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Namjoon.

Me encontraba leyendo un poco, de los pocos placeres que tenia cuando encontraba algún tiempo libre en mi agenda, pero era mil veces mejor cuando podía leer en mi cama, en mi casa, junto a mi esposa.

La cual no estaba en la cama, tenia una exposición en dos días y terminaba de arregla las pinturas que quería llevar.

—Siento que la expresión artística siempre debe ser libre, pero últimamente termino con pintura hasta el cabello.

Había tomado una camisa mía algo vieja para usarla cuando pintaba, además de un mandil que había mandado a confeccionar especial para ella y su precioso desastre que siempre hacia cuando estaba en su estudio. Ahora mismo dos de los botones de su camisa estaban sin abrochar mostrando una pequeña mancha de pintura en su escote.

—¿Qué estas mirando?

—Me encanta como se te ve esa camisa.

—Esta llena de pintura y es algo vieja.

—Pero la tienes puesta tu, y es lo que la hace lucir.

Se sonrojo un poco y abulto los labios, se quito los pantalones y la ropa interior de una manera sexy, yo deje el libro en mi mesita de noche inmediatamente, mi atención solo esta centrada en una cosa y en  este momento es mi esposa.

—¿Y tu lectura?

Gateo por la cama.

—Ya no es tan interesante.

Se subió en mi regazo a horcajadas, su pelvis desnuda estaba justo encima de mi miembro, yo la tome por la cintura.

—¿Y que es mas interesante ahora? —se movió un poco sobre de mi, aunque no necesitaba estimulación alguna, yo ya estaba duro solo con verla —¿Me lo dirá señor Kim?

La tome por el cuello, atrayéndola hasta mis labios, le di primero un beso lento, después uno mas salvaje mordiendo su labio.

—Usted señora Kim, usted siempre será lo mas importante y mas interesante de mi vida.

Sonrió de manera perfecta y volvió a besarme pero esta vez ayudo a quitarme la camisa, sus manos empezaron a acariciar mis hombros. Giramos nuestros cuerpos para poder quedar encima de ella, me deshice del resto de mi ropa pero a ella solo le deje esa preciosa camisa.

—Cada vez estas mas corpulento.

Sus finos dedos acariciaron mis brazos y después mi pecho hasta tocar mi abdomen.

—¿No te gustan los hombres musculosos?

—Me gustas tu, pero si comienzas a verte aun mas apetecible, mi competencia con tus fans será a muerte.

Bese su nariz en un gesto tierno, después tome su mano y la bese también.

—¿Por qué pelear lo que te pertenece? Cada centímetro de mi cuerpo es tuyo, mi mente, mi alma y todo mi ser son tuyos, no hay nada de mi que no te pertenezca.

—Me gusta como se escucha eso.

La sesión de besos intensos empezó de nuevo, yo me amoldaba tan bien a su cuerpo que podría estar todo el tiempo con ella en la cama. La manera en la que gime, que mis manos la hacen estremecerse, todo es tan armonioso, que cada visita a casa terminaba sin dormir aun mas que cuando estaba en la compañía.

 


My Art 🎨  ( Kim Namjoon/Libro #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora