Capítulo 5

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Malia

Cuando tenía 14 años recuerdo como mi tía Cassie, me contaba sobre sus experiencias en la vida a pesar que mi madre (cuando estaba presente) le reprochaba que yo no necesitaba saber eso. Sin embargo de alguna forma siempre logro decirme todo a escondidas.

Escuchar de sus diferentes novios y las cosas que hacían con ellos me hacían pensar que mi tía era la mujer más increíble del mundo. Pensar que siempre tuvo una vida así de increíble me hacía desear ser como ella.
Pero ella me dijo que no tenía que repetir todo lo que había hecho ella, tenía que ser mejor y enfocarme en mis estudios, para así poder ser una buena mujer a comparación de cómo era ella a mi edad.

Pero supongo que estar en la oficina del director porque la subdirectora junto con una maestra me encontró en una posición comprometedora con una de las personas que menos me creería estar en una situación así. Y la verdad no sé qué es lo que me enoja más, si el hecho que no nos dejaron explicar nada de lo que paso o que la secretaría me esté viendo como si me hubieran encontrado en medio de una orgía y aunque hubiera sido el caso no es razón para que me vea así, pues media escuela sabe que se acuesta con el director a pesar de que él tiene esposa.

Sin embargo no puedo evitar sentir la vergüenza de haber sido encontrada en una situación así ¡Y ni siquiera hicimos nada!

Admito que me preocupe al ver a Hale, como si en cualquier momento se fuera a desmayar o a matar a alguien, sinceramente ir a la clase de música a ver las pinturas debía ser algo incluso relajante ¿Por qué diablos se puso así? Aunque no debo juzgarlo por eso sin saber la razón. No cometeré el mismo error dos veces.

Por lo que volteo mi mirada al chico que está a mi lado con los brazos cruzados sin siquiera verme. No había dicho nada desde que nos trajeron y solamente se sentó en aquella silla mientras se colocaba la capucha para no verme, enfrascándose en su propio mundo o yo que sé.

La verdad cada vez lo entiendo menos.

Salgo de mis pensamientos al momento de escuchar como la puerta de la dirección se abre mostrando a la subdirectora que nos ve con una mueca en su rostro para decirnos que entráramos y sin decir aunque sea una maldita palabra, el chico a mi lado se levanta para entrar.
Okey, admito que le di una bofetada pero la verdad me estaba preocupando demasiado verlo en esa especie de trance o ataque de pánico, lo que sea que haya sido que nos trajo donde estamos ahora, y tampoco niego que lo disfrute un poquito pero no es como que hubiera querido hacerlo a posta.

Cuando entramos, el director está en su silla con su traje siempre pulcro, su mirada seria que lo hace ver un poco intimidante debido a las arrugas que le empiezan a salir en la cara, sus ojos negros nos escanean como si de alguna forma tratara de encontrar la prueba que falta para expulsarnos de la escuela por tener relaciones sexuales en su escuela. Pero la verdad es que para mis ojos solamente es un hombre que está entrando en la tercera edad (Eso parece, no es que sea cruel) tratando de sentirse joven teniendo un romance con su secretaría creyendo que nadie los descubriría y tratando de intimidar a los jóvenes sabiendo que no pueden alegar nada ante su autoridad, o al menos así lo describe mi tía.

Creo que fue un sermón de alrededor de una hora donde nos estaba diciendo que estábamos dejando que nuestros instintos bajos nos ganaran y quisiéramos hacer algo tan privado como es el sexo en un lugar que se hizo para ser un templo del saber, que no debíamos manchar el nombre de la escuela y si no nos expulsaban era porque al parecer Hale, nunca se había metido en problemas y yo porque mi familia dona mucho dinero a este lugar, pero se excusó diciendo que él sabía lo que era ser joven y tener las hormonas alborotadas.

Y eso llevo a que nos diera una charla de sexualidad y de prevenciones que debíamos tener si íbamos a seguir en "nuestros encuentros".

Dios, solamente deseaba que en ese momento la tierra se abriera para tragarme, ni cuando mis padres trataron de hablarme sobre ese cuento de la "Abejita y la Flor" me sentí tan incómoda. O tal vez se debía a que estaba recibiendo esa charla de alguien ajeno a mi vida personal y que un chico está a mi lado escuchando que debe ponerse condón antes de tener relaciones con su novia, ósea yo.

Mortuus Ante VictusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora