Capítulo 45

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Nota de la autora: ¡Otro capítulo largo!

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22 de junio de 1996 (continuación)

"Ustedes... bueno, no están perdonados, pero yo..." se detuvo, volteándose para mirar a su hija y a su otro ahijado. Tenían los ojos muy abiertos y Hermione había asumido que era porque estaban aterrorizados por su ira. Pero ahora, se daba cuenta de que se habían quedado con los ojos muy abiertos porque ella lucía como ella misma. Miró a los demás en la habitación, Luna sonriendo serenamente, Neville entrecerraba los ojos, Ginny la miraba fijamente, con los ojos llorosos, aparentemente insegura de si esto era un acontecimiento feliz o no, y Ron estaba boquiabierto.

"Fue el Giratiempo, ¿no?" Adivinó Harry, atrayendo su atención nuevamente hacia él. "Cuando estábamos en la enfermería, la última vez que te vi. Algo pasó con esa cosa".

Antes de que Hermione pudiera responder, la voz de Severus atravesó la habitación. "Creo que es mejor que todo lo que se diga quede en esta sala. Dicho esto, iré a buscar a Albus para discutir lo que pasó".

"Lo siento, señor", habló Harry antes de que Severus pudiera irse. "Estaba asustado. No estaba seguro de que la Orden llegaría y llevábamos un tiempo esperando. También debería haberme esforzado más para mantenerlo fuera".

Severus se quedó en la puerta, dudando entre decir algo o salir. Miró a Hermione y luego a Harry. "Has experimentado lo peligroso que es, lo mortal que podría ser si vuelve a suceder", dijo Severus, y Harry asintió. "Entonces esfuérzate más por mantenerlo afuera. Y quizás la próxima vez hagas caso a mi palabra." Y sin decir una palabra más, Severus se fue.

Hermione sintió su magia cubrir la habitación, asegurándose de que su conversación no fuera escuchada ni interrumpida.

Ella se hundió, llena de cansancio. Con un gesto de la mano, llamó una silla y se sentó pesadamente.

"Fue el giratiempo", repitió Harry, aunque esta vez no era una pregunta.

"Sí", confesó. "Conseguiste enviarme veinte años atrás".

"¿Y... y no pudiste regresar?"

Ella sacudió su cabeza. "Tienes que esperar a que pase el tiempo, ¿recuerdas?"

"Y tuviste que esperar veinte años". Él inclinó la cabeza.

"No fue tan malo una vez que me instalé. Los extrañé, por supuesto, los extrañé a todos. Pero... tuve una buena vida".

"¡Te casaste con Snape!" gritó Ron. "¿Cómo fue esa una buena vida? Si tenias que casarte con alguien, ¿por qué no casarte con Remus? ¿O Sirius?"

"Prefiero no ser la tapadera de nadie", confesó. "Y amo a Severus".

"Te das cuenta de que si ella no amara a Snape, Rory no existiría", señaló Harry, y Ron palideció aún más.

"Merlín, tú eres..."

"Tómalo con calma", gruñó Aurora.

"Entonces, tú... te casaste con Snape. Y tú... y Aurora."

"También tengo un hermano, ¿recuerdas?", señaló sin poder evitarlo. "¿Entonces eso que estás pensando? Tuvo que haber sucedido al menos dos veces".

"Tus padres", dijo Ron con disgusto.

Aurora se encogió de hombros. "No soy tan estúpida como para pensar que las parejas casadas sólo se sientan y se toman de la mano".

"Conociste a mis padres", observó Harry.

Hermione se giró para mirarlo con tristeza. "No pude salvarlos", dijo con pesar. "Merlín sabe que quería hacerlo, pero Dumbledore me hizo hacer un Juramento Inquebrantable cuando llegué en 1974. Lo confieso, nunca me agradó mucho tu padre. Era demasiado temerario y demasiado molesto para mi gusto. Y tu madre y yo... Lily y yo teníamos nuestras diferencias. Tuvimos nuestras peleas, pero Lily era una querida amiga y la extraño todos los días. Eres muy parecido a ella, ¿sabes? Puede que luzcas como tu padre, pero tienes más que los ojos de tu madre. Tienes su corazón".

Corrigiendo El DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora