Pierdes Tú O Yo

Capitulo 6

Cuando Anya despertó, sintió el cuerpo cálido de una persona a su lado, y cuando volteo su mirada, observó a Damián durmiendo mientras sostenía su cintura para afianzarla a él. Acaricio sus cabellos hasta que el movimiento lo despertó y se observaron un rato.

Inmediatamente Anya se alejo de él cuando una sonrisa le pinto los labios, salió de la cama, cubriéndose con una bata y llamando a la puerta para que sus damas fueran a prepararle el baño. Cuando estás llegaron, se sorprendieron de la situación, Damián estaba sentado, sin pudor ni vergüenza con la sabana cubriendo su cadera y su ama estaba en una ligera bata con el cabello desordenado, ocultando su ligero rubor desviando la vista.

Cuando el baño fue preparado, ella se desnudo y entro a las aguas, mientras se relajaba, escucho la puerta abrirse y que entrara su esposo para sentarse con ella en su tina.

—¿Puedo lavarte el cabello?

Ante la mirada de ella, asintió sonriendo un poco ante su acción.

El silencio se hizo agradable, y al igual que el lavo su cabello, ella hizo lo mismo.

Solo ahí se atrevió a decirle la verdad de lo que le aquejaba a su esposa.

—Hay espías en el castillo.

Los dedos de Anya se detuvieron y le prestaron atención.

—Ayer incendiaron el fuerte de mis hombres, algunas armas fueron perdidas y unas bajas de nuestra parte. —entonces la observó, tratando de encontrar una mentira en sus ojos —Aunque te incomode, debemos buscar al traidor, y se que es tu gente, pero si perdemos este lugar, perderemos este reino.

—¿Perder? Ustedes llegaron a tomarlo por la fuerza —Anya desvió la mirada, claramente enojada —Nosotros hicimos un esfuerzo de paz a través del matrimonio con tu hermano, pero tú padre lo rechazó. Ustedes solo llegaron a atacar sin motivo, no había estrategias, no había nada que hacer ante un reino que venía con el objetivo de acabarnos, nosotros no pudimos hacer nada...

—Anya...—le tomo la mejilla, borrando sus lágrimas —si mi padre hizo esto, fue porque tus padres evitaron esto, él tenía sus razones para esto.

Anya entonces se alejo de él, y salió del lugar, no sin verlo antes tan decepcionada.

—Si tienes fé en que tú padre tuvo sus razones, deberías pensar por ti mismo, y no creer que lo que el dice es lo correcto. Sigue tus ideales y piensa si esto fue lo más adecuado.

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Al pasar la mañana, Anya camino por el reino, cuidada por los hombres de su esposo, y eso la hizo enojar más, solo pensaba que caminar la haría aclarar sus pensamientos pero no fue así.

A lo lejos, un gran escuadrón se acercaba con velocidad, al momento de voltear ella ya estaba en la entrada de el palacio, así que se acercó a recibir a quién fuera que estuviera pisando sus tierras, después de todo, estos hombres no eran soldados normales, vestían con lujos de una escala social alta.

—¿A qué ha venido, Sir?

El hombre en el frente observó a Anya, y la reconoció de inmediato, sonriendo para sus adentros.

—Se decía que la princesa de este reino tenía las dos esmeraldas más hermosas en el mundo, y no se han equivocado. Eres un tesoro muy interesante.

Anya frunció el ceño.

—No soy un tesoro, ni mucho menos un regalo, si usted viene con esa intención será mejor que se retire de este lugar.