Capitulo 10: 7 de un Golpe y el Venado

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POV Fausto

-"Mierda"- pensé alarmado escuchando el sonido de las pisadas.

Actuando por instinto busque alguna forma de esconderme o escapar y por fortuna mi mirada se posó en las cañoneras.

La ventana era lo suficientemente grande para que pasara por ella.

Así que sin dilación abrí la cañonera mas cercana y usando el gancho de hierro que traje me enganche en la madera del barco, cerrando la cañonera cuando estuve seguro de no caer.

Los barcos tenían cuerdas en ambos lados del mimo esto era para que los marineros en caso de caerse al agua pudieran subir, así que usando el gancho me acerque a la mas cercana y la use para bajar al mar.

Nadando lejos del barco me dirigí hacia la parte de la orilla donde había dejado mi caballo.

Saliendo del mar mire al barco en la distancia y di un suspiro decepcionado, si bien había obtenido un nuevo objeto mágico, no puede evitar sentir que todo esto era una pérdida de tiempo.

-Bueno al menos sirve como experiencia- dije tomando una capa de la montura de mi caballo y comenzar a secarme.

Cuando al menos sabía que no me enfermaría subí al lomo de Alex y partir a mi campamento.

Cuando llegue fui recibido por las gatas hermanas que me vieron con curiosidad.

-¿Y la princesa Nya?- pregunto Kenia viendo que venía solo.

-Se enamoraron- dije sin mas comenzando a quitar la silla de Alex y acoplarlo al carro.

Había preparado todo para irnos lo más rápido posible que podría, así que no me entretuve mucho, necesitábamos avanzar.

-Kenia, Kitty pueden ir a dormir vamos a ir a la carretera- dije terminando de guardar la silla y subiendo al asiento de conductor del carro.

Las gatas me hicieron caso y se fueron al carro de atrás donde se acostaron en sus casitas.

Azotando las riendas mis caballos avanzaron por el bosque antes de encontrar el camino y seguirlo hacia el siguiente reino.

En el mapa que había descubierto que el bosque donde estábamos era el mismo, pero mucho al sur de donde estábamos antes.

El mapa decía que había un reino diferente al norte, done podría encontrar otro y posiblemente encontrar el reino de Estrella.

Así que con la única compañía de mi antorcha a mi lado dándome luz y calor avance en la fría noche.

...

...

-Por aquí debería estar bien...- murmure un poco cansado deteniéndome en un claro a lado del camino comenzando a armar el campamento.

-Fausto- llamo Rosa saliendo del carro principal.

No sabia porque, pero mi esposa se veía asombrosa, su piel tenia un brillo sobrenatural y sus ojos se veían más vivases.

-Buenos días- dije sonriendo, cepillando el lomo de Alex le hice un gesto a mi esposa.

Rosa me vio y fue conmigo dándome un beso de buenos días para después tomar un cepillo y comenzar a cuidar de Aletia.

En un silencio cómodo comenzamos a poner el campamento.

Mientras sacaba un poco de atún en conserva que hice Estrella salió del carro y como Rosa me dio un beso ansioso de buenos días.

Los ojos de estrella brillaban literalmente y podía ver que estaba más energética que de costumbre.

Mis esposas eran mas hermosas y contentas que nunca, y para mi eso era mas que suficiente.

Perdido En Los Cuentos de HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora