Amor, y el curioso lugar donde lo encontramos.

4.Aron.

Después de separarme de Sofía regresé a mi casa, agradecía que con tan solo un bus podía llegar perfectamente a ella, había valido bastante la pena pasarme de la estación, saludé a mis padres pasando directamente a la habitación, tenía demasiado que estudiar y lo que menos necesitaba ahora una de sus charlas para “motivarme”, con eso solo lograban estresarme aún más, y hacerme sentir una entiende presión sobre mi.

—Permiso.— voltee de mi escritorio y me encontré a mi madre parada detrás de la puerta, me miró con atención y luego comenzó a hablar.— hoy llamó Denis, me ha dicho que no la has querido acompañar a comprar. ¿Está todo bien entre ustedes?

Un suspiro cansado abandonó mis labios, mis padres amaban a Denis, según ellos, era todo lo que deseaban para mí futura esposa, una chica de buena familia, con estudios y un buen título, hermosa y con encantos únicos, y concordaba con ellos, al menos hasta hace poco, cuando me di cuenta que quizá ya no sentía lo mismo por ella, entre más la conocía, más notaba lo diferente que éramos, y no es que estuviera mal, no podemos enamorarnos de una persona igual a nosotros, pero no coincidíamos en mucho, ella amaba comprar, salir a fiestas, tenía una vida como influencer, era la típica niña rica, egocéntrica, egoísta, ¿Gracioso no? Tenía varios defectos y aún así la quería, de eso se tratan las relaciones, de amar al otro y aceptarlo con todo y sus defectos. Pero ahora, esos defectos comenzaban a molestarme.

—Mamá, todo está bien. Es solo que tengo mucho que estudiar y salir de compras con ella me tomaría horas, las cuales puedo usar para absorber información y así mantener mis buenas calificaciones.

—Aron...— se dirigió a mi sentándose en la cama que estaba al costado del escritorio, por mi parte voltee la silla quedando uno frente al otro.— se que no te gusta hablar de tus sentimientos y de tu relación, pero dime ¿Está todo bien? Últimamente no pareces feliz con Denis, ella es una chica hermosa, lista, de buena familia, y te quiere.

—Estoy bien, sólo es estrés. Ya me queda este semestre y todo estará mejor. Mañana hablaré con Denis, ¿Si?

—Bueno hijo, te amo. ¿si?— se puso de pie y tomó mis mejillas dejando un besito en mi frente, esperé hasta que saliera de la habitación para gruñir, estaba frustrado, mi madre parecía más interesada en el bienestar de mi relación, que en el mío, me pase una mano por el cabello y al oír mi móvil tomé este, era Sofía, por suerte había llegado a la casa de su madre, estaba más tranquilo, respondí algunos de sus mensajes riendo por el hecho de que estuviera escondida de su madre en el baño, puse mi teléfono sobre el escritorio después de responder el último mensaje para seguir poniendo mi concentración en lo que tenía frente a mi.

No sé cuánto pasó exactamente, pero al oír la vibración otra vez mire la pantalla, ¿Cuánto tiempo había pasado? Abrí el mensaje de Sofi y sonreí, estaba en casa, decidí tomarme un receso para contestar sus mensajes, fueron pocos pues ya era tarde y debía dormirse, le di las buenas noches y una sonrisa tonta se formó en mis labios al leer la última burbuja, observé la miniatura junto a su nombre y pinché esta, admiré unos segundos la fotografía, lucía muy bien, más aún por el bello paisaje en su espalda.

Lancé el aparato sobre la cama pues ahora sí me despegaría totalmente de él, mañana hablaría con Denis, así que no respondería sus mensajes por el resto de la noche, tome mis libros, para retomar el estudio, de vez en cuando salía de la habitación a buscar algo para beber y comer.

Finalmente el cansancio me ganó, miré la hora en el reloj de la pared, 3:30 AM, era momento de dormir, me puse el pijama y cepille mis dientes, entré en la cama con todas las esperanzas de quedarme dormido, pero no fue así, me dediqué a mirar el techo y pensar, en muchas cosas, lo mismo de siempre, lo que ocupaba mi cerebro la mayor parte del día, y entonces entre todos los abrumadores pensamientos apareció ella, Sofía, recordé nuestra charla en el metro y reí un poco, sin duda era alguien muy ocurrente, tenía buenos gustos en música, y libros, tendría que darme el tiempo de buscar todos aquellos libros que había mencionado, las cosas cursis no eran lo mío, pero para tener algún tema de conversación con ella, estaba dispuesto a leerlos todos.