Spreen x Carre | one shots

ya fue

Noche de juntadas con amigos como era habitualmente los fin de semana.

Rodrigo estaba muy cómodo en la situación del lugar, disfrutando la música y las charlas de los demás. El alcohol se hacía presente junto con las risas. Sus amigos eran como su lugar seguro. Un lugar fuera de pensamientos masivos los cuales cargaba con ellos casi toda la semana.

Eran pensamientos molestos, a veces podrían ser una tortura, pero estando con ellos todo desvanecía y se sentía tan bien para el pequeño castaño.

Pero no todo pensamiento es malo, en momentos como estos no. Si Rodri no interactúa mucho, piensa en la situación y en sus amigos, pero ahora pensó en uno en especial.

Iván. No paraban de chocar miradas, o joderse como hacían entre todos. Pero con Iván era algo más; no cree que sea normal tener ganas de buscarlo para darle besos a tu amigo, no? Era lo que sentía y pensaba Rodri. Le quería dar aunque sea un par de picos.

No era la primera vez, varias veces Iván le robó un par de besitos tiernos cuando estaban en juntadas, pero Rodri nunca le robó uno por cuenta propia ya que no era algo que pensaba tanto al punto de confundirlo, simplemente no asimilaba la situación y lo dejaba pasar.

Pero esa noche era distinto.

Estaban ambos parados boludeando con los demás, Rodri jodiendo agarra a Iván de la cara y lo acerca amagandole un beso. Iván lo mira indignado cuando se aleja.

— dale boludo, no me hagas eso. si te acercas lo haces y listo, no tengo ningún tipo de problema.

Rodrigo solo se rió y se sentó medio nervioso en su silla.

No era el primer amague que le hizo en la noche, Iván le comenzó a seguir el juego, dándole simples besos en los cachetes u hombros.

Hubo momentos en dónde se sentaban juntos y se sentía una leve tensión por el más alto, se ponía muy cariñoso y sus manos posaban en la cintura agena y repartía un par de besos para después simplemente seguir con su juego de mesa o irse para otros lados a hablar con sus amigos. Rodri no reaccionaba, disfrutaba el momento por así decirlo, pero después ya no sentía nada y seguía en su mambo. Lo sentía raro. Era raro.

... Iván estaba en la cocina la cuál tenía la luz apagada, había poca iluminación viniendo de la sala donde estaban los demás. Se lavaba las manos, y cuando se dió vuelta, ahí estaba Rodri viéndolo.

— ¿querés algo?— le preguntó el alto. Rodri negó con la cabeza y simplemente se acercó para mirarle a los ojos.

Se animó. Se animó a robarle un beso por su cuenta. Iván sonrió apenas y se fué.

Rodri no sabía lo que pasaba, pero podría decirle que le gustaba.

Después de casi un par de minutos, Rodrigo lo buscó por segunda vez. Le agarró la cara con ambas manos y, antes de amagarle, simplemente lo besó, pero no un simple piquito como Iván solía darle, fue un beso mas fuerte sin movimientos. Iván podría decirse que estaba complacido. No sabía si era por el alcohol que Rodri había consumido o no, pero le gustaba ese lado suyo. Ese lado con confianza.

Era casi hora de irse y todos estaban afuera disfrutando el frío viento mientras charlaban. Había pasado casi dos horas desde ese último beso que le robó a Iván y Rodri estaba como medio ansioso buscando excusas para acercarse y buscar un momento justo para darle un beso, pero el momento nunca se daba.

El castaño se mantenía sentado en unas escaleras mientras Iván estaba al lado suyo acostado en su hombro. Escuchaban la conversación de los demas y muy cada tanto aportaban algo a esta.

Iván estaba algo pensativo, Rodri sentía que capaz se estaba desanimando un poco ya que en un rato la joda terminaba.

— ¿te sentís bien, Iv?

— ... si.

— ¿enserio me decís?

— te amo mucho Rodri, sabelo.— desvío el tema. Casi siempre hacía lo mismo, y decirle que lo amaba no era la primera vez.

— yo también Iv, pero enserio, te pasa algo?

— si, no sé, es raro. ya se me va a pasar.

Le costaba poder decir lo que sentía, Rodri lo respetaba entonces decidió dejar de insistir.

Avisaron que el remis ya estaba esperando, Rodri aprovecha el momento justo para poder agarrar esa linda carita a Iván y darle un beso en los labios, uno de esos besitos largos pero lindos. El alto no tuvo otra reacción que sonreir como un tonto.

Después de despedirse entre todos, Rodri se quedó pensando. Pensando en que era la clase de relación que manejaban, pero también era algo que no le quería tomar importancia.

Simplemente, los dos se sentían bien así. Un besito para reforzar la amistad.