En casa, Jesse juega a un juego de disparos en primera persona utilizando una pistola como mando y matando a todos los demonios que se le acercan.Después de un momento jugando, imágenes de Gale Boetticher se intercalan con la acción del juego en la mente de Jesse, que sigue disparando y revive el momento en el que Gale muere. Distraído y perturbado, Jesse muere en el juego, y tras unos segundos empieza otra vez.
En el local de lavado de coches, Walter se queja de que el vendedor del Challenger no lo coge de vuelta reembolsando con el mismo dinero sino que ofrece mucho menos. Skyler le pide que simplemente devuelva el coche sin montar ninguna escena.
En vez de eso, Walter conduce hacia un aparcamiento vacío y empieza a dar vueltas, derrapando y haciendo círculos en el suelo hasta que el coche se queda estancado encima de uno de los bloques de cemento. Walt sale afuera, enrolla los documentos del coche, los coloca en el depósito de gasolina y les prende fuego. Luego, se sienta a cierta distancia y llama a un taxi para buscarle mientras se produce la explosión del Dodge.
Más tarde, en las oficinas de Saul, Walter descansa en el sofá mientras él trata de controlar el tema de la explosión. Walt admite que la presión de saber que Gus le va a matar le está afectando y pregunta si conoce a algún sicario que podría ayudar, pero Saul responde que cualquier sicario con el que pudiese contactar probablemente ya conoce a Mike y no saldría bien. Walt le confiesa que intentó matar a Gus él mismo pero no volvió a acercarse a él. "¿Por qué no se lo pides a tu compañero?" sugiere Saul.Por la noche en casa de Jesse, Walt le pregunta si ha estado cerca de Gus y él le responde que justo al lado, añadiendo además que habló brevemente con él. "Dijo que es capaz de ver algo en mí."
Walter le recuerda que Gus intentó matar a ambos, asesinó a Victor y además mintió diciendo que ya no harían nada con niños el día del disparo a Tomás. "No hace falta que insistas," responde Jesse. "Le mataré en cuanto tenga una oportunidad."
Al día siguiente en el local de lavado, Marie visita a Skyler y le comenta que la terapia de Hank va por muy buen camino y su estado de ánimo ha mejorado mucho. Walt se pasa por allí con varias cajas de latas de refrescos para el local y saluda a Marie. En cuanto ella se va, él y Skyler entran en el despacho y él saca 274.000 dólares que tenía ocultos entre las latas. Atónita al descubrir que Walter gana siete millones y medio en un año, Skyler protesta diciendo que es demasiado para el lavado de dinero. "Si no quieres hacer esto, no lo hagas" le dice Walt, pero tras unos segundos ella continúa poniendo los billetes en la caja fuerte.