Capitulo 7

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Bajo las oscuras mazmorras de el palacio, entre el húmedo y frío lugar. Se encontraba Damián Desmond.

No se encontraba atado,más bien se le dio la "libertad" de andar por su prisión, en lo alto solo se encontraba un pequeño agujero que le daba un poco de luz. Nada más.

Anya jamás había ido a verlo, no mientras trataba de asesinar a los hombres a su mando, le servían comida de su rango, y Sir Loid era el que iba normalmente a verlo, hablaba con él.

—Si te preguntas si tu esposa está bien, lo esta. Ella nunca ha necesitado de alguien para defenderse.

La risa quiso salir de él, pero solo una mueca amargada figuro su rostro.

La puerta se abrió entonces y de ella Anya entro al lugar.

—Muchas gracias Sir Forger, pero le agradecería si no molestará a mi esposo.

Al oír su voz Damian alzo la vista, y rápidamente se levantó del suelo. Anya solo pidió que los dejaran solos, y cuando la puerta se cerró, ella se transformó.

Su mirada fría y sería, cambio a una cálida y preocupada, se apresuro a su rostro y lo tomo.

—¿Te han hecho daño?

Damian negó con la cabeza, y retiro sus manos de él, la alejo y tomo sus cabellos con desesperación.

—No más daño del que tú me has hecho.

—Damian... —trato de alcanzar su mano.

—¿Por qué? —volteo a verla, eufórico —¿Por qué me has traicionado? ¿No te di todo por lo que pude en mis manos? Te ofrecí ser mi esposa, amarte y respetarte. Eras a la persona por la que hubiera dado todo. —rio entonces, un poco sarcástico —aunque creo que si lo hice, te di a mi ejército y mi confianza, te hundiste en mi pecho y devoraste todo a tu paso.

Anya se mantuvo en su sitio, inmóvil.

—Sigo siendo tu esposa...

—No—alzo la voz inconscientemente —¡no eres mí esposa! Mi esposa murió en el momento en que la vi entrando a las puertas del palacio, cuando ordenó que me llevarán a prisión y me abandono ahí todo esté tiempo.

Los ojos de Anya se llenaron de lágrimas, una tras otra caían ante la indiferencia y desdén de Damián, quién al verla así, se acercó a ella y seco sus lágrimas entre sus dedos.

—No, basta. No llores por favor...

Se sentía tan estupido, a pesar de que esa mujer le había apuñalado por la espalda, él seguía ahí, enamorado de ella, limpiando sus lágrimas que habían sido causadas por ella misma, ella había provocado todo esto, ¿por qué se sentía miserable de verla llorar si era su culpa?

"Odio verte llorar"

Le limpio una última vez sus lágrimas y se alejo de ella, tomo asiento en el frío y sucio suelo, ignorando completamente a la mujer que estaba enfrente suyo.

Poco después ella se fue.


En el reino de Ostania, la información de su caída en el reino vecino fue rápidamente informada. Con Damián de rehén, y posiblemente una nueva guerra con nuevos aliados de parte de Westalis.

La hija de Blackbell había convencido a su padre, y unido a una guerra nuevamente.

—¡Yo te lo dije, padre! Esa mujer era una serpiente, en el momento en que vi como Damián la miraba, sabía que ella era la que tenía la correa en la mano, y no él. —Demetrius paso por la mesa, entre planos nuevamente —la unica ventaja ahora es que conocemos el terreno. Mira —señalo un terreno —este lugar es perfecto para una emboscada.

Pierdes Tú O YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora