Capítulo 9

12 1 5
                                    

Malia

Escuchar esas cinco palabras salir de sus labios hizo que mi corazón se detuviera por una fracción de segundo.

Pero lo que me hizo sentir un nudo en la garganta fue ver la cara de desesperación de Hale. Y la verdad no lo culpo, a pesar de que no he tenido la mejor experiencia con los hermanos y no tengo ningún hermano menor para poder saber lo que sentía en ese momento, pero no debo tener uno para que la preocupación por esa dulce niña llegue a mí también.

Pero, aunque quisiera sacudirlo para que me diga qué diablos estaba pasando, sabía que debía calmarlo o posiblemente le diera un ataque de pánico, así que no dudo para acércame a él y colocar mis manos sobre sus hombros para que dirigiera toda su atención a mí.

–Calma Isaac -Lo llamo por su nombre, siendo aún una sorpresa para mí llamarlo por su nombre- se te olvida como respirar –Le digo con una leve sonrisa mientras sonrío levemente- no podré ayudarte si no me explicas todo ¿Sí? Así que inhala y exhala. -Le hablo en un tono suave mientras lo veo asentir y hacer lo que le indicaba-

Mientras se terminaba de calmar o al menos de estabilizar su respiración, puedo ver de reojo a mi padres y de verdad no pudieron ser más oportunos para estar aquí, de todos los días posibles que tenían para llegar tenía que ser justamente en el que decido escaparme de la escuela porque estaba en la casa de un chico que me obligaron a pasar la noche....okey si lo digo en voz alta enserio suena peor.
En fin, cuando logro que el chico de los ojos azules se calme lo suficiente veo como cierra sus ojos por varios segundos tratando de formular palabras.

–Me llamaron de la escuela de Urs -Empieza a hablar finalmente- me dijeron que la llevaron al hospital por un problema que hubo en su salón, d-debo ir rápido. -Dijo mientras que con manos temblorosas palpaba sus bolsillos buscando algo-

Es cuando caigo en cuenta de sus intenciones e involuntariamente sujeto su mano mientras lo miro con el ceño fruncido.

– ¿Acaso estás loco? ¿Piensas conducir en el estado en el que estás? Lo único que conseguirás es llegar al hospital, pero no como visita sino como paciente. -Le digo seriamente-

Estaba seguro de que su expresión de fastidio significaba que estábamos por pelear como cada vez que estamos enfrente del otro, pero no me importaba si tenía que gritarle el reglamento del conductor a la cara o incluso atarlo y encerrarlo en la cajuela de uno de los autos de mi padre, no iba a dejar que condujera una motocicleta en el estado en el que ni siquiera podía sacar unas malditas llaves sin que les temblaran las manos.

Sin embargo, una mano se posa sobre el hombro del chico frente a mí y ambos volteamos para ver como pertenecía a mi padre que lo miraba seriamente.

–Mira muchacho no sé qué está pasando, pero mi hija tiene razón, no importa que tan importante sea lo que tienes que ir, si vas así de alterado solamente preocuparas a las personas cercanas a ti -Dijo con seriedad para luego darle una leve sonrisa tranquilizadora- así que deja tu motocicleta aquí y haremos que nuestro chofer te lleve al hospital ¿De acuerdo? –Propone-

Los ojos de Isaac se llenan de alivio y agradecimiento para asentir mientras mi padre se alejaba para llamar a su chofer.

Y ese damas y caballeros es Arthur Smith, un hombre que puede ser frío en los negocios y tajante para sus ventas, pero es un pan de Dios y ositos de azúcar cuando ve que una persona de verdad vale la pena o para consentirnos a mamá y a mí.

Por lo que cuando lo veo regresar y dirigirse a la puerta mientras Isaac lo seguía, me fue imposible no ir detrás de ellos, así que cuando vi como la camioneta gris que mis padres usaban mayormente para irse al aeropuerto o a otra ciudad, Hale estaba por subirse y cerrar la puerta, pero fui más rápida que él y me subí a su lado sorprendiendo a mi padre y al chico a mi lado.

Mortuus Ante VictusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora