asexual

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Mantenía ciertos nervios; no era la primera vez que se juntaban para estar en este tipo de ocaciones, pero cada vez Rodrigo era de liberarse más y podría decirse que venía con una "nueva sorpresa" para su querido novio Iván.

Rodrigo sabía y estaba conciente de la asexualidad de su novio. No iba a intentar algo más, respetaba mucho su decisión, pero Iván cada vez le abría más la puerta para que pasaran cosas nuevas en su momento de privacidad.
Podría decirse que Iván no era un amante del sexo; le generaba asco y rechazo, pero odiaba admitir que amaba las manoseadas –de alguna forma decir– que Rodri le daba. Obviamente Rodri no se iba ir sin la parte de Iván: le ofrecía besos intensos y caricias en la espalda o cabello, y para el castaño era más que suficiente, total para obtener placer tenía su propia mano y un baño para después.

Día de llovizna, nublado, frío. Era lindo. Sábado, en un feriado puente. Planearon una juntada solos, ya que tenían los otros días libres para estar con amigos. Estaban en la cama del castaño en una imagen "comprometedora".

— chupame el pito Rodrigo, me haces sacarme todo pero vos ni una media sos capaz.

— ¿que decís? no estás desnudo, la remera nomás te sacaste.

— es un montón para mí.

— y bueno.

— sacate la remera chota.

— Iván horny, Iván horny.— se burló, mientras intentaba sacarse la remera. No era del todo fácil si tenía a Iván sentado encima suyo.

— horny la pija, yo vine a dormir siesta con vos y vos sos el que empezas con esto.— realmente, no se quejaba enserio. Amaba de una forma inexplicable la cantidad ds besos y caricias que se podían dar por horas sin necesidad de algo más.

— pero bien que te gusta, pelotudo.

Iván solo unió sus cejas y sonrió apenas. Una vez que Rodri se encontraba sin la remera, enseguida fue a atacarle los labios con brusquedad. Amaba besarlo.

Se separaron en cuestión de segundos; Rodrigo comenzó a repartir besos en el pecho del pelinegro mientras este sentía el olor del cabello ajeno y le acariciaba los hombros y nuca, enredando sus dedos en aquellos rizos lindos.
Disfrutaba cada tacto, cada beso, cada roce. Estaba muy enamorado, no lo iba a negar.

Sus labios pedían a gritos ser unidos, y como si hubieran sido escuchados por el otro, se comenzaron a besar nuevamente. No de forma brusca, era más tranquilo, con movimientos leves acompañado de caricias.

Sentían que querían estar así por mucho más tiempo. Todo el día no era suficiente para ser sinceros.

Rodri se tiró para atrás, acostándose con Iván encima. Las piernas de este se mantenían dobladas, lo que hacía que su zona baja se note más grande de lo que debería ser, más formado por así decirlo. Esto le daba una linda vista al castaño.

— estás re bueno Iván, si me dejaras no sabes cómo te chupo la pija.

— sos un desubicado Rodrigo.— se rió.

Spreen x Carre | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora