-Vamos tomatelo con calma yo se lo mismo que tú. Estabamos tomados la chica te empezó a coquetear y te llevó a un cuarto.

-¿Solo recuerdas eso?

-Si, luego Rengoku y yo nos olvidamos de ti, salimos a las dos de la noche.

-Eres un...

-Espera, espera, al menos lo disfrutaste ¿no? Se nota que le gustaste a la chica.

-¿Qué? No.

-Ya tranquilo solo fue una noche y ya. Apuesto que no la volverás a ver en tu vida, tu has como que no pasó nada.

-Eso espero sabes, no quiero que nadie se entere. Bueno adiós, te veo en la universidad.

-Hasta luego, recuerda tomar una aspirina.

-Adiós.

Colgué la llamada, me vestí con lo más cómodo que tenia en mi armario para llevar a lavar mi ropa que tenia olor a alcohol, prepare mi cena y por último me fui a dormir, ya que tenia clases en la universidad.

Pese a lo ocurrido mi rutina era la misma, llegué a la universidad esperando ingresar a mi aula, con lo que no contaba era que una mujer castaña me dirigio la palabra.

-Hola ¿Tú eres Tomioka-san?

-Si soy yo ¿se le ofrece algo?

-¿No me recuerda? Soy yae y... bueno usted y yo...

-Creo que se equivoca de persona. - Estaba apunto de irme cuando me detuvo.

-Pasamos la noche juntos el sábado.