Quackity es un joven de 22 años que tiene como pasatiempo explorar lugares abandonados junto a sus primos y un par de amigos.
Cada expedición era perfecta pues, eran planeadas desde la hora hasta quien iría y que llevarían. Lo que no sabía es que a...
Alex Quackity, un chico que dedicaba sus tiempos libres a investigar y visitar lugares abandonados o con "historias trágicas".
Ese día no era la excepción y mucho menos al ser un lugar el cual ya habían visitado con anterioridad:
Un hospital abandonado en perfecto estado.
¿Qué podría salir mal? era una inocente expedición.
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Guardó cada una de las cosas necesarias para tan anhelada expedición, llevaba ropa térmica completamente negra pues hacía un frío terrible y quería pasar desapercibido llevando aquel color. En la mochila tenía cosas básicas como una linterna y baterías de repuesto, snacks por si le daba hambre y un arma blanca si tenía la necesidad de defenderse, nunca sabía cuándo se encontraría con un loco.
Miró la hora y chilló asustado, se le hacía tarde, probablemente ya estarían esperándolo en el punto de encuentro; salió con la pequeña mochila en el hombro corriendo a toda velocidad, la noche ya había caído casi por completo dejando así un cielo algo tétrico con tonos violetas y azules oscuros, el aire se sentía helado al punto de hacerle doler los huesos. Se colocó una pañoleta cubriéndose la naríz y la boca, agradeciendose a si mismo el llevar uno de sus muy queridos beanies que le cubrían las orejas de la helada noche.
Rubius le saludó animado desde detrás de un árbol y divisó detrás de él a dos más, todos de negro y con pequeñas mochilas.
–Perdón, se me hizo tarde.– respiró con dificultad sosteniéndose del árbol, Beni y Cochi lo miraban con desaprobación.
–Ya no es novedad en ti mamón.– Beni rodó los ojos.– ¿Nos vamos ya?
–¿Y esa pinta de ninja de la noche?– Rubius se burló ajustando la correa de la mochila, empezaron a caminar hacia su destino que afortunadamente no estaba tan lejos de el punto de encuentro.
–Hay que pasar desapercibidos, a demás hace frío.– tirito dando pasos suaves en un intento de no hacer ruido contra la tierra.
–¿Por qué volvemos a este lugar?– dijo Rubius mirando a lo lejos el gran edificio que parecía una "H" dividida en dos por un largo camino.
–La última vez no terminamos de investigar, a demás ¿no les parece extraño que aún nadie haya aparecido por ahí?– Quackity se ajustó los guantes a las muñecas, el edificio aún se veía tétrico sumido en la oscuridad.– ¿Creen que hayan asesinado a alguien?
–Es un hospital pendejo, es obvio que muchos murieron ahí.– Cochi intervino frotando ambas manos para generar calor.– Aunque si que me parece raro que siempre esté limpio.
Estaban a solo unos metros de llegar un lamento agudo hizo eco por toda la calle.
¿Un lamento?
El grupo se miró confundido pero no detuvieron su camino, al contrario, aquel sonido los había llenado más de curiosidad. –¿Qué mierda fue eso?
