Capítulo 4

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23 de diciembre de 1974

Querida Hermione,

Lamento saber que no pasaras las vacaciones con nosotros, pero me alegro de que sea por una buena razón. Siempre me resultó difícil adaptarme a volver casa después de estar en la escuela por un tiempo, y siempre fue maravilloso cuando algún amigo decidía quedarse conmigo. He incluido una segunda bolsa de dulces para tu amigo con la esperanza de que dure hasta que vengas a la cena de Nochebuena.

Min me contó sobre el Baile de Navidad y lamento no haberte preparado antes de que te fueras. Se me olvidó hasta que recibí tu carta.

Espero que este vestido sirva. Tuve que recurrir a Kiera, y como el asunto era de cierta urgencia, no tuvo tiempo de encontrar una pieza más adecuada.

Espero verte de nuevo, Hermione. La Nochebuena no puede llegar lo suficientemente rápido.

Tuya,

Delia

Hermione sacó el vestido negro de la caja. No tenía adornos, ni bordados. No tenía mangas y el escote corazón no era demasiado revelador. Era encantador para ser un hallazgo de última hora.

Lily había contado ansiosamente a Hermione y Severus, apenas interesados, que el Baile de Navidad era una tradición en Hogwarts. Como si citara Hogwarts: Una historia, Lily recitó que una vez había sido parte del Torneo de los Tres Magos, que se celebraba en Navidad en la escuela que fuera la anfitriona. Una vez que se canceló el torneo, el baile se trasladó al 23 de diciembre como despedida de vacaciones.

Hermione se preguntó qué habría hecho ella en el Baile de Navidad de 1994. ¿Habría querido desesperadamente ir con Ron? ¿Habría ido con Neville porque él sería el que preguntaría, en lugar de Ron? ¿Se habría molestado siquiera o habría pasado la noche en la biblioteca?

Con un movimiento de cabeza, Hermione se levantó de la cama y colocó suavemente el vestido.

"Oh, qué lindo", dijo Marlene, mirando la prenda. Su cabello estaba sujeto con rulos mágicamente calentados, y ella y las otras chicas habían estado caminando en sus batas desde que terminaron las clases. "Si empiezas ahora, puedes recogerte el cabello".

"¿Comenzar qué ahora?" preguntó Hermione.

Marlene puso los ojos en blanco. "¿A arreglarte?" dijo, poniendo sus manos en sus caderas. "Honestamente, tienes tanto potencial, Hermione, pero tu cabello.... Bueno, necesita las dos horas y media completas para ser domesticado en algo lo suficientemente apropiado para el baile."

Entonces Lily entró en la habitación. Su cabello también estaba recogido en rulos, y claramente había terminado de maquillarse antes de correr hacia su cama donde había dejado un libro abierto. Cogió su varita y la golpeó contra sus labios, frunciendo el ceño con concentración. "¿Debo encantarme las uñas rosa o plata?" preguntó a la sala en general, y esto inició un debate entre Alice y Marlene.

Poniendo los ojos en blanco, Hermione se quitó el uniforme y se puso el vestido prestado. Le quedaba muy bien, ya que Keira McGonagall era de una constitución similar a la de Hermione, solo un poco más alta. Convocando su varita desde la cama, Hermione hizo un hechizo rápido para hacer el vestido un poco más corto.

Su cabello era atroz, aunque podría haber sido peor si hubiera tenido clase de Pociones durante el día. Retorciendo los lados hacia atrás, los ató lejos de su cara, lo que lo hacía verse un poco más presentable. No tenía joyas que combinaran con el vestido, pero sí era honesta consigo misma, en realidad no le importaba. Solo iba porque Lily le había suplicado y Severus se había negado rotundamente, y de alguna manera Hermione se vio obligada a ir para mantener la paz. Se imaginó que la paz era el silencio, a diferencia de las incesantes quejas de Lily.

Corrigiendo El DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora