Spreen x Carre | one shots

besos de amigos

“— me re gusta que me beses, aunque a veces me hace confun- confundir banda de cosas y... no sé boludo.— arrastraba las palabras, tirando una leve risa al final. El sueño mezclado con lo bien en pedo que estaba no era buena combinación.— no quiero que me gustes, o sea, me atres creo. Pero no sé Rodri, tengo sueño como para pensar.— volvió a tirar una pequeña risa, cerrando los ojos para poder dormirse.

Rodrigo abrió los ojos pesadamente, girando su cuerpo hacia el lado de Iván para poder verlo bien.

— a mi también me gusta que me beses, pero en cualquier momento te voy a pedir una chupada de pija.

— cerra el orto desubicado.— no pudo evitar reír.

Carre cómo pudo se le subió encima, haciendo que Iván se queje por unos segundos. Quedaron cara a cara, Iván abrió los ojos con lentitud y sin pensarlo posó delicadamente sus manos en la cintura ajena. Rodri sonrió.

— ¿por qué no... o sea, por qué hacemos esto siendo amigos?

— porque te da miedo, Iván.— quería mantenerse aún dónde estaba, pero lentamente su cabeza se caía, quedando así cerca del cuello de Iván, estando boca abajo.

— ¿miedo de qué?

— de... eso, Iván, la gente, lo que piensa- piensa la gente. De... no sé, de que no salga bien porque somos dos chabones y... sentís que es raro.

— me chup- chupa un huevo la gente.

— eso decís ahora, pero después te da pánico. Y caes en... ¿caes? caes en, no, te quedas en besos de amigos. No me jode igual, me gusta, pero siento que...— se quedó en silencio, dejando a Iván esperando que continúe.

Por un segundo a Iván no le importó lo que iba a decir, solo porque todavía estaba medio en pedo al igual que Rodri. Estaba analizando la situación; ellos dos acostados en una cama matrimonial en una casa de algunos de sus amigos, dónde la música había parado hace una hora y era puro silencio. Dónde casi iba a salir el sol y ninguno de los dos pensaba dormirse.

Despertó del pequeño trance y le habló.

— ¿que sentís?— su voz sonaba más gruesa de lo normal, estaba cansado.

Rodri intentó quedarse callado, pero no pudo.

— siento que, esto lo hago pensando más en vos que en mi. O sea- de... de que no pienso en lo que siento posta por vos y que me estoy aprovechando de los besos que me das, y me pone- pone mal porque...— se empezó a reír por alguna razón.— porque se que no sentís lo mismo.

Iván intentó analizar las palabras que escuchó. Juntandolas en su cerebro para recordar bien, ya que estaba a nada de palmar del sueño que tenía.

— y yo... yo siento que vos me gustas Rodri, pero... no sé que hacer, eso pasa.— también se rió. La mezcla de todo junto era un desastre.

Rodrigo le siguió la risa.— la poronga esa que sentís en el pecho es re linda sensación boludo, re rara también.

— ¿viste boludo? me pasa lo mismo ahora.

Los dos crearon una burbuja de risas contagiosas sin ningún sentido. Con sólo mirarse se tentaban una banda.

Lo que más le daba risa a Iván, eran los suspiros en su cuello. Eso le hacía reír más, porque Carre le estaba haciendo cosquillas sin querer justamente en esa zona. Entonces lo levantó un poco como pudo, para parar un toque.

Se miraron sonriendo y a los dos segundos Rodrigo lo besó. Primero fueron dos besos cortos entre sonrisas y risitas, hasta empezar con los besos más densos que ya estaban acostumbrados a darse, aunque todavía sentían esa sensación linda en el pecho cuando pasaba. Como si fuera la primera vez que se daban un beso así.

Se volvieron a separar unos segundos, e Iván le pidió que se bajara para poder dormirse de una vez.

Ninguno de los dos se acordaría al otro día de dichas confesiones, dejándolos así con lo mismo de siempre. Los besos de amigos que se dan cada tanto.”