Capítulo 14 | I Love You So

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Caminó con pesadez entre los callejones sosteniéndose de la pared con una mano, mientras con la otra se sujetaba el estómago herido, la ropa empapada en un rojo oscuro y espeso. Las manos le temblaban al igual que el cuerpo, había estado tan cerca de morir que ni siquiera podía creer lo que ocurrió apenas una hora atrás.

¿Cómo seguía vivo?

Ni siquiera él lo sabía, pero agradecía a quién fuese que existiera en el plano espiritual.

Tosió un poco vislumbrando la casa de su amigo Rubius, y una vez que llegó frente a la puerta introdujo de manera torpe la llave. Se sentía mareado, cansado, muy pesado.
La puerta cedió dejando a un Rubius boquiabierto. Parecía recién despierto.

-¿¡Sapo!?- al escuchar su nombre sonrió dejándose caer de rodillas al suelo.

Estaba en casa, ya no debería preocuparse.

-Llama a Samuel.

Dicho aquello se desplomó inconsciente.

[...]

Un respirador artificial le hacía cosquillas y podía sentir algo cubriendo la herida de antes, miró a su alrededor aturdido, una pequeña bolsa goteaba lo que él suponía era sangre directo a su brazo.

-Afortunadamente compartimos tipo de sangre.- la voz de Samuel le hizo dirigir la mirada al sofá junto a la cama.- No te preocupes, llamé a un amigo que es doctor.

-Gracias.- murmuró apenas, probablemente le habían aplicado morfina, se sentía muy drogado.

-¿Ya despertó?- el peliblanco se asomó por la puerta con una sopa caliente y un gran vaso de agua.- Carajo Sapo, casi me matas del susto.

Sapo Peta se sentó con esfuerzo en la cama.- Fue el primer lugar que se me ocurrió.

-¿Por qué llegaste bañado en sangre?- un golpe en la cabeza hizo a Rubius callar, se quejó en silencio con el de amatistas a su lado.- ¿Qué dije?

-Bobo, déjalo descansar.

-No, está bien.

Se mordió el interior de la mejilla, ni siquiera sabía cómo había ocurrido. Todo fue tan rápido que apenas podía recordar exactamente los detalles.
Sabía que era culpa de aquel hombre que iba acompañando a Quackity, lo había visto, ese brillo malvado que pocas veces encontró al ayudar en casos especiales de psicópatas.

Ser psiquiatra tenía sus ventajas.

-Vi a Quackity.

Rubius dejó caer la sopa al suelo.- ¿Qué? ¿me estás jodiendo?

Sapo negó.- Estaba en un burdel, fui a buscar información sobre aquel misterioso hombre del vídeo y lo vi ahí.- dijo con una mueca en el rostro.- Wilbur no lo escuchó pero yo sí, vi a Quackity mucho antes que él y escuché como le restregaba en la cara a aquel tipo como había cogido con un desconocido.

-¿Quackity? ¿nuestro Quackity?

-Mierda, ese imbécil parecía querer arrancarle la lengua de celos.- se frotó el rostro recordando la mirada dura del castaño.- Lo seguí al baño y me dijo que estaba ahí para divertirse, pero lo ví, sus ojos no mienten.

-Es pésimo mintiendo.- confirmó Rubius aún en estado de shock.- ¿Pero por qué le restregaría a ese tipo lo que hizo?

-Parecían tener una relación, por la manera posesiva en que Luzu lo veía no hay duda.- detuvo cualquier acción dándose cuenta de lo que había dicho.- Esperen, ese es su nombre, Quackity lo dijo.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2023 ⏰

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