2.Aron.

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El día había iniciado bastante bien, me levanté apenas sonó la alarma, tomé una ducha, me vestí y finalmente alisté mi mochila para la universidad, bajé al comedor donde el desayuno ya esperaba por mi, con un café humeante y unas tostadas con mi mermelada favorita, sabía perfectamente que mis padres no estaban, eran más de las 7 AM, de seguro ya estaban en sus respectivos trabajos, la dura vida de un empresario.

Tomé el móvil para responder algunos mensajes, algunos de amigos y los de mi novia, claramente, tenía más de diez mensajes, no la culpaba, después de todo había terminado quedandome dormido sin darme cuenta, y de seguro se había preocupado al no recibir respuestas.
Cuando acabé el café y las tostadas me levanté llevando las cosas hasta la cocina, puse todo en el lavaplatos regresando a la segunda planta, cepille mis dientes para finalmente salir de mi hogar con rumbo a la universidad, era un recorrido algo extenso, pero lo disfrutaba, mis padres insistían en que usara el automóvil que me habían obsequiado por mi cumpleaños número 22, pero negaba rotundamente excusándome que no había lugar seguro donde estacionarlo.
Iba en el bus cuando un nuevo mensaje apareció en pantalla, nuevamente era Denis, mi novia.

Denis:
Hola amor, ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? Anoche me preocupé mucho porque no me respondiste. ¿Nos vamos a ver después de la universidad? Hay un bolso nuevo que quiero comprarme y necesito que vayas conmigo.

Yo:
Hola amor, estoy bien. He dormido bien y lamento lo de anoche, estaba demasiado cansado y me he dormido con el internet activado, y sobre lo de acompañarte, no podré, en dos días tengo una prueba muy importante y debo estudiar. Lo siento.

En la barra superior aparecía el típico escribiendo, a juzgar por lo mucho que tardaba, podía adivinar que mi querida novia iba a poner alguna queja por el hecho de no acompañarla, abandoné la aplicación para dedicarse a buscar música, tomé los auriculares poniéndome estos, encendí la música sin poner mucha atención a lo que sonaba, sólo necesitaba algo que me mantuviera distraído del mundo exterior. Y entonces apareció, aquella notificación que esperaba, pinché esta soltando un leve suspiro.

Denis:
¿Por qué no me vas a acompañar? ¿Tan importante es esa prueba que no puedes posponer tus estudios unas horas para ir conmigo? ¿Estás seguro que es por una prueba? No me estarás engañando y vas a salir con otra chica, o con tus amigos, sabes que detesto a esos tontos que desean acaparar todo tu tiempo. Si ya no me quieres dímelo y no te molestaré mas. Cómo sea, olvídalo, iré sola o quizá le pida a una de mis amigas que vaya conmigo.

Yo:
No es eso, amor sabes muy bien que estoy en mi último año de universidad, todos los exámenes son sumamente importantes, prometo que te compensare con una cita muy especial, te amo sólo a ti, no pienses que tengo a otra chica. Voy de camino a la universidad, más tarde hablamos.

Guardé el móvil cuando bajé del bus, entré en la estación del metro pasando por el torniquete, descendí al andén pensado en lo complicada que se había vuelto la relación en el último tiempo, tomé  una bocanada de aire para luego dejarla salir, accedí al vagón sentándome en un lugar vacío, saqué uno de los libros junto a un lápiz pues el camino era algo largo, me dedicaría a leer y marcar las partes importantes, había decidido ignorar el celular pues necesitaba concentrarme, de vez en cuando sentía este vibrar asumiendo que era Denis, no estaba dispuesto a discutir con ella por mensajes, así que esperaría verla para charlar de forma más adecuada. Alcé la vista al tablero que indicaba que en cinco minutos estarían llegando a la estación donde debía bajar, guardé las cosas poniéndome de pie para así avanzar cerca de la puerta, me sostuve de uno de los tubos que había en medio del vagón para no perder el equilibrio cuando se detuviera, miré el móvil, nuevamente tenía diez y seis mensajes nuevos de Denis, metí el aparato en mi bolsillo, arto, ¿Por qué actuaba así? ¿Sólo por no poder acompañarla? Abandoné el vagón una vez llegó a la estación, al salir de esta caminé tranquilo por las calles que parecían estar sumamente concurridas durante todo el día. La universidad estaba a pocos metros, así que apresuré el paso hasta que finalmente ingresé en el edificio, saludé a algunos de sus compañeros de carrera y fue hasta el salón que correspondía, tomé asiento en el lugar habitual sacando los apuntes y todo lo necesario para esa clase.

Amor, y el curioso lugar donde lo encontramos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora